Kamala Harris, la Mujer que Hace Temblar a Donald Trump

NUEVA YORK, USA-(Especial para The City Newspaper) Una de las dos noticias más importantes de los últimos meses, al lado del atentado contra la vida de Donald Trump, ha sido la renuncia a la candidatura por el Partido Demócrata, de Joe Biden, para darle paso a la sucesora para enfrentar a los republicanos y ha recaído en la figura de la actual vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, quien está dando de qué hablar en todo el planeta que sigue con atención lo que sucede en la primera potencia mundial.

            En su retirada, Biden comunicó en un texto publicado en su cuenta en la red social X: “Creo que es en el mejor interés de mi partido y del país, renunciar (a la contienda electoral) y enfocarme únicamente en cumplir mis tareas como presidente (de USA) por el resto de mi mandato, aunque fue mi intención buscar la reelección (…). Mi primera decisión como candidato del partido en el 2020, fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. ¡Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump! ¡Hagámoslo!”

Las presiones de varios sectores del Partido Demócrata tenían asfixiado a Biden, a quien le costó tomar esta importante decisión que se sustentaba en la tozudez de su esposa, Jill Biden, quien insistía en que su marido continuara, a pesar de su evidente mal estado de salud. “La cuesta arriba” para Biden comenzó cuando hizo un papel desastroso en el debate contra Trump, organizado por la cadena televisiva CNN, el 27 de junio pasado. Su actuación delirante, fuera de contexto y que mostró sus falencias a sus 81 años de edad, encantó a los republicanos que vieron “dispararse” en las encuestas a la figura de Donald Trump, mientras Joe Biden se precipitaba al abismo de la inminente derrota.

Ni lentos ni perezosos, siempre con ese “aguijón” en sus palabras, los republicanos, al conocer la renuncia de Biden, señalaron por medio del líder de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien aseveró que “Biden debe dimitir como presidente de los Estados Unidos. Si Joe Biden no está en condiciones de presentarse a la presidencia, no está (tampoco) en condiciones de servir como presidente. Debe renunciar al cargo inmediatamente.”

En todo caso, con esta renuncia y la presencia de la Sra. Harris como virtual candidata demócrata, la campaña por las elecciones de noviembre próximo, han adquirido un nuevo cariz, una nueva perspectiva y muy posiblemente un nuevo resultado que será en contra del republicano Trump, quien se muestra preocupado y está enfilando todos sus ataques hacia la persona de Kamala.

El futuro aparece más promisorio

            Ciertamente, Joe Biden tenía que retirarse. La presión contra su candidatura era demasiada: una encuesta reciente hecha por la agencia de noticias AP, reveló que 7 de cada 10 adultos en esta nación, pensaban que Biden debía retirarse; y 6 de cada 10 demócratas creían que Kamala Harris haría un buen trabajo si fuera elegida presidenta de la Unión Americana. Por otra parte, 30 congresistas por el Partido Demócrata habían pedido públicamente, la salida de Biden; pero hay quienes dicen que fue la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien resultó decisiva para convencer a Biden de ejercer su retirada de la candidatura.

            Cuando circuló la noticia de la renuncia del actual presidente, una de las reacciones con mayor peso que se hizo escuchar, fue la del ex presidente Barack Obama, quien manifestó: “La victoria de Biden nos alejó de los cuatro años de caos, falsedad y división que habían caracterizado a la administración de Donald Trump. A través de sus políticas y su ejemplo, Joe nos ha recordado quiénes somos en nuestro mejor momento: un país comprometido con valores anticuados como la confianza y la honestidad, la bondad y el trabajo duro. El anuncio de hoy, refleja el compromiso de Biden ante Estados Unidos. Es un testimonio del amor de Joe Biden por el país y un ejemplo histórico de un servidor público genuino. También sé que Joe nunca se ha echado atrás en una pelea. Para él, observar el panorama político y decidir que debe pasar la antorcha a un nuevo candidato, es seguramente una de las cosas más difíciles de su vida. Pero sé que no tomaría esta decisión a menos que creyera que es lo correcto para Estados Unidos. Tengo una confianza extraordinaria en que los líderes de nuestro partido serán capaces de crear un proceso del que surja un candidato sobresaliente.”

            Otras reacciones fueron las del matrimonio de Bill y Hillary Clinton, quienes respaldaron a una futura postulación de Kamala Harris y se mostraron satisfechos con la determinación de Joe Biden de hacerse a un lado en el camino por la reelección presidencial. También el candidato independiente, Robert F. Kennedy Jr., de la famosa familia de políticos, quien expresó: “Felicito al presidente Biden por su dimisión. Sus debilidades eran evidentes para cualquier observador imparcial desde el principio. Fue este deterioro progresivo –y su abandono de los principios del Partido Demócrata-, lo que me impulsó a participar en la contienda y garantizar que los votantes estadounidenses tuvieran una alternativa viable y vigorosa a Donald Trump.” Escribió en su cuenta de X.

            El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, también se refirió a la decisión tomada por Biden: “Estados Unidos –escribió en un comunicado-, es un lugar mejor hoy, porque el presidente Joe Biden nos ha guiado con intelecto, gracia y dignidad. Estaremos eternamente agradecidos.” Gavin Newspm, gobernador de California, redactó en su cuenta de X: “El presidente Biden ha sido un presidente extraordinario que ha hecho historia, un líder que ha luchado arduamente por los trabajadores y ha obtenido resultados asombrosos para todos los estadounidenses. Pasará a la historia como uno de los presidentes más impactantes y desinteresados.”

            Y en opinión del presidente del Comité Nacional Demócrata, Jaime Harrison: “El pueblo estadounidense tiene una enorme deuda de gratitud con el presidente Biden, por el progreso incomparable que ha logrado en los últimos cuatro años, y honraremos ese legado y la decisión que ha tomado hoy, mediante un firme compromiso de nominar y elegir a un presidente demócrata este noviembre que llevará esa bandera durante los próximos cuatro años. El trabajo que debemos realizar ahora, si bien no tiene precedentes, es claro. En los próximos días, el partido emprenderá un proceso transparente y ordenado para avanzar como un Partido Demócrata unido con un candidato que pueda derrotar a Donald Trump en noviembre. Los demócratas estamos unidos y preparados en nuestra determinación de ganar en noviembre. A medida que avanzamos para seleccionar formalmente al candidato de nuestro partido, nuestros valores como demócratas siguen siendo los mismos: reducir costos, restaurar las libertades, proteger los derechos de todas las personas y salvar nuestra democracia de la amenaza de una dictadura. Hemos defendido y seguiremos defendiendo este argumento ante el pueblo estadounidense.” Concluyó.

            ¿Pero qué se dijo de Joe Biden en las entrañas del Partido Republicano, en boca de los seguidores de su archirrival, Donald Trump? El primero en emitir comentarios fue el propio Trump, quien aseveró en su plataforma Truth Social: “El corrupto Biden –dijo-, no era apto para postularse para presidente y, ciertamente, no es apto para ocupar el cargo (de presidente del país). ¡Y nunca lo fue! Sólo alcanzó el cargo de presidente con mentiras. Fake News (noticias falsas) y sin salir de su sótano.”

            El gobernador republicano del Estado de Texas, Greg Abbott, llamó a Kamala Harris “zarina de la frontera”, debido a la inmigración irregular, un tema que, según los republicanos, es “el talón de Aquiles” de la presente administración Biden. “Creo que tendré que triplicar el muro fronterizo, las barreras de alambre de púas y la Guardia Nacional en la frontera.” Aseveró.  

            En lo que respecta al nuevo candidato demócrata, una vez que Joe Biden “dio el paso al costado” y se retiró de la campaña por la reelección presidencial, el nombre de su vicepresidenta, Kamala Harris, tomó una fuerza inusitada, descomunal y única en los anales de la historia de esta nación. De inmediato, los republicanos sintieron “que algo se les estaba escapando de las manos” con la presencia de esta mujer de risa fácil y contagiante simpatía. En referencia a su amigo Joe Biden, Kamala manifestó: “Su decisión de dejar la campaña por la reelección, es un acto de altruismo. Con este acto desinteresado y patriótico, el presidente Biden está haciendo lo que ha hecho toda su vida de servicio: poner al pueblo estadounidense y a nuestro país, por encima de todo. Tenemos 107 días hasta el día de las elecciones. Juntos lucharemos y juntos ganaremos. Me siento honrada de tener el respaldo del presidente y mi intención es ganar esta nominación. Haré todo lo que esté a mi alcance para unir al Partido Demócrata y unir a nuestra nación, para derrotar a Donald Trump y su agenda extrema del Proyecto 2025.”

            El mismo Trump, durante la recepción en su casa de Mar-a-Lago, en La Florida, del dictador y genocida israelí, Benjamín Netanyahu y su mujer, afirmó que “habrá una gran guerra en Oriente Próximo y potencialmente una Tercera Guerra Mundial, sino gano las elecciones de noviembre. Estamos más cerca en este momento que en cualquier otro. Si ganamos las elecciones, será muy sencillo. Todo se resolverá y muy rápidamente; pero terminaremos con grandes guerras en Oriente y talvez una Tercera Guerra Mundial. Nunca hemos estado tan cerca, porque tenemos gente incompetente al mando de nuestro país.” Dijo en referencia indirecta a los gobernantes del Partido Demócrata que actualmente están en la Casa Blanca y a la posibilidad de que Kamala Harris gane los comicios venideros. Según Donald Trump sólo él es capaz de detener la guerra entre Ucrania y Rusia y entre Israel y la facción armada palestina Hamás; aunque no dio muestras de cómo lo haría y por el contrario, todos recuerdan que fue él y su secretario de Estado del momento, Mike Pompeo, de los muchos que él tuvo y que fue despidiendo uno a uno, quienes entregaron al democratizado Afganistán a los talibanes y ahora es una teocracia sanguinaria y represiva, donde la mujer ha vuelto a no valer nada y el tiempo y el progreso parecen detenidos, en perjuicio de su pueblo.

            En cuanto a Kamala Harris propiamente dicha, dijo que haría todo lo que esté a su alcance “para unir al Partido Demócrata y unir a nuestra nación, para derrotar a Donald Trump.” Y tal y como se presentan los hechos en estos momentos, en las primeras encuestas realizadas en los Estados Unidos, después de la retirada de Biden, Harris empata a Trump o lo supera en dos o tres puntos porcentuales, números que indican que Kamala puede ser un verdadero problema para el republicano y puede enfrentarse cara a cara con él, porque la demócrata tiene un enorme potencial para hacer más a su favor y de sus partidarios en los próximos 107 días. Harris podría atraer los votos de más jóvenes, personas negras y mujeres, que anteriormente no sufragaron por Joe Biden.

            En lo que estriba a la política exterior, Harris expresó recientemente en la Conferencia de Seguridad de Munich, en el 2023 y 2024, que ella valora mucho la pertenencia de los Estados Unidos en la OTAN, en contraposición a Donald Trump, a quien le incomoda la Alianza Atlántica y ha dicho claramente que los estadounidenses no defenderán a ningún miembro de la OTAN en el caso de que los rusos ataquen. También Kamala Harris valora muy positivamente las alianzas de los EE.UU en el Indopacífico, principalmente ante el peligro que supone ser la China comunista. Y ante la guerra en Ucrania, la demócrata cree que es necesario apoyar a Kiev y es muy probable que, en un eventual gobierno suyo, Kamala Harris presione al Congreso para que siga votando a favor de la ayuda económica y militar a los ucranianos, porque ella considera que Rusia es una amenaza en el estricto sentido de la palabra. En el conflicto en Palestina, Harris se ha mostrado un poco más comprensiva con los palestinos y ha criticado con dureza la catástrofe humanitaria que los israelíes, por medio de su ejército genocida, han causado en este territorio y este pueblo.

Primeros discursos de la nueva candidata

            En Delaware, la actual vicepresidenta y virtual candidata demócrata, dejó escuchar a un auditorio que se mostró muy entusiasta ante la idea de que ella los representara en las próximas elecciones: “Somos un solo equipo y una sola lucha. Creemos en la libertad y oportunidades para todos. En los próximos días vamos a presentar nuestro programa y vamos a ganar.” Seguidamente, se refirió a la administración de su amigo y compañero de Gabinete, Joe Biden, de quien dijo: “Los últimos tres años no tienen comparación en la historia moderna del país. En un mandato, ya ha superado el legado de los presidentes que han cumplido dos mandatos. Conocí a Joe por medio de su fallecido hijo, Beau Biden, cuando los dos éramos fiscales generales. En aquel entonces, Beau solía contarme historias sobre su padre, las cualidades que Beau veneraba en su padre son las mismas que he visto todos los días en nuestro presidente. Soy testigo de primera mano de los esfuerzos de Biden y agradezco su trabajo como jefe de Estado.”

            En esa misma sede del Partido Demócrata de Wilmington, en Delaware, Kamala Harris lanzó el primer ataque frontal y duro contra Donald Trump, de quien dijo: “Fui fiscal, conozco a los tipos como él. Fui elegida como fiscal general (en la ciudad de San Francisco entre el 2004 y el 2011; y para el Estado de California entre el 2011 y el 2017, antes de ser senadora y vicepresidenta de la nación). He visto a depredadores de todo tipo. Depredadores que acosaban mujeres, defraudadores que estafaban a los consumidores, tramposos que rompían las reglas de su propio juego. Así que escúchenme cuando les digo que conozco a los tipos como Donald Trump. Y en esta campaña, con orgullo, lucharé contra él. Cuando permanecemos unidos, ganamos. Déjenme decirles algo: vamos a ganar estas elecciones. Estamos en el lado correcto en todos los asuntos. Tenemos un equipo increíble, hemos hecho un trabajo asombroso (…). Si Trump resulta elegido, otorgará exenciones fiscales a las grandes corporaciones, recortará la Seguridad Social y Medicare, debilitará a la clase media y reducirá el acceso a la atención médica. Son dos visiones enfrentadas: una, la nuestra, tiene un foco puesto en el futuro; la otra, en el pasado. Los republicanos aspiran a despojar a los ciudadanos de derechos y libertad. En estas elecciones cada uno de nosotros se enfrenta a una pregunta: ¿En qué tipo de país queremos vivir? ¿Un país de libertad, compasión y de derechos o un país de caos, miedo y odio? En los próximos 106 días, hasta la cita con las urnas, tenemos trabajo que hacer. Tenemos puertas a las que llamar, gente con la que hablar, llamadas telefónicas que hacer y unas elecciones que ganar. ¡Dios los bendiga a todos y Dios bendiga a Estados Unidos de América y a Joe Biden!” Dijo segundos antes de marcharse esta mujer que busca ser la primera presidenta de esta gran nación en 248 años de historia; y que, además, es de tez negra, lo cual le otorga doble rédito.

            Cuando pronunció ese improvisado discurso en el que demostró una sobrada inteligencia y agudeza política, más de 1,400 delegados demócratas, varios senadores, gobernadores y representantes, incluida la influyente Nancy Pelosi, la apoyaban de manera irrestricta. También, había recaudado, en tan solo 24 horas en las que su nombre apenas se escuchaba en todo el país, US$81 millones de donantes, un récord impresionante que causó honda preocupación en su adversario Trump. Lo anterior quiere decir que Harris tiene a su favor el 75 por ciento de los 1,986 delegados de su partido, para conseguir la nominación y ser la candidata demócrata. Es decir, podrá ser la titular en ese puesto, aunque ya nadie duda de que así será, de acuerdo con los números que se están presentando actualmente. Dicha convención interna del Partido Demócrata se celebrará en la ciudad de Chicago del 19 al 23 de agosto, y cualquier candidato deberá tener al menos 1,986 delegados de su parte y así asegurarse la nominación. En esa convención participan 4,696 y Kamala Harris está segura de que le darán el respaldo que ella necesita. Jaime Harrison, responsable del comité nacional de este partido, ha dicho que “el proceso será ágil, transparente y justo.”

            En lo que atañe a Joe Biden, repasemos las palabras de Kamala, quien le dijo al presidente actual de los Estados Unidos: “Vuelvo a ti, Joe. Ha sido uno de los mayores honores de mi vida, servir como vicepresidenta del presidente Biden. Estos tres años y medio no tienen parangón en la historia. Ha sobrepasado el legado de muchos presidentes. Joe controló el Covid ¿Se acuerdan de aquello? Ha creado millones de trabajos. Ha unido a demócratas y republicanos (…) y ha buscado soluciones juntos. Siempre ha alzado la voz por aquello en lo que ha creído. En el presidente veo honestidad, integridad, su grandísimo corazón y su profundo amor por nuestro país. Nunca ha olvidado de dónde viene. El presidente lucha por el pueblo estadounidense y le estamos inmensamente agradecidos por ello. Seamos claros: Joe no está acabado. Hay mucho por hacer con su visión. Es un inmenso honor para mí, tener el apoyo de Joe en esta campaña y es mi intención salir y lograr esta nominación y ganar. En los días que quedan por delante, estaré con ustedes para unir al demócrata, al pueblo y para ganar estas elecciones.”

            Sin lugar a especulaciones, la virtual candidata demócrata se ha convertido en un verdadero “quebradero de cabeza” para Donald Trump y sus colaboradores más cercanos, sino veamos la última encuesta realizada por Reuters/Ipsos en la que Harris tiene a su favor un 44 por ciento de los votantes, con dos puntos sobre Trump, quien tiene el 42 por ciento. Una semana antes, otra encuesta a nivel nacional, indicaba que ambos candidatos, ella de 59 años y él de 78, estaban empatados; pero el repunte de la señora Harris ha sido asombroso e inesperado para aquellos que son los más escépticos. Ante estos resultados a priori, “la guerra de nervios” se desató en las tiendas republicanas y comenzaron con lo mejor que ellos saben hacer: los ataques de todo tipo, dirigidos a la persona que les incomoda o les resulta peligrosa a sus aspiraciones.

            Esos ataques han sido cobardes, dirigidos directamente a la naturaleza de la mujer con temas sexistas, hasta pornográficos, que buscan enviar a la imagen de Kamala Harris hasta lo más bajo y sórdido que se pueda hacer. Por ejemplo, los republicanos repiten y repiten una y otra vez, que Harris ha logrado lo que ha conseguido “a punta de cama”: “Ascendió usando la cama.” Citan cobardemente, auspiciados y aplaudidos por el cabecilla de todos ellos que es el degradante y degradado Donald Trump, especializado en ataques de esta ruindad. Otra frase que pretende ser hiriente de parte de los seguidores de Trump, acusado y hallado culpable de comprar favores de una actriz del cine porno, dice “Harris la facilona”, o sino “mamadas Harris”, “Kamalasutra”, “Putahontas” y la lista abarca varias páginas, pues se han convertido en algo interminable. Sin embargo, estos ataques no son nuevos, nada novedoso se les ha ocurrido a los republicanos y han echado mano a la basura que desataron y crearon en el 2020, cuando la atacaron de igual manera; y tanto en aquel entonces como ahora, quien dio “la orden de salida” fue el mismo Donald Trump, un viejo sátiro al que los temas carnales le satisfacen y le han envuelto toda su vida desde muy joven.

            Pero argumentaciones como la de Nina Jankowicz, la activista que realizó un estudio en el 2021 sobre los insultos a las mujeres en la política, ponen a cada quien en su sitio: “Es importante etiquetar estas narrativas y mentiras –ha dicho-, como lo que son: un intento de socavar el servicio público de una mujer poderosa (en este caso Kamala), debido a su género, su origen, su color de piel…” Y recordó que en el 2021, fue la misma Kamala Harris la más castigada por la bocaza y los dardos hirientes de Trump y los suyos. Ya el 4 de julio del presente 2024, cuando se rumoraba que la señora Harris iba a sustituir a Joe Biden como candidata demócrata, Trump escribió en su red social que ella “había realizado una campaña muy mala en el pasado. ¡Pero eso no significa que no sea una política ‘muy talentosa’! Pregúntenle a su mentor, el gran Wille Brown, de San Francisco.” Refiriéndose a un viejo rumor, atizado durante la campaña del 2020, de que Kamala Harris comenzó su carrera en los años 90s, gracias únicamente a sus relaciones sexuales con Brown, quien era alcalde de la ciudad de San Francisco, y había sido su amante a pesar de que aquel estaba casado. Pero una investigación de la agencia de noticias Reuters, desmintió el bulo y acotó que Brown llevaba 13 años separado de su mujer y su noviazgo con Harris fue perfectamente público, hasta el día cuando terminaron la relación en 1995. En todo caso, Trump lo hacía con premeditación malévola y con el profundo deseo de desprestigiar a la mujer que representaba en alguna medida a los demócratas en las elecciones que él perdió contra Biden. Para Donald Trump “las mujeres alcanzan lo que quieren, conquistando sexual y previamente a los hombres.” Pero ese estereotipo alcanza también, sin que él lo desee, a sus dos hijas y a su propia esposa, Melania, de quien se podría decir que está casada con él y le ha soportado sus desatinos y desafueros, solo por el dinero que él posee.

            Para terminar con este tema, traemos a colación lo publicado por el activista ultra, Matt Walsh, un seguidor a rajatabla de Trump, para que lo lean 12 millones de usuarios de la red social X: “(Kamala Harris) se inició en la política, acostándose con Willie Brown. Se convirtió en vicepresidenta porque Biden necesitaba una mujer no blanca en su candidatura. Ha hecho una carrera pidiendo limosna a hombres poderosos.” Y finaliza su sórdido texto preguntándose cuántos abortos ha tenido Harris por culpa de su “irrefrenable historial sexual.” Esa es la clase de política, de campaña, que hacen Trump y sus tóxicos seguidores en contra de esta mujer hija de inmigrantes jamaiquino (su padre) e hindú (su madre), y quien se ha labrado una carrera dentro de la política y el Derecho, con base en el esfuerzo y lucha honesta y que tiene grandes posibilidades de derrotar a uno de los individuos más canallas que ha aparecido en el panorama electoral de los Estados Unidos en toda su historia, Donald Trump, quien, con su paso por la Casa Blanca, significó enorme inestabilidad tanto para su país como para el resto del mundo y quien no puede repetir esos mismos excesos, odios y violencia por el bien de la especie humana.

            Kamala significa esperanza y tranquilidad. Donald Trump, por el contrario, sería el retorno a los peores años que la presidencia de los Estados Unidos ha experimentado desde la independencia y fundación de esta nación como Estado soberano. Harris podría ser perfectamente la detente a la crueldad y la barbarie, al derrotar en noviembre próximo a este troglodita que se ha apoderado del Partido Republicano.

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