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BUENOS AIRES-(Especial para The City Newspaper) Que estas situaciones –y otras más engorrosas- sucedan en este país suramericano (no europeo, como dicen ser los argentinos), no es ninguna sorpresa. Tarde o temprano la corrupción (y otros desmanes más), iban a salir a la superficie, sin importar el gobierno que estuviera en la Casa Rosada (nombre que es una burda emulación de la Casa Blanca, en Washington), sede del Poder Ejecutivo.
Sin dilatar más en el tema, el actual gobierno del histriónico Javier Milei, está en medio de un escándalo, de esos que gustan tanto a los argentinos, y que involucra a su hermana, Karina Milei, quien funge como secretaria general de la Presidencia (cualquier parecido con el nepotismo o la familia repartida en el Estado, es una “simple casualidad”). Lo cierto es que la corrupción ha salpicado fuertemente al actual Gabinete, poco tiempo de haber asumido el mando de la nación y haberse erigido como “la salvación económica y social” de la Argentina.
Hubo una filtración de audios, además de mal manejo de dólares en forma de “coimas” (sobornos) y por esa causa se ha desatado una tormenta política de posibles gravísimas consecuencias. Para comenzar mal, la situación ya repercutió en lo económico, con el aumento de la divisa americana (dólar), en un 2,6 por ciento; y las acciones argentinas que se desplomaron en un 10 por ciento.
El periodista Mauro Federico difundió unos audios en los que Diego Spagnulo, quien fungía como titular de la Agencia Nacional de Discapacidad(Andis), dejaba escuchar que Karina Milei y su asesor, Eduardo “lule” Menem, manejaban un circuito de corrupción. El entramado facilitó a la hermana del presidente argentino, otorgar millonarios contratos por la compra de medicamentos a empresas farmacéuticas, a cambio de una comisión que osciló entre el 3 y el 8 por ciento. Una comisión que, desde luego, iba a parar a sus cuentas bancarias particulares y al margen de la ley, por supuesto.
Poco tiempo después de esta publicación que comenzó a mover las opiniones de los argentinos, los agentes policiales se apersonaron ante Spagnuolo y le decomisaron su teléfono celular; mientras, en otro sector de Buenos Aires, era detenido Emmanuel Kovalivker, uno de los dueños de la empresa farmacéutica Suizo-argentina, involucrada en los sobornos a Karina Milei, hermana del presidente. En el instante de su detención, portaba US$266,000 en efectivo. Y mientras esto sucedía, el hermano de Kovalivker, llamado Jonathan, se fugaba con destino desconocido y la policía encontraba en su casa de habitación las cajas fuertes abiertas y vacías.
El diario La Nación, uno de los dos más importantes de este país junto a Clarín, había revelado anteriormente que los contratos entre el gobierno de Javier Milei y la empresa de fármacos Suizo-argentina, se dispararon en un 2,678 por ciento, hasta alcanzar los 108,299 millones de pesos (unos US$79,7 millones). Sin embargo, cuando la prensa ha querido encontrar al mandatario y preguntarle sobre este sórdido tema, Milei se ha negado atenderlos y no ha querido hablar directa y claramente del escándalo que nubla a su gestión al frente del gobierno. Solamente ha desatinado al decir con su característica y desenfrenada verborrea: “Están molestos porque les estamos afanando (robando) los choreos (negocios turbios),” aunque esta afirmación, según sus críticos, ha sido una “incriminación no premeditada.”
En tiempo no muy lejano, exactamente en octubre del 2013, Javier Milei alzaba el estandarte de la anticorrupción, especialmente cuando cerraba la campaña presidencial que le hizo ganador. Fue cuando dijo ante los votantes: “Argentina dejará de ser tierra fértil para los políticos corruptos.” No obstante, con este escándalo ya son dos los que ha tenido que enfrentar el actual Gabinete de Estado; el primero fue el estallido de la criptomoneda $LIBRA, a comienzos del presente año (2025), cuando el propio Milei se desmarcó al decir que él solamente hizo una “recomendación” de invertir en esa moneda; pero que la responsabilidad pertenecía a quienes hicieron las inversiones y perdieron grandes cantidades de dinero posteriormente.
En este segundo escándalo, el corazón del oficialismo ha sido golpeado con dureza y ha erradicado la retórica de la anticorrupción, involucrando, de paso, a la hermana del mandatario, Karina Milei, quien, para peores señas, es la persona de mayor confianza de aquel. Según los analistas políticos argentinos, Karina es “uno de los pilares sobre los que se sostiene el poder político” del presidente.
Recapitulando, el pasado 20 de agosto, el programa “Data Clave” del canal de streaming, “Carnaval Stream”, difundió los audios en los que se escucha a Diego Spagnuolo, quien fungía como director de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), cuando revelaba un esquema de sobornos en la compra del gobierno de medicamentos. En esas grabaciones, Spagnuolo, un abogado muy cercano a Javier Milei y defensor de algunas de sus causas, describe con toda claridad un sistema de retornos sobre los contratos de medicamentos; es decir, un 8 por ciento de cada adquisición era destinado a pagos ilícitos, de los cuales, un 3 por ciento iba dirigido a las cuentas de Karina Milei.
Cada vez que Andis, el organismo que depende del Ministerio de Salud, adquiría medicamentos a través de la farmacéutica Suizo-argentina, parte del dinero no se destinaba únicamente a pagar los productos, sino que se desviaba como soborno a ciertos funcionarios, con una porción destinada a Karina Milei. En apariencia, el presidente estaba al tanto de las circunstancias. “Yo hablé con el presidente –manifestó Spagnuolo-: “Javi, está pasando esto. (Pero) no corrigieron nada. Siguieron… cosas así. Bueno, está bien que… que están choreando. Sábes que tu hermana está choreando. No te podés hacer el boludo (tonto) conmigo.”
En otro tracto de la grabación, se escucha al mismo personaje decir: “La gente de la suizo llama a los demás proveedores y les dice: ‘Escuchame, ahora tenés que poner, ya no es más el cinco, ahora tenés que poner el ocho. Son más chorros que los Kirchner (los anteriores mandatarios del país). Lo que pagan, lo que cobran de medicamentos. Ahora tenés que poner el ocho y lo tenés que traer a la Suizo y nosotros lo subimos a la presidencia. Por teléfono, así… tac. Con prestadores. Así se están manejando.’”
Así mismo, en los audios Spagnuolo menciona a Eduardo “lule” Menem, subsecretario de Gestión Institucional, como el organizador del esquema. De hecho, la farmacéutica Suizo-argentina aumentó significativamente sus contratos con el Estado, pasando de 3,898 millones de pesos argentinos en el 2024, a 108,299 millones en el 2025, de acuerdo a los registros públicos recientes.
El pago de las “coimas” o sobornos, se hacía por medio de Andis, la Agencia Nacional de Discapacidad, que se encarga de diseñar, coordinar y ejecutar políticas públicas, dirigidas a personas que sufren discapacidad. No obstante, con la llegada de Javier Milei al poder, en diciembre del 2023, este organismo experimentó recortes presupuestarios y fueron erradicadas más de 110,000 pensiones que se otorgaban por discapacidad laboral.
Y la farmacéutica (droguería como se le llama en este país), Suizo-argentina, es la empresa mediante la cual se canalizaban las compras de medicamentos. Funcionaba, según los audios detectados, entre los laboratorios proveedores y los funcionarios del actual gobierno.
Sin duda, estas revelaciones han significado una estocada en el centro del cuerpo del gobierno argentino. Además, los votantes y el público en general, están muy disgustados con Javier Milei y su grupo de colaboradores y se lo demostraron recientemente cuando un grupo de argentinos agredieron a la caravana de autos en la que viajaban Javier Milei y varios de sus colaboradores, dentro de los cuales iba incluida su propia hermana, quien, como hemos visto, está en el “ojo del huracán”, debido a su participación en este entramado corrupto.
Sucedió en Lomas de Zamora, en la provincia de Buenos Aires, sitio de donde tuvo que ser evacuado Milei, cuando varias personas arrojaron objetos a la camioneta descubierta en la que viajaba. Allí estaban en un acto electoral, pues las legislativas serán prontamente. Junto a ellos estaba el principal candidato del oficialismo en esta provincia, José Luis Espert. Fue tal la violencia desatada por la furia de los ciudadanos, que Karina Milei sorteó un objeto mientras trataba de dirigir un discurso a los seguidores de su partido. En ese preciso momento, el cordón de seguridad que había en torno suyo y de sus acompañantes, desplegó valijas balísticas para proteger a la comitiva. Después, los subieron a unos autos de seguridad en color negro, mientras el candidato al congreso, Espert, huyó del lugar en una motocicleta, cuyo dueño se ofreció a transportarlo precipitadamente.
“Los proyectiles” que lanzaron, según el parte policial dado a conocer, fueron piedras y huevos; lo cual hizo que Javier Milei se pronunciara pocas horas después desde la presidencia de la república y en su cuenta en X, cuando responsabilizó de los ataques a los “kukas”; es decir los kirchneristas. Indicó en la misma red social que se trata de “tira piedras carentes de ideas, (que) recurrieron otra vez a la violencia.” Sin embargo, no puede ocultar el momento ni el hecho, llenos de tensión, en los que se encuentra el pueblo argentino, debido a los actos corruptos que aquí se han relatado y que parten prioritariamente de la hermana del mandatario, Karina Milei, quien no ha salido todavía a la opinión pública a dar su versión, acallar las acusaciones, desmentirlas o pedir perdón. Mucho menos ha ofrecido la posibilidad de renunciar a su alto cargo.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, indicó que “el kirchnerismo organizó un ataque al presidente en Lomas de Zamora, poniendo en riesgo a la gente y a las familias que lo fueron a acompañar. Para recuperar algo de poder, siembran violencia y caos.” Escribió también en su cuenta de X.
Por su lado, el vocero de la Presidencia, Manuel Adorni, fiel “escudero” de Milei, escribió acerca de este incidente: “Las piedras no son más que la muestra más fiel del final del kirchnerismo.” Sin embargo, evitó también manifestarse en torno al caso de la corrupción que ha sido develada en el gobierno que él representa y para el que trabaja.
Antes de estos actos violentos, Javier Milei había decidido la “remoción preventiva” de Diego Spagnuolo, ahora ex director de Andis y quien difundió los audios; e hizo hincapié el mismo mandatario de un supuesto uso político de esas grabaciones, por parte de la oposición, en el marco del año electoral. El texto de la separación del dignatario es el siguiente: “Frente a los hechos de público conocimiento y ante la evidente utilización política de la oposición en año electoral, el presidente de la nación ha decidido, de manera preventiva, la remoción del cargo del director ejecutivo de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo.” Así según el comunicado publicado por la Vocería Presidencial.
Así mismo, apartó del Gabinete a Daniel Garbelllini, director Nacional de Acceso a los Servicios de Salud de Andis, quien era el responsable de las compras de medicamentos en la agencia.
Una semana después de que se filtraron los audios, finalmente compareció Javier Milei ante el gran electorado argentino para asegurar que “las declaraciones del exfuncionario de Andis, son falsas. Todo lo que dice Spagnuolo es mentira. Lo vamos a llevar a la justicia y vamos a probar que mintió.” Afirmó Milei ante la pregunta de un periodista de C5N, mientras se dirigía encabezando la caravana que lo llevaba hasta Lomas de Zamora, donde él y su comitiva fueron agredidos por un grupo numeroso de indignados por la corrupción flagrante que se ha dado en su gobierno.
También rindió declaraciones a los medios de prensa, Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados y primo de Eduardo “lule” Menem, quien dijo que “todo se trata de una monumental operación a 15 días de las elecciones en el último reducto del kirchnerismo.” Y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, manifestó que se ha tratado de una “operación política y de acusaciones sin fundamentos” en contra del gobierno que él representa. Estas palabras suyas las dejó escuchar durante la presentación de su tercer informe de gestión ante la Cámara de Diputados.
Así se está defendiendo el gobierno de Javier Milei ante la avalancha de disgustos y ataques que está experimentando, desde el momento mismo cuando los audios incriminadores salieron a la luz.
Antes de ser electo presidente de la República, la vida personal de Javier Milei llamaba la atención en el sentido de que vivía solo, acompañado por unos grandes perros, sin novia, sin compañera de vida, sin esposa, sin madre o alguna mujer que le acuerpara en esos momentos que son tan importantes en la vida de todo hombre que se considere normal. Empero, una vez alcanzado el poder, fue emergiendo la figura de su hermana Karina, quien, desde entonces, ha lucido fuerte, segura, sólida y el pilar central alrededor del cual, no sólo gravita la gestión de gobierno de Javier, sino también su vida entera.
Para el especialista en comunicación política, Gonzalo Sarasqueta, director del Máster en Comunicación Política y Empresarial de la Universidad Camilo José Cela, Karina Milei es “intocable” para el presidente. Por esa razón, al ser el centro de las acusaciones de ser una de las principales beneficiarias por las “coimas”, ha significado un golpe fortísimo en el alma, el ánimo y la seguridad del mandatario argentino. No en balde ella es la persona de mayor confianza para Javier, desde mucho tiempo antes de alcanzar la presidencia del país. El rol de esta mujer en materia gubernamental, es considerado clave en la estructura del poder y resulta casi imposible imaginarse al presidente alejarse de ella, a pesar del enorme escándalo que ha causado. “Milei es la economía y Karina es el armado político. Son los Milei los que gobiernan, no Milei solo. Por eso, si cae Karina, significaría un desplome anímico y emocional para el presidente. Javier Milei no concibe un gobierno sin su hermana, ya que a él le aburre la política. Lo aburre la rosca, la distribución de poder, estar constantemente dando premios y castigos; todo eso que implica la política diaria le aburre. Entonces la que se encarga de eso, mal o bien, es Karina.” Explica Sarasqueta al telediario France 24.
Y para el abogado y analista político, Federico Miravet, la decisión del mandatario de no desplazar o despedir a ninguno de los funcionarios mencionados en los audios, revela sólo una cosa: “que la motosierra del gobierno encontró su límite. No echaron a ninguno de los implicados, porque corre riesgo de quedar en evidencia que la propia Karina, ‘el jefe’ (como le dicen en la Casa Rosada), podría estar detrás de todo. El problema de Milei es que suele manejar las crisis recurriendo a Karina, pero ahora la situación se complica porque la crisis misma involucra (directamente) a Karina.” Aclaró a los periodistas que le cuestionaron sobre el incidente.
En estos días en los que el gobierno yace en lo profundo del abismo de la crisis, de credibilidad y enojo generalizado de parte de la población votante, la causa sigue su camino en el juzgado federal que está a cargo de Sebastián Casanello, quien delegó la investigación en el fiscal general, Franco Picardi.
Tras el allanamiento por parte de la policía de la residencia de Spagnuolo, el causante de este desaguisado que tiene en “la cuerda floja” a todo el Gabinete de Estado y en particular a Karina Milei, quien no ha expresado palabra alguna referente al caso, y haber procedido a la incautación de dos celulares del mismo Spagnuolo, para examinarlos con detalle, ha trascendido que no se encontraron conversaciones de éste con Javier ni Karina Milei, pese al vínculo cercano que mantiene con ambos; sin embargo, subsiste la sospecha de que pudieron haber sido borradas por el propio acusado cuando estalló la crisis.
De acuerdo a una versión aparecida en un reportaje publicado por el influyente diario La Nación de Buenos Aires, “el análisis preliminar de la fiscalía reveló que no se trató de un formateo completo del dispositivo, sino de una eliminación selectiva de mensajes presuntamente intercambiados con los hermanos Milei.” La justicia también sigue de cerca a los hermanos Emmanuel y Jonathan Kovalivker, dueños de la farmacéutica Suizo-argentina, que pagó las “coimas” a unos y otros, dentro del gobierno de la república.
Emmanuel fue interceptado por la policía cuando intentaba huir del exclusivo barrio de Nordelta, portando US$266,000, que llevaba distribuidos en varios sobres; mientras su hermano Jonathan, se presentó voluntariamente en los tribunales federales de Comodoro y entregó su celular, mismo que será examinado puntillosamente, como dicta la investigación.
Mientras la Justicia avanza con la investigación y se analizan los audios y documentos incautados, el futuro político del oficialismo se ve amenazado por la desconfianza creciente en el electorado y la presión mediática. La forma como se maneje esta crisis podría definir no solo el rumbo de la gestión actual, sino también el desenlace de las próximas elecciones nacionales.
Frente al pueblo argentino, el gobierno de Javier Milei se desquebraja, se parte en dos, se fractura peligrosamente y así lo demuestra la consultora AdHoc, cuando señala que las menciones negativas contra el presidente son muy significativas en estas fechas: el caso ha afectado la imagen del mandatario, insiste. Mientras tanto, la Universidad Torcuato di Tella publicó que la confianza en el actual gobierno se derrumbó en un 13,6 por ciento, la más baja desde que el libertario asumió el poder en diciembre del 2023. Y en el Congreso, la oposición solicita crear una comisión para investigar las acusaciones por corrupción que pesan sobre Javier Milei y su gente. El presidente, en su defensa, no deja de repetir que toda esta polémica “tiene tintes electoralistas impulsadas por el kirchnerismo. Tenemos que tomar conciencia de que hoy el Congreso está secuestrado por el kirchnerismo y desde allí intentan todas las semanas hacernos volar por los aires. ¡Pero no lo van a lograr!” Exclamó un golpeado, anímicamente, Javier Milei.
El próximo 7 de septiembre se realizarán las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, que es el distrito más grande del país; y el 26 de octubre de este mismo año, se renovará el Congreso Nacional. De ahí la preocupación que cunde en las profundidades de la Casa Rosada en estos instantes. En otras palabras, el gobierno teme que el escándalo sume nuevos capítulos que afecten su imagen –de todos modos muy afectada según hemos repasado-, erosionen (más) la confianza de los votantes y compliquen la estrategia electoral de cara a los comicios próximos. Sin embargo, pesa a favor de Milei el hecho de que la oposición presenta en estos días una alternativa débil; pero “por eso, por más burdos que sean, este tipo de escándalos no tienen muchas chances (oportunidades) de afectar los resultados. Este tipo de hechos podría, incluso, alimentar la no participación, en lugar de mover votantes hacia la oposición.” Según razona el analista Miravet y añade: “No creo que el caso tenga un impacto inmediato en los comicios bonaerenses; pero podría generar consecuencias en las elecciones nacionales de octubre, si continúa destapándose la trama.”
Y en opinión de Gonzalo Sarasqueta, “el hecho no impactará demasiado porque la corrupción no figura entre las principales prioridades de la ciudadanía. Si uno observa la historia de Argentina en los últimos 35 años, como durante el menemismo (del ex presidente Carlos Ménem) o la gestión de Cristina Fernández, los casos de corrupción no siempre afectan los resultados electorales de manera directa. Sin embargo, la historia podría ser diferente (ahora), si el escándalo sigue escalando. Si la evidencia aumenta y deja de concentrarse en un área específica –por ejemplo, (…) en la obra pública o en otros sectores del gobierno-, estaríamos hablando de algo más que un caso aislado de corrupción: sería un estilo claro de gestión.” Puntualiza.
En todo caso, evidentemente este asunto apenas comienza. La policía está en las primeras “de tanteo” y las declaraciones de los implicados serán clave en todo este entramado corrupto. También, una orden posible, emitida por la fiscalía contra Karina Milei para que entregue su celular (o celulares), más la apertura de sus cuentas bancarias, podría arrojar más luces en torno a este desaguisado. Aunque, la verdad, los argentinos parece haberse habituado a este tipo de situaciones, tan repetitivas desde las épocas de los Perón en el poder, pasando por la Junta Militar y los distintos gobiernos seudo-democráticos hasta llegar al presente. Habituados del todo, cuando es perentorio hallar comida, trabajo y salir del atascadero financiero-social que les aqueja desde hace muchos años atrás. Esa sí que es una prioridad, antes que una “coima” para Karina Milei.
LA HAYA, Países Bajos-(Especial para The City Newspaper) La Corte Penal Internacional, que es el brazo ejecutor de la justicia de las Naciones Unidas y por ello está en pleno derecho de solicitar, por medio de su fiscal, la investigación y detención de los potenciales criminales de guerra que se hayan repartidos en distintos países en la actualidad, ha solicitado la detención del genocida israelí, Benjamín Netanyahu, quien se hace llamar a sí mismo “Primer Ministro”, pero que sus consabidas características en el poder de Israel, son las de un dictador y más que un dictador… es un tirano y además… genocida.
Naciones como Suráfrica, tan sensible a estos asuntos del apartheid, sufrido en carne propia por su pueblo mayoritariamente de raza negra, más la adición de Colombia, Egipto y Brasil, solicitaron a la Corte Penal Internacional (CPI), que actúe sin dilación en el caso de Netanyahu, quien desde hace un año ha estado aniquilando al pueblo palestino y desde hace unos pocos meses, está haciendo lo mismo con la población de su vecino Líbano.
Ciertamente, Benjamín Netanyahu tuvo una clara opción de liberar a los más de mil rehenes capturados por la facción armada Hamás, en octubre del 2023, pero prefirió tomar el camino o la decisión más sanguinaria que sólo a él se le podía ocurrir: masacrar a la población de la Franja de Gaza, que vivía aglomerada allí en un número superior a los 2,5 millones de personas.
¿Cuáles motivos empujaron a este judío para cometer genocidio en Gaza? Lo vamos a resumir en tres puntos únicamente, aunque hay más de fondo: 1. Porque su naturaleza, su genética, es la de un asesino. Es el primer aspecto que se debe tomar en consideración al analizar la personalidad de este maniático que encabeza al gobierno israelí, sin darle mucho afán a la idea. 2. Porque su situación política en el interior de Israel era tambaleante; esto es debido a una reforma que él mismo impulsó para quitarle poder al aparato judicial y otorgárselo al Ejecutivo, que es el que encabeza él mismo en condición de dictador. Esa desafortunada determinación de Netanyahu, antes del secuestro de los rehenes perpetrado por Hamás, tenía a los israelíes vociferando en las calles de Tel Aviv y Jerusalén, incluso frente a la misma casa de Netanyahu, para que se bajara de una vez por todas del seno del gobierno. El ataque de los guerrilleros de Hamás, el 7 de octubre del 2023, fue una oportunidad “de oro” para Netanyahu, quien ya había utilizado anteriormente este mismo recurso, de atacar a Palestina, para desviar la atención interna hacia lo internacional. Y 3. Porque en el fondo de su alma, de sus negros sentimientos, este judío siempre ha deseado exterminar al pueblo palestino y traspasar Cisjordania y la Franja de Gaza a los colonos hebreos, que están deseosos de arrebatar esas tierras que no les pertenecen desde ningún punto de vista.
Nótese, entonces, que Benjamín Netanyahu rara vez habla de los rehenes que están todavía en poder de Hamás, porque lo que realmente le interesa a él es el exterminio de los gazatíes y por eso bombardea desde suelo israelí el territorio de Gaza; también impide que entre la ayuda occidental a los palestinos con hambre, heridos y con sed. Incluso, el ejército judío, un verdadero comando de exterminio racial, ha atacado a ONGs humanitarias, a misiones de la ONU y a todo aquel que se solidarice con los condenados a muerte de Gaza y lo ha hecho sin el menor reparo, sin que le remuerda la consciencia y sin importarle tampoco la opinión de la comunidad mundial que le señala con el dedo acusador, debido al genocida que es. Incluso, en el último discurso que pronunció ante el pleno de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 98 por ciento de los delegados de todos los países adscritos a la ONU, abandonaron el salón y dejaron al genocida hablando a unos asientos solitarios y abandonados. Tal es la vergüenza, el estupor, el rechazo y la animadversión que este asesino, el mayor del Siglo XXI, que ha superado con creces al ruso Vladímir Putin, causa a diario en toda la circunferencia de la Tierra.
¿Qué era lo que correspondía a un Primer Ministro de Israel que fuese centrado, humano y comprensivo con la situación del asalto de Hamás aquel 7 de octubre al territorio israelí? Proteger primero las vidas de los secuestrados. De hecho, muchos de esos retenidos por Hamás, murieron producto de los ataques del ejército judío en Gaza. A Netanyahu no le ha importado absolutamente quién nace, quién sobrevive y quién muere en ese reducido espacio que conforma a la Franja de Gaza. Otra persona completamente distinta a Netanyahu, en la cabeza del gobierno de Israel, hubiese negociado con los secuestradores que pedían un intercambio de sus hombres en cárceles judías, por los civiles que convirtieron en rehenes suyos, al tomarlos por asalto cuando estaban en medio de un festival musical en territorio israelí. Ese intercambio de prisioneros hubiera mantenido la cordura, la paz, y, muy probablemente, hubiese permitido el regreso a sus casas, sanos y salvos, a los rehenes. Pero Benjamín Netanyahu observó aquello como su oportunidad para hacer olvidar a los miles de manifestantes en el interior de su país, enojados con las reformas que quería implementar a la fuerza y en contra del Poder Judicial y en beneficio de su dictadura. También, se le presentó en “bandeja de plata” la oportunidad de masacrar, peor que nunca, al pueblo palestino y llevar a efecto su deseo de exterminarlo.
El resultado es el que todos conocemos: se ha cumplido un año de un genocidio (no “una guerra” como llama con eufemismo Netanyahu, porque no tiene a un ejército enemigo al frente, sino a un pueblo desarmado e inocente), tiempo durante el cual han muerto algunos de los rehenes judíos en manos de Hamás y tampoco ha logrado la liberación de ninguno de ellos, simplemente porque eso no le importa a él, no le interesa en lo más mínimo al dictador judío, mientras lleva a cabo el aniquilamiento de una etnia, la palestina, ante los ojos del resto de la humanidad.
Es por eso y más, que estamos ante el peor asesino del Siglo XXI, un criminal llamado Benjamín Netanyahu, racista, supremacista, amigo de otros genocidas y líderes corruptos, como Donald Trump y Viktor Orban, el gobernante de Hungría.
Con base en lo que se ve a diario en Gaza, la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, Países Bajos, ha dictado orden de captura para este criminal israelí, junto a su ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien fue destituido hace pocos días atrás por Netanyahu, debido a “algunos rasgos de humanidad” que mostró aquel en el terreno donde se llevan a efecto las masacres en Gaza. Sobra decir que la comunidad internacional está de plácemes, exultante, por esta noticia que bien podría ser una enorme y justa realidad, si este dictador, tirano y criminal fuese atrapado en alguno de sus viajes al exterior.
Cuando apenas la CPI recibía las peticiones de Suráfrica y otros gobiernos en contra de Israel y su tirano, el Estado judío intentó impugnar dicha captura; pero se adelantaron a la Corte Internacional, y ésta, por medio de la Sala de Cuestiones Preliminares, rechazó por unanimidad la exigencia israelí para que se desechara la idea de capturar a Netanyahu. En acto seguido, el gobierno de Israel alegó ante la misma CPI que no reconoce su jurisdicción; es decir, Israel no es signatario de dicha Corte, y por esa razón puede continuar con su masacre en Gaza, porque la CPI no tiene el alcance para influir en las decisiones que tome el Estado judío. Fue cuando los israelíes exigieron (así como se lee… “exigieron”), a la CPI que detuviera “cualquier procedimiento relacionado con la situación (en Gaza), incluyendo la consideración de las solicitudes de órdenes de arresto.” Un acto de prepotencia, de ese creerse que los judíos están por encima de todas las leyes que la humanidad ha creado para respetarse, regirse y hacer justicia, porque “su dios” les ha dado ese aval de sentirse “y ser” superiores a todo orden establecido por el resto de los hombres. Fue entonces cuando los magistrados internacionalistas rechazaron ad portas esa exigencia, que es otra prueba de que los israelíes se consideran inmunes, intocables y no punibles allí donde sea y cuando llevan a cabo sus crímenes horrendos a los que ya nos tienen acostumbrados desde 1948, cuando comenzaron a arrebatarle sus tierras al pueblo de Palestina.
Y es que ese es el principal desajuste que sufren los judíos alrededor del mundo, o en los países que sus padres elijen para que nazcan sus hijos (fuera de Israel), el de creerse por encima de todas las leyes humanas, como hemos subrayado en las líneas de arriba, y por esa razón son dados a cometer delitos tan infames como las violaciones a jovencitas (recordemos el caso reciente de Jeffrey Epstein), o el mismísimo genocidio que están llevando a cabo en Palestina, en Gaza propiamente. No conformes con ello, están perpetrando otro genocidio en forma paralela en el Líbano, en estos momentos. Y en lo profundo, yacen los mil y resto de judíos secuestrados por Hamás, de los que rara vez habla Netanyahu. Pero si llegasen a morir por una u otra causa, se acabaría su gobierno de facto en Israel y podría ser encarcelado por los mismos israelíes por una serie de violaciones y cuestionamientos causados por él mismo, contra el orden interno de esa nación.
La orden de captura de la CPI contempla también la aprehensión del líder de Hamás, Mohammed Deif, a quien, según la inteligencia israelí, asesinaron en uno de los tantos bombardeos contra Gaza, en junio del 2024. Deif era el jefe del ala militar de Hamás. Sin embargo, su muerte no ha podido ser confirmada y obedece, por ahora, a un rumor de parte del alto mando judío. La Corte Penal Internacional, en tales casos, señala que los tres, Netanyahu, Gallant y Deif, tienen que hacer frente a las acusaciones por crímenes de guerra y de lesa humanidad en la Franja de Gaza.
Los hechos acaecidos desde el 8 de octubre del 2023,
son sumamente claros: para liberar a un poco más de mil rehenes tomados por Hamás, los israelíes han bombardeado y
asesinado –en represalia y obedeciendo a su política de exterminio-, a más de
300,000 ciudadanos palestinos inocentes, entre quienes se hallaban mujeres,
niños, ancianos y hombres de trabajo, ajenos al conflicto armado. En
consecuencia, la Corte Penal
Internacional (CPI), con sede en La Haya, Países Bajos, ha ordenado la
captura del principal implicado en esas masacres y no es otro que el dictador
de Israel, Benjamín Netanyahu y su ex ministro de Defensa, Yoav Gallant. La
Corte ha expresado así su decisión de capturar y juzgar a ambos genocidas: “No
es necesario que Israel acepte la jurisdicción de la Corte, ya que ésta puede
ejercer su jurisdicción sobre la base de la jurisdicción territorial de
Palestina, como se determinó anteriormente. Los Estados no pueden impugnar la
jurisdicción de la Corte, antes de la emisión de una orden de arresto, por lo
que la impugnación de Israel es prematura.” Asevera.
Por otra parte, de acuerdo a la petición del fiscal de la CPI, de arresto de estos individuos, indica que Netanyahu y Gallant son “responsables penalmente como coautores de los crímenes de guerra, de uso del hambre como método de guerra y los crímenes de lesa humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos. También se les considera responsables, como superiores civiles, por el crimen de guerra de dirigir de forma intencionada, ataques contra la población civil en la Franja de Gaza. (…) Ambos privaron intencionadamente a la población civil de Gaza, de bienes indispensables para su supervivencia, incluidos alimentos, agua, medicinas, combustible y electricidad, entre octubre del 2023 y mayo del 2024. Ese bloqueo tuvo graves consecuencias, incluida la muerte de civiles, incluidos niños, debido a la desnutrición y la deshidratación.” Cita de manera textual el documento emitido por la CPI.
Fundamentados en lo anterior, en esa orden de captura extensa y explícita, tanto Benjamín Netanyahu como su ex ejecutor de los crímenes masivos en Gaza, su ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, podrán y deben ser detenidos y enviados a La Haya sin dilación, por aquellos gobiernos que son signatarios de la Carta de la CPI y sólo estarán seguros cuando viajen a naciones que no estén dentro de la jurisdicción de la misma Corte. Netanyahu, a partir de ahora, si estuviere dentro del gobierno judío o fuera de él, sabe que podrá ser detenido y puesto en una celda para ser juzgado posteriormente en esta nación europea, en Los Países Bajos.
Por su parte, mientras estaba de visita en Amán, Jordania, el alto representante de la Unión Europea (UE), para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el español Josep Borrell, manifestó al respecto que la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI), “debe ser respetada y aplicada en todo su peso, ya que se trata de la decisión de un tribunal y no es una decisión política.” manifestaciones las dejó escuchar en rueda de prensa conjunta con el ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi. Seguidamente, Borrell exigió a Netanyahu que explique “cuál es su solución para el conflicto palestino-israelí; y si éste se trata de la aniquilación de los palestinos, la comunidad internacional no lo aceptará. Si no quieres la solución de los dos Estados –prosiguió Borrell-, cuenta al mundo cuál es tu solución; porque si la solución es la aniquilación de los palestinos, esto no pasará y la comunidad internacional no lo aceptará.” Aseguró el diplomático de la UE.
En acto seguido, al continuar su conversación con los periodistas, Josep Borrell añadió que “la única solución al conflicto es dar a los palestinos un Estado, su dignidad y libertad. No veo ninguna otra solución. Si alguien está en contra de esta solución, parece que Netanyahu está en contra de esta solución, entonces tiene la obligación de explicarnos qué solución quiere. Usted no quiere la solución de los dos Estados, entonces… ¿Qué quiere? ¿Cuál es su solución? Por favor, explíquenos. La respuesta no es una respuesta: es una acción. Ellos no dicen nada… ¡Hacen! ¿Y qué hacen? Es obvio: forzar a los palestinos fuera de sus tierras, expulsarlos. Esto no es una solución, porque siete millones de personas no desaparecerán ni migrarán a la Luna. Se quedarán. ¿Entonces no quiere la solución de dos Estados? Diga a todo el mundo cuál es su solución. Porque la aniquilación de los palestinos no sucederá. Toda la comunidad internacional no lo aceptará.” Puntualizó Borrell, una vez que se dirigió directamente a Benjamín Netanyahu, quien, lo mismo que a Antonio Guterres, el Secretario General de la ONU, los ha calificado, como siempre hacen los judíos, de “antisemitas”, de estar en contra del pueblo judío y poco le ha faltado para encasillarlos dentro del nazismo, una queja recurrente, un argumento pobre de los judíos de hoy y de siempre, contra aquellos que no estamos de acuerdo con sus excesos, sus exterminios masivos, en este caso contra los gazatíes y todo lo que signifique Palestina.
Es evidente que Netanyahu y su grupo, incluyendo a los colonos que arrebatan tierras a los habitantes de Gaza y Cisjordania, no quieren la creación de un Estado palestino, porque la intención, el plan callado que no mencionan, pero que ejecutan clara y concretamente, es el exterminio del pueblo palestino, una acción que han venido haciendo a través de los años y que en los últimos 12 meses se ha intensificado abierta y descaradamente de parte de los genocidas que residen en Tel Aviv.
Para concluir, una faceta de esta problemática humanitaria es la que acaba de denunciar la ONU, en relación con el “saqueo sistemático de la ayuda a Gaza”, mientras ésta llega con mucha dificultad, debido a múltiples obstáculos que ponen los israelíes en perjuicio de los damnificados por los ataques del ejército judío. Lo cierto es que los palestinos desplazados se agolpan para comprar, a muy altos precios, el pan en la única panadería que queda en pie en la ciudad de Jan Yunís. “La situación humanitaria en Gaza se deteriora continuamente –afirma la ONU-, ya que Israel sigue obstaculizando la entrada de ayuda en medio del conflicto. El saqueo de la ayuda humanitaria en Gaza se ha convertido en algo sistemático y debe cesar de inmediato.” Según denuncia hecha por el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, después del peor asalto a un convoy de la ONU que fue perpetrado por soldados israelíes en territorio palestino. “Con eso se obstaculizan operaciones humanitarias vitales y se pone aún más en peligro a nuestro personal,” dijo Stéphane Dujarric y añadió: “Además, la oficina humanitaria de las Naciones Unidas dice que prácticamente no se ha entregado ningún alimento ni ayuda humanitaria, al extremo norte de Gaza, durante más de 40 días, debido al asedio del ejército israelí.”
Observadores internacionales coinciden cuando argumentan que la hambruna puede haberse instalado ya en el norte, donde Israel ha estado efectuando una ofensiva que ha abarcado varias semanas, ha matado a cientos de personas y ha obligado a decenas de miles a abandonar sus hogares. En lo que lleva transcurrido el mes de noviembre del 2024, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), informó que 27 de las 31 misiones humanitarias planeadas, fueron rechazadas por Israel, y las otras cuatro se vieron severamente obstaculizadas. Indicó Dujarric y explicó que “las ciudades devastadas como Beit Hanoun, Beit Lahiya y partes de Jabaliya, siguen aisladas.” En lo que se considera el desplazamiento de más de 75,000 palestinos, obligados por los soldados israelíes para que se marchen hacia el sur, y entre sus métodos para que este drama se efectúe, los judíos les niegan la entrega de la ayuda, es cuando el mismo funcionario de la ONU manifiesta: “El flujo de ayuda está casi en el nivel más bajo de todo el conflicto (…). En lo que va de mes (noviembre), Israel dice que ha dejado entrar en Gaza un promedio de 88 camiones al día, menos de la mitad de la tasa más alta en abril. Los grupos de ayuda dicen que sigue siendo demasiada baja.” A ello hay que sumarle el reciente robo de la carga de 100 camiones que llevaban alimentos y otra clase de ayuda humanitaria. Eso hizo que los precios se dispararan y provocara escasez en el centro de Gaza.
Para finalizar el presente reportaje sobre la realidad y actualidad que sufre el pueblo palestino, un Comité de la ONU enviado “al terreno”, para analizar las incidencias de los ataques israelíes, ha emitido un informe en el que pone de manifiesto que Israel “usa el hambre como método de guerra y ha dejado caer sobre la Franja de Gaza más de 25,000 toneladas de explosivos, que es el equivalente a dos bombas nucleares. Los métodos de guerra empleados por Israel en la Franja de Gaza, tienen las características de un genocidio. Las pérdidas civiles masivas y las condiciones impuestas a los palestinos allí, ponen sus vidas en peligro de manera intencionada. Con su asedio a Gaza –continúa el informe- la obstrucción de ayuda humanitaria, los ataques selectivos y matando a civiles y trabajadores humanitarios, a pesar de los reiterados llamados de la ONU y eludiendo órdenes de la Corte Internacional de Justicia y las resoluciones del Consejo de Seguridad, Israel está, intencionadamente, causando la muerte, hambre y heridas graves a la población de Gaza. Israel usa el hambre como método de guerra e inflige un castigo colectivo a la población palestina.” Concluye el amplio documento.
Los detalles anteriores sólo corroboran las ansias de crimen que persisten en el alma de Benjamín Netanyahu y que han servido para observar en el teatro de los asesinatos masivos, con toda claridad, esa intencionalidad y práctica de parte del dictador judío. De ahí la orden de arresto emitido por la Corte Penal Internacional con sede en La Haya, Países Bajos, un tribunal que fue creado sobre la base de un tratado internacional de 1998 y al que se han adherido 124 países del mundo. Es por esa razón que Netanyahu podría ser detenido si viajara a alguna de esas naciones signatarias, porque están obligadas a hacerlo y entregarlo a la justicia por ser el peor criminal del Siglo XXI, a todas luces.
LONDRES, Inglaterra-(Especial para The City Newspaper) Era el hijo preferido de la Reina Isabel II; pero con tan poca estima hacia su madre, que le causó la muerte, debido al enorme disgusto que le proporcionó estando ella demasiado anciana para soportarlo. Incluso, de una de las cuentas bancarias de la fallecida Reina, salió la millonaria suma que tuvo que pagar para que su hijito Andrés, ex Duque de York, no fuera a juicio y eventualmente a prisión, por haber abusado de una jovencita menor de edad, en una de las mansiones-prostíbulos propiedad del pederasta judío, Jeffrey Epstein, tan de moda en los últimos años, tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos. Una basura con pies, que andaba por este mundo causando daño a las muchachas, a quienes gustaba desflorar y explotar en todas las formas posibles que permite la sexualidad fuera de control y proveniente de mentes depravadas. Parte de ese dinero cuantioso salió también de las cuentas del actual Rey de Inglaterra, Carlos III.
Pues el fétido y arrogante Príncipe Andrés, cuyo título le queda demasiado grande, sigue en problemas, a pesar, dijimos, de la suma millonaria que pagaron su madre y su hermano a la ofendida, una joven californiana llamada Virginia Giuffre, y a la renuncia a casi todos sus títulos nobiliarios, esos que suele ponerle la aristocracia encima a cada uno de sus miembros, como si se tratase de medallas honoríficas o prendas de vestir; es decir, a entero capricho de esa clase social parasitaria que subsiste en Inglaterra y otras naciones, principalmente por la estupidez de sus pueblos que suelen creer en ellos, admirarlos (!) y por supuesto… mantenerlos, pagándoles todos sus caprichos, lujos y demás gollerías a las que están acostumbrados estos Príncipes fétidos, reyezuelos y demás.
Ha sido de tal magnitud el escándalo, que los libros que los críticos y detractores de esta monarquía han escrito en el pasado, se han quedado “cortos”, debido a que todo ese cotilleo en sus páginas no es siquiera lo suficientemente fuerte como lo que ha salido ahora a la superficie de los desagües de Londres y Nueva York y en lo que está embarrado hasta su falsa corona, Andrés, ex Duque de York.
Últimamente fueron publicados correos electrónicos enviados por Andrés al pedófilo judío Jefrey Epstein, que, además de causar un profundo asco por la inmoralidad implícita en cada uno de ellos, dan motivo a la náusea de las personas decentes que los han leído. Veamos… después de que la prensa de las islas británicas publicó una foto de Andrés junto a una de las víctimas de sus abusos sexuales, propiamente el periódico The Mail on Sunday, este tipo se dedicó a escribirle al judío, gran amiguete suyo, en el que le dice en uno de esos mensajes que también ha salido a la luz pública: “¡Estoy igual de preocupado por ti! –Le dice al hebreo Epstein- ¡No te preocupes por mí! Pareciera que estamos juntos en esto y tendremos que superarlo!” Es decir, “juntos” en orgías, actos de pederastia con las muchachas que fueron previamente engañadas por el judío y su mujer, Ghislaine Maxweell, hoy en prisión, y principalmente por las declaraciones que dio a la prensa Virginia Giuffre, quien fue una mujer que estuvo siempre en desgracia, ya que fue abusada por el judío pedófilo y sus amigos y después, al marcharse a Australia, se casó con un tipejo violento que le pegaba y maltrataba en toda forma posible y acabó suicidándose en su granja, en abril del 2025, a los 41años de edad. Pero antes de que llevara a cabo su determinación, obtuvo una millonada de libras esterlinas de parte de la Reina Isabel II y del entonces Príncipe Carlos, para evitar que su hijito y hermano respectivamente, el enfermo sexual Andrés, fuese a prisión. Giuffre, en el 2022 alcanzó un acuerdo extrajudicial con la Casa Real británica, después de que su abogado conversó con el de Andrés (éste siempre negando las acusaciones, tal y como se esperaba); pero acabó perdiendo sus títulos Reales y su reputación quedó por los suelos a raíz de este escándalo. Ella acusó previamente a Epstein, a su cómplice y ex pareja, Ghislaine Maxwell, de traficar con ella, entregándola a hombres ricos y poderosos, incluido el “Príncipe” Andrés, cuando era adolescente.
De regreso al tema del eMail de Andrés al pedófilo judío Epstein, continúa: “Por lo demás, mantente en contacto. ¡¡¡¡¡¡Y pronto jugaremos un poco más!!!!!! A, Su Alteza Real el Duque de York.” Así firmó el sucio “Príncipe” (nótense las comillas) y empleó también la abreviación de su título de caballero de la Orden de la Jarretera, prestigioso cargo que ostentaba desde el 2006 y al que tuvo que renunciar debido a todo este escándalo que ha cruzado el Océano Atlántico, para tener eco en los Estados Unidos.
A juzgar por el texto anterior, en la intención de Andrés, “jugar un poco más” se refería a seguir en las orgías con menores de edad, en el futuro cercano. Ese correo, pues, significó para Andrés el inicio de su caída, el deterioro de su imagen pública y el descubrimiento de sus prácticas recurrentes de orden sexual, que llevó a cabo durante sus múltiples viajes alrededor del mundo, cuando no concebía quedarse solo en su cama de hotel, por las noches, y procedió a seducir (pagando dinero desde luego) a empleadas de los mismos hoteles, mujeres que conocía en las recepciones y a toda aquella que estuviera dispuesta a acostarse con “un Príncipe” verdadero, sin reponer que, en realidad, era una basura tan nauseabunda y detestable como la peor.
The Mail on Sunday calificó el anterior correo electrónico enviado por Andrés de “escandaloso”; y, además, el redactor del reportaje verificó el eMail con los documentos judiciales existentes y halló que coincidía plena e irrefutablemente. La reacción de Andrés fue mantenerse en el mayor de los silencios, sin emitir comentarios acerca de la información publicada por el prestigioso periódico londinense.
El correo fue enviado por el ex Duque de York al pedófilo judío, tres meses después de que ambos se distanciaron, debido a que la policía estadounidense e Interpol le pisaban los talones al hebreo, por causa de su actividad como pederasta y que había trascendido la intimidad de sus casas. Además, el mismo eMail evidencia que el “Príncipe” (el sucio Príncipe), mintió en su famosa entrevista concedida a la BBC de Londres, en la que aseguró que “nunca, nunca, nunca, nunca,” tuvo contacto con el judío, delincuente sexual, a pesar de que hay fotografías, como aquella en la que se les puede ver cuando caminaban juntos por Central Park de Nueva York, en diciembre del 2010.
En estos momentos, cuando todo ha comenzado a ponérsele “cuesta arriba” al ex Duque de York, el “niñito mimado de su madre”, debe pesarle el haber pagado la cuantiosa suma a la mujer californiana de quien él abusó, cuando era ella apenas una adolescente, porque ese pago cuantioso no sirvió gran cosa para acallar las acusaciones y confesiones que las gentes, testigos e involucrados, han ido sacando a la luz, en el devenir. De hecho, poco después de que Virginia Giuffre se quitara la vida, apareció otra revelación que ensucia todavía más al ex Duque de York, esta vez de parte del periodista James O’Keefe, quien publicó una cinta de grabación hasta entonces secreta, en la que el empresario estadounidense, John Bryan, quien formaba parte del círculo íntimo de la familia Real británica, confiesa que Andrés se acostaba con menores de edad.
El comunicador de prensa declaró también que el ex Duque le había mentido sobre su involucración en los actos sexuales con niñas: “Sabía que el Príncipe Andrés vio a Epstein (el delincuente sexual judío); pero me mintió en cuanto a esa amistad que era tan estrecha entre los dos. Luego hice un gran gesto diciendo en The Daily Mail (otro periódico inglés), que le creía a Andrés. Y luego descubrí que estaba mintiendo.” La periodista que tomaba nota de la declaración de O’Keefe, le cuestionó seguidamente: “¿Mintiendo sobre qué? ¿Sobre lo de acostarse con niñas menores de edad?” A lo que él respondió directamente: “el Príncipe Andrés se estaba follando a niñas menores de edad. Eso no está bien.”
La decepción del periodista se fundamentó en el hecho de que Andrés lo había convencido en otras conversaciones, de que era inocente de tales acusaciones y por esa razón apoyó públicamente a Andrés, porque creía, a las claras, que era inocente. Incluso confesó que elaboró una estrategia de relaciones públicas, en un texto de cinco páginas, y que difundió por todos los periódicos, estaciones de televisión y radioemisoras de Gran Bretaña, para ayudar al Príncipe a mitigar aquella crisis; y le aconsejó también expresar empatía por las víctimas de conductas inapropiadas de Epstein y que se mantuviera firme en su propia inocencia. Todo esto a pesar de las fotografías que se iban publicando de continente a continente y que mostraban a Andrés muy sonriente, en compañía del delincuente sexual Epstein y tomando por la cintura a alguna de las muchachas explotadas sexualmente.
Cuando salió del “embrujo” (entiéndase engaño) al que fue sometido por Andrés, mediante sus mentiras, O’Keefe estudió con profundidad el caso de Virginia Giuffre, quien comenzó a ser la víctima de trata del pederasta cuando apenas transitaba por los 16 años de edad, después de haber sido reclutada por Ghislaine Maxwell (quien cumple una condena en USA por 20 años de prisión), exactamente en el complejo de Mar-a-Lago, propiedad de Donald Trump, actual presidente de los Estados Unidos.
Para colmo de males para Andrés, han salido a la opinión pública las memorias póstumas de Virginia Giuffre, en las que se puede leer, sin “medias tintas”, toda la verdad de la participación del ex Duque de York en las mansiones del delincuente sexual, Jeffrey Epstein. Dicho libro es, a no dudar, un quebradero de cabeza más para la familia Real británica, debido a las constantes menciones que se hacen en este volumen escrito sobre el hijo de la fallecida Reina Isabel II. En concreto, Giuffre, quien, debido al mismo título de su libro, ahora es conocida con el sobrenombre de “la chica de nadie” (y de todos a la vez, en la cruel realidad en la que la introdujeron), vincula al Príncipe Andrés en una serie de actos sexuales que han sido difundidos nada menos que por la mismísima BBC de Londres, en el corazón mismo del Imperio británico. Ha sido una filtración que, ni lerdos ni perezosos, los ingleses de esa cadena radial y televisiva, han dado a conocer al gran público. Una razón fortísima para que Andrés, sino no optase por el suicidio, se aísle cada vez más de lo que ya lo ha hecho en su vida privada y no se deje ver por nadie, ni ver él tampoco a nadie.
La verdad es que esas memorias detallan los excesos de una red de abuso sexual, dominada por miembros de un grupúsculo (casi todos sus componentes millonarios deshonestos, con fortunas mal habidas incluso), en el que Epstein y su expareja Ghislaine Maxwell, eran el eje de ese conglomerado de depravados. En específico, Giuffre describió en el libro su primer encuentro con Andrés, en marzo del 2001, además de una serie de siniestros encuentros sexuales coordinados con el mismo Andrés, por Epstein y Maxwell: “El día de mi primer encuentro sexual (con Andrés), Maxwell me despertó –entonces con 17 años de edad-, anunciándome que sería ‘un día especial’ y que, como ‘Cenicienta’, conocería a un ‘apuesto Príncipe’. ‘Mis hijas son un poco más jóvenes que tú’, me dijo Andrés apenas conocerme.”
En otro trazo del mismo libro, Giuffre relata haber tenido relaciones sexuales con el Príncipe en dos ocasiones más, la última en una orgía en la que también participó Epstein y varias jóvenes más. Fue en la famosa isla que pertenecía al depredador sexual judío. “Epstein, Andy (Andrés) y aproximadamente otras ocho chicas jóvenes y yo, tuvimos relaciones sexuales juntos. Yo tenía cerca de 18 años. Las mujeres parecían menores de edad y no hablaban inglés. Creí que podría morir siendo esclava sexual.” Expresó esta mujer de origen estadounidense y que murió en Australia, país al que fue a residir.
Es evidente que Andrés, el hijo menor de la fenecida Reina Isabel II, se siente acorralado y sin salida alguna de esta nefasta situación en la que él mismo se ha metido, al haber elegido como amigo a un delincuente sexual, llamado Jeffrey Epstein. De hecho, la aparición del libro de memorias de la víctima Virgina Giuffre, ha sido algo así como “el último clavo del ataúd” para Andrés y las aspiraciones que podía tener todavía en su vida personal y dentro de la nobleza británica. Lo cierto es que él creyó que, con la millonaria suma de dinero que pagaron su madre y su hermano, el ahora Rey Carlos III, a la ofendida Giuffre, la vida regresaría a su normalidad anterior; pero no ha sido así, según vemos.
Y en cuanto a esa cantidad de dinero, no ha sido revelada oficialmente en el monto; pero The Daily Telegraph, otro famoso periódico inglés, estima que podría ascender a los 12 millones de libras esterlinas (unos US$16,3 millones). Y dos millones de libras fueron a dar a las arcas de la organización benéfica fundada por Virginia contra el tráfico de menores de edad, con fines de explotación sexual. En todo caso, la cantidad fue astronómica; pero el agravio fue tanto, que se convirtió en algo irreparable y mucho menos, solucionable mediante el dinero.
Y al verse “entre la espada y la pared”, la decisión tomada por Andrés ha sido la de renunciar a su título Real y así lo ha descrito el mismo implicado en el escándalo de ribetes mundiales: “Tras conversar con el Rey (Carlos III, su hermano mayor) y mi familia, concluimos que las acusaciones constantes hacia mí (que son perfectamente con fundamento), perjudican el trabajo de Su Majestad y la familia Real. (Por lo tanto) decidí, como siempre lo he hecho, dar prioridad a mi deber con mi familia y mi país.” Si esto último, “prioridad a mi deber con mi familia y mi país” fuese cierto, no hubiera incurrido en el gravísimo error en el que incurrió, al cederle su amistad, sin límites, al pedófilo judío y su esposa y lo que fue más grave… participar en sus fiestas vulgares, en las que se desfloraba a jovencitas en contra de la voluntad de ellas, evidentemente engañadas por los delincuentes sexuales.
En concreto, Andrés, con 65 años de edad, ha perdido su título de Duque de York, con efecto inmediato; esto, tras haberse retirado completamente de la vida pública después de una escandalosa entrevista por la televisión británica, que concedió en el 2019, en la que no mostró arrepentimiento por su amistad con Epstein, ni la menor empatía por las víctimas del acaudalado judío. Pero, ¿Cómo iba a mostrar arrepentimiento, si esas prácticas sucias las venía efectuando allí donde estuviera: con camareras de hoteles, meseras de restaurantes y toda aquella mujer que se dejara engatusar por este sujeto enfermo sexual o por sus emisarios que le servían para los mismos propósitos; es decir, transmitirle a las mujeres los deseos obscenos de su jefe, el Príncipe? Y esos deseos eran acostarse con cuanta mujer se lo permitiera. Algo cotidiano en él, algo “normal” y que su alto estatus económico y su posición dentro de la aristocracia británica se lo permitían.
Ahora, el consejo que se le puede dar a Andrés es que “no asome siquiera la cabeza dentro de Gran Bretaña,” pues los súbditos de su familia, esos ingenuos que creen y se sienten enamorados de la familia Windsor, podrían destaparle los sesos con un disparo certero. En tal caso, ¿Podría ser el exilio –lo mismo que el Rey español Emérito, Juan Carlos de Borbón, quien se auto-exilió en Abu Dabi, el Emirato árabe-, la determinación que le podría devolver a Andrés parte de su antigua paz, su reinserción en esa nueva sociedad y algo del respeto que ha perdido totalmente en Inglaterra? A lo mejor… ¿Quién lo sabe?
Ciertamente, desde noviembre del 2019, Andrés no desempeña ningún papel público, perdió sus títulos militares y patronazgos Reales en el 2022. Pero el título más importante, el de “Príncipe”, lo podrá conservar por ser el hijo menor de Isabel II, la Reina fallecida. Desgraciadamente para él, hay fotos que le muestran feliz disfrutando de las menores de edad, mientras el delincuente sexual Epstein le mira sonriente; hay también correos electrónicos firmados por Andrés, dirigidos al pedófilo, en los que le subraya su amistad; hay testigos presenciales, crónicas extensas en casi todos los periódicos británicos, entrevistas filmadas en televisoras de su país y por último… este libro autobiográfico escrito por su víctima preferida, Virginia Giuffre, a quien pagó por su silencio y por ver si podía resarcir su antigua vida dentro de la nobleza inglesa, un cálculo deshonroso que le falló también.
Desde Australia, donde ahora reside, la familia Giuffre, además de pedir que se le despojara al Príncipe de todos sus títulos, incluyendo el de “Príncipe”, está insistiendo en que se le quieten todos sus privilegios que le pudieren quedar, como residir en el Royal Lodge, ubicado en los terrenos del Castillo de Windsor, en las afueras de Londres; y la respuesta del gobierno británico fue: “esta cuestión sólo atañe a la Casa Real.” Y el ministro de Energía, Ed Miliband, avanzó que “el Ejecutivo se dejará guiar por el palacio y la familia real. Obviamente, todas nuestras condolencias en este momento están con Virginia Giuffre y su familia, en relación a este conjunto de cuestiones realmente preocupantes.” Argumentó a la cadena Sky News.
Empero, para caer todavía más profundo en este abismo en el que ha caído Andrés, ex Duque de York, la policía inglesa está investigando si este sujeto trató de obtener información de Virginia Giuffre, con el propósito de desprestigiarla. En concreto, varios medios de prensa británicos han divulgado recientemente que Andrés buscó información personal de su “némesis”, la californiana Giuffre, después de que ésta le acusara de obligarla a tener sexo con él, cuando era menor de edad. La Policía Metropolitana de Londres (MET, en inglés), manifestó en un comunicado oficial que “examinamos activamente la posibilidad de que el Príncipe Andrés, recurrió al cuerpo (su escolta policial) para recabar información sobre Virginia Giuffre, su presunta víctima de abuso sexual. Estamos al tanto de las informaciones de los medios de comunicación y estamos investigando activamente las acusaciones realizadas.”
Fue el tabloide Mail on Sunday, ya mencionado en este mismo reportaje, el que publicó que Andrés pidió a un guardaespaldas de su servicio de protección policial, que investigara a la mujer, después de proporcionarle la fecha de nacimiento y el número de la seguridad social de la californiana. El mismo periódico afirma que Andrés intentó “sacar los trapos sucios de Virginia Giuffre, escarbando en su vida privada.”
Adicional a lo anterior, el también periódico inglés The Guardian, publicó extractos del libro póstumo aquí referido, en los que se relatan los encuentros de Andrés con la víctima sexual, en Londres, Nueva York y en la isla privada del judío en las islas Vírgenes, cuando la joven era menor de edad y era coaccionada por el magnate y su colaboradora, Ghislaine Maxwell.
Según era de esperar, aquí no finaliza todo, porque se espera mayor escándalo cuando aparezca en el resto del mundo el libro de Virginia Giuffre, intitulado: “Nobody’s Girl: A Memory of Surviving Abuse and Fighting for Justice” (cuya traducción al castellano es: “Chica de nadie: Memorias de una sobreviviente del abuso y mi lucha por la justicia”). Obra co-escrita con Amy Wallace, una famosa periodista.
De acuerdo con la crítica literaria, periodística y policial, estas memorias póstumas son “un retrato devastador del poder, la corrupción y los abusos detrás del caso Epstein. Este libro deja al descubierto el impacto devastador de los crímenes de Jeffrey Epstein, pero también cuentan la historia de cómo una joven se convirtió en heroína.” Ha descrito un periódico europeo.
En esencia, existe un hilo conductor dentro de la obra, en el que la activista por la lucha contra la trata de mujeres menores de edad, se enfrenta a algo más insidioso que el abuso; es cuando ella dice en sus páginas: “Sé que es mucho para asimilar (su propia mala experiencia, específicamente cuando detalla cómo fue abusada sexualmente, siendo apenas una niña); pero, por favor, no dejen de leer.” Y tras relatar la primera vez que Epstein la obligó a tener relaciones sexuales con uno de sus amigos multimillonarios, Virginia escribió dirigiéndose a sus lectores: “Necesito un respiro. Apuesto que ustedes también.”
La verdad es que este es un libro sobre el poder, la corrupción, el abuso sexual a escala industrial y la forma cómo las Instituciones se pusieron del lado del agresor en lugar de las víctimas. Según el periódico británico The Guardian, que está publicando el libro en tractos, la narrativa de Virginia seduce, se disculpa y quiere suavizar el disgusto que provoca esta historia. Y observado en su verdadero contexto, la denuncia de Giuffre sirvió para presionar a las autoridades policiales para que no dejaran nuevamente en libertad al pedófilo Epstein, lo encarcelaran y le hicieran esperar juicio, del que finalmente escapó tras suicidarse en su celda en Manhattan; y después ocasionó la captura de Ghislaine Maxwell, quien deberá estar tras las rejas por espacio de 20 años. Estos hechos, en gran medida, reiteramos, fueron posibles debido al testimonio de la valiente Virginia, la niña abusada que se convirtió en heroína en su edad adulta.
En el caso de Amy Wallace, la periodista que la acompañó en la redacción de este libro, la ayudó para que la lectura fuera hábil e inteligente; y, principalmente, para combatir aquel nefasto pensamiento de que la “víctima de violencia sexual es, en el mejor de los casos, compadecida; y en el peor, vilipendiada.” Incluso, amigos del pedófilo hebreo Epstein y de Andrés, han dicho lo que el Daily News ha reproducido: “La acusadora de Jeffrey Epstein no era una esclava sexual, sino una gatita sexual ávida de dinero, según dicen sus antiguos amigos.”
Y en uno de los trazos más impactantes del libro, Virginia narra: “Uno de los muchos hombres con los que Epstein me obligó a tener relaciones sexuales como ‘político’ y ‘antiguo ministro’, me estranguló y golpeó hasta dejarme inconsciente; pero es demasiado poderoso para nombrarlo. Cuando se lo conté a Epstein lo violento que había sido el hombre, él me respondió fríamente: ‘a veces te pasa eso’.”
La ex esposa de Epstein y celestina que le facilitaba las jovencitas que ella observaba caminando por las calles de Nueva York, mientras iba en su lujoso auto, hoy en día se halla en prisión como hemos resaltado a lo largo de este reportaje. En un principio, confesó –y se mostraron fotos fidedignas-, que Donald Trump era gran amigo del judío pedófilo y participaba en las fiestas sexuales que se organizaban tanto en Mar-a-Lago como en las mansiones del pederasta; pero cuando Trump asumió por segunda vez la presidencia de los Estados Unidos, convirtiéndose en el individuo más vulgar en ostentar tan elevado cargo, Ghislaine fue cambiando su narrativa y ha negado que haya mencionado en alguna ocasión anterior al actual mandatario. El mensaje es claro: ella quiere que Trump, agradecido, la saque definitivamente de la prisión en Texas, donde purga condena de 20 años.
De hecho, la última apelación hecha por los abogados de Maxwell, fue rechazada a mediados del 2025; y el relato en el libro de Giuffre complica más las cosas para la celestina, porque la aleja cada vez más del deseado indulto que desea. Veamos: “Fue Maxwell –o ‘G Max’, como insistía en que las chicas la llamaran-, quien me descubrió, cuando yo trabajaba como asistente de vestuario a mis 16 años en Mar-a-Lago (la residencia de Trump en La Florida), en el año 2,000, y me llevó a la casa de Epstein para ser ‘entrevistada’ como posible masajista (¡?). Fui obligada a tener relaciones sexuales con Epstein ese día y, tanto entonces como en las agresiones posteriores, Maxwell participó. Ella comenzó a agredirme durante nuestros tríos. Si me quejaba, me hacía más daño. Me habían sexualizado contra mi voluntad y había sobrevivido aceptándolo. Era complaciente, incluso cuando complacer a los demás me costaba muy caro. Durante diez años, los hombres habían encubierto el abuso que yo sufría con un falso manto de ‘amor’. Epstein y Maxwell sabían exactamente cómo aprovechar esa misma vena retorcida.”
Retornando al Príncipe Andrés, Virginia Giuffre confirma en su narrativa que fue obligada a mantener relaciones íntimas con él, hasta en tres oportunidades, una de ellas en el contexto de una orgía en la isla propiedad de Epstein: “Nos desnudamos y nos metimos en la bañera, pero no estuvimos allí mucho tiempo, porque el Príncipe estaba ansioso por ir a la cama… Según recuerdo, todo duró menos de media hora.” Narró.
En cuanto a la personalidad del judío Jeffrey Epstein, cita el libro que Melinda Gates, la ex esposa de Bill Gates, asiduo visitante de estas mansiones también, contó cómo había sido aquel momento cuando se encontró con el pedófilo: “Me arrepentí en cuanto entré por la puerta. Era repugnante. Era la personificación del mal.” Así describió al pederasta, anfitrión de aquellas gentes, todos ellos millonarios, quienes disfrutaban “en grande” del sexo que aquel les proporcionaba con las menores de edad.
Un detalle a tener en cuenta fue el que sucedió aquel 1 de abril, cuando Virginia escribió a “su socia” en esto de redactar la obra literaria, la periodista Wallace: “Es mi más sincero deseo –le dijo-, que esta obra se publique, independientemente de mis circunstancias en este momento.” Esas “circunstancias” eran las golpizas que su esposo le propinaba y que lanzaron a Virginia Giuffre a cometer suicidio pocas semanas después de haber escrito su mensaje a su amiga Wallace. Dejó tres hijos, cuando su cuerpo sin vida fue encontrado en su remota granja en Australia. Sus abogados habían dicho en la demanda interpuesta contra el pedófilo Epstein, en el 2009, que “las lesiones que sufrió (Virginia), como consecuencia de los abusos, incluían la pérdida de la capacidad de disfrutar de la vida y eran de una magnitud tal, que tenían naturaleza permanente.” El libro se ha publicado finalmente y la ha sobrevivido a ella. Una denuncia contra la trata de mujeres y su explotación sexual de parte de sujetos con extremado poder económico.
Las pesadillas en la vida real no dejan de lado a este individuo, porque está frente a otro escándalo que no sabemos si lo podrá resistir: lo han vinculado con el cabecilla de un grupo de agentes (espías) que están al servicio del gobierno chino. Es decir, el ex Duque de York estaría implicado en una red de espionaje que Beijing ha extendido sobre toda Gran Bretaña. Este nuevo episodio se suma al escándalo que ya lleva sobre sí Andrés y que se ha alargado por 10 años y que hemos narrado en los párrafos anteriores.
Ahora, es un tema de espionaje en el que estaría involucrado y cuyas revelaciones van saliendo poco a poco, día tras día, en la prensa de Inglaterra, atrapando la atención del ciudadano ávido de esta clase de noticias, que lo sacan de su “modorra” cotidiana. Tanto los periodistas, como los políticos y analistas británicos, coinciden en el hecho de que este podría ser un incidente más serio que el caso Epstein, debido a que afectaría a la política exterior y de seguridad del Reino Unido, incluyendo, por supuesto, al primer ministro, el laborista Keir Starmer; y hay quienes aseguran que, de ser cierto lo que se ventila ahora mismo, Andrés podría ingresar a prisión, acusado de alta traición al Imperio británico y/o a los intereses de su país.
En concreto, Andrés tuvo tres encuentros con Cai Qi, miembro del Politburó del Partido Comunista chino y jefe de Gabinete del presidente de ese país asiático, Xi Jinping. Dichas reuniones se celebraron en el 2018 y el 2019. En aquellos años, el Príncipe visitó China, acompañado por una delegación británica, en la que estaban personalidades como la entonces ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon; y el líder del Partido Laborista de Inglaterra, Jeremy Corbyn.
En el 2019, Andrés viajó a esa nación dos veces más y se reunió con Cai y lo invitó, incluso, a visitar el Palacio de Buckingham. Así según crónicas aparecidas recientemente en el diario conservador inglés, Daily Telegraph. Este mismo periódico insinúa que la relación amistosa con el chino Cai, “no parece casualidad.” Además, este dirigente chino parece ser el destinatario de información obtenida por dos espías británicos, que son el empleado del Parlamento de Westminster, Christopher Cash; y el profesor de inglés en China, Christopher Berry. De este último dice la fiscalía inglesa que, pese a ser sólo un maestro, se reunió con Cai en el 2022 y reclutó a Cash como espía. Pero en abril del 2024, ambos espías fueron detenidos y acusados de violar la Ley de Secretos Oficiales. Se les fijó un juicio que comenzó el pasado 6 de octubre, con una duración aproximada de seis semanas. Ambos espías ingleses se exponían a condenas de 14 años de cárcel cada uno.
El alto funcionario chino, Cai Qi, movía los hilos del espionaje, especialmente los de Berry, y éste dirigía a Cash, según se ha sabido por las investigaciones policiales; sin embargo, súbitamente, a falta de tres semanas para que comenzara la vista oral, la Fiscalía británica retiró los cargos alegando falta de pruebas. Esta decisión desató una tormenta política, con la oposición acusando al primer ministro Starmer de interferir en la Justicia, con el afán de proteger las relaciones económicas del Reino Unido con China.
La prensa británica ha publicado en estos días lo siguiente: “En este juego de espías, lo último que faltaba era un miembro de la familia Real, máxime cuando este ya ha tenido una amistad con otro ciudadano chino, Yang Tengbo, a quien, desde 2023, se le prohíbe la entrada en el Reino Unido por sus actividades como espía.” En todo caso, nadie ha presentado ninguna acusación contra Andrés, ni en el asunto con Tengboo ni en el de Cai; pero su falta de transparencia en lo que atañe a sus encuentros con el dirigente y el espía chino, han creado controversia y sospechas en este sujeto, hermano del Rey británico, quien atraviesa por el peor momento de su imagen pública.
Sea un problema más o no lo sea, lo que ha quedado clarísimo es que Andrés, el hijo preferido de la fallecida Reina Isabel II, es proclive a entablar amistad con individuos fuertemente cuestionados y que le han atraído problemas gravísimos que afectaron la salud de su madre y han puesto a toda la familia Real en el ojo de la opinión pública mundial y en la peor de las opiniones generales.
Si sale bien de todo este maremágnum de acusaciones y señalamientos, lo mejor para Andrés es el ostracismo, alejarse por completo del ojo público y mediático, quizás marcharse del país hacia sitios más tranquilos y reanudar su vida aspirando solamente a ser “ciudadano.” No más que eso. Pues la armonía interior, la paz espiritual, la verdad… es invaluable. Tanto como la libertad que está a punto de perderla también.
