América Central 

La realidad de una región siempre convulsa




Valeria, editora sección América Central

La Co-Dictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, Co-Gobierna con Base en Brujerías y Persecución a las Confesiones Cristianas

MANAGUA-(Especial para The City Newspaper) Cuando su compañero de vida –no esposo, pues no sabemos si realmente están casados-, consolidó la dictadura en este país, al margen del mismísimo Partido Sandinista, ella apareció. Él, es Daniel Ortega, el dictador de Nicaragua; y ella, su mujer, Rosario Murillo, uno de los personajes más siniestros e impresentables (fea a la vista), que haya surgido en el istmo centroamericano. Una vez que Ortega yacía sólido en su silla dictatorial, Rosario Murillo apareció al lado de él y desde entonces, no han quedado dudas de quién es el cerebro pensante (a pesar de sus desajustes evidentísimos), y quién es el que obedece y no tiene capacidad o inteligencia para absolutamente nada. Es decir, la del “cerebro” es ella, quien es la que realmente manda en esta nación, atrapada en esta dictadura corrupta, ineficiente, distribuidora del hambre, la miseria y todas las lacras sociales que pueden atacar a un pueblo.

Una mente torcida y dirigida hacia el mal

            Cuando decimos “cerebro” al referirnos a Rosario Murillo, estamos escribiendo de su facultad para pensar un poquito nada más y lo expresamos en comparación con Daniel Ortega, el analfabeto que ha llegado hasta allí, hasta el poder absoluto de Nicaragua y todavía no nos explicamos cómo demonios ha podido alcanzar dicho poder. No usamos el sustantivo “cerebro” para hacer notar una inteligencia que evidentemente y convincentemente ella no tiene, porque, en parte, es un ser que piensa en sucesos, artilugios y situaciones reñidas con la cordura y con la realidad del mundo que todos percibimos y en el que todos vivimos cotidianamente.

            Política y administrativamente, Daniel Ortega la ha nombrado “vicepresidenta”, pero todos sabemos que es la dictadora no oficial, la que manda y des-gobierna (porque es incapaz de ejercer el gobierno), en este país. Casi todos la conocen perfectamente en Nicaragua y el calificativo que mejor la describe es el de “bruja profesional”, una criatura que, además de horrenda, dueña de una apariencia verdaderamente fea, no hace nada por mejorarla y por el contrario, hace mucho por empeorarla, en su defecto. Llena de collares con piedras extrañas, lo mismo que decenas de pulseras en sus muñecas y brazos y aretes estrafalarios y extravagantes, cuelgan a ambos lados de su horroroso rostro que invita a los interlocutores de esta mujer, a mirar hacia otro lado y así evitar el disgusto de verla frente a frente.

            Como bruja que es, detesta a la Iglesia Católica, a los sacerdotes y demás religiosos, a los que ha perseguido sin tregua, lanzando a Daniel Ortega en “una cruzada” que se parece a la Inquisición al revés; es decir, las brujas en clara persecución de los religiosos o del clero, en lugar de éstos a las hechiceras, tal y como ocurrió en la Europa Medieval. Ella, además de acusar a los sacerdotes de “terroristas espirituales”, un concepto salido desde las profundidades de su mente desquiciada y de su espíritu que navega en aguas oscuras y densas, es quien ha ordenado a su esposo sin carácter y con una personalidad deficitaria, que los persiga, les congele sus cuentas en los Bancos nicaragüenses, los encarcele o los haga marcharse al exilio y una vez logrado esto, les quite la nacionalidad a todos ellos.

            Hace pocos días, el Colectivo Nicaragua Nunca Más, denunció una nueva escalada represiva contra la Iglesia Católica nicaragüense, después de la detención de unos 12 sacerdotes, “algunos de ellos con paradero desconocido y en situación de desaparición forzada”, denunciaron ante la prensa internacional. El nuevo ataque de parte de la dictadura Murillo-Ortega, se concentró en la Diócesis de Matagalpa, que estuvo liderada por el obispo Rolando Álvarez, detenido en meses anteriores, encarcelado y deportado a inicios del presente 2024. Detrás de esta nueva envestida, ha quedado claro que aquella que está detrás de esas acciones policiales, arbitrarias por demás, es Rosario Murillo, quien está dispuesta a acabar con “la luz” que irradia el cristianismo y hacer prevalecer, en su lugar, las artes oscuras que ella maneja, que ella practica y en las que ella cree. Esta declaratoria “de guerra” contra los clérigos y la Institución católica, surgió después de las protestas populares acaecidas en el 2018, cuando la Iglesia se puso al lado del pueblo que vociferaba por el final de la dictadura, por elecciones libres y por la llegada de la democracia.

            ¿Pero quién es este personaje estrafalario que se sienta al lado de Ortega y que es quien dirige a Nicaragua en todos los aspectos? Rosario Murillo es la co-dictadora (no co-presidenta, como insisten los veleidosos en llamarla); es la ideóloga, la que marca el paso y la naturaleza de la espiritualidad del régimen, ministra, poetisa y mística, incrustada en el seno del Estado; y es la persona más temida en toda Nicaragua, pues, con un solo movimiento de una de sus manos, puede enviar a la muerte a cuantos y a quienes ella desee, sin pasar previamente por los juzgados que están completamente plegados a favor de la dictadura. Ella es quien gobierna (o des-gobierna para ser más precisos) en Nicaragua, ella es la que manipula, maneja a placer y dicta las órdenes a su analfabeto esposo, Daniel Ortega, y ya no disimulan nada esa posición de la Murillo, cuando aparecen juntos en las celebraciones o manifestaciones aupadas por la camarilla dueña del Estado. De tal manera, podemos decir que Nicaragua no tiene un dictador… sino, una dictadora, quien, a pesar de no estar declarada plenamente, ejerce como tal…

            Los nicaragüenses al unísono, saben que, en la intimidad de Rosario Murillo, lleva a cabo sus prácticas esotéricas: tiene una biblioteca personal en su residencia, recargada mayoritariamente de libros ocultistas que manda a traer del extranjero; echa las cartas del tarot, ofrece conferencias sobre el tema ocultista a sus seguidores (porque tiene a una gavilla de estos creyenceros que la siguen); da consultas gratuitas a quienes se las piden, especialmente a personal de los ministerios del gobierno y amistades cercanas y regala figurillas de extraña apariencia, pócimas, perfumes de olores extravagantes y “sobrenaturales”, lo mismo aretes, collares y pulseras. Sus ropas la delatan como una sacerdotisa de lo oculto y se rumora que está más cercana de Satanás que de los seres de luz, de los que nos hablan los Evangelios en la Biblia.

Su sombra se extiende por Managua, la Capital…

            Quien haya viajado a esta ciudad, azotada por el terremoto de 1972 y que dejó profundas cicatrices en su fisonomía urbanística, y lo haya hecho recientemente, habrá notado con claridad la mano (o mejor dicho, la sombra) de Rosario Murillo, que se ha ensañado contra el antiguo paisaje citadino, cuando ha ordenado pintar con colores extraños y extravagantes los edificios, le ha cambiado el rumbo, la orientación con respecto a los puntos cardinales, a las calles y avenidas y ha puesto adornos que son difícilmente identificables por el común de las personas que por allí transitan. Los árboles también juegan un papel esotérico de importancia trascendental, en la cabeza torcida de la Murillo, la dictadora con plenos y absolutos poderes en este país del istmo centroamericano.

            Observarla a ella en persona, es detener la mirada en la enorme cantidad de anillos que pueblan sus dedos o en los collares que cuelgan de su arrugado cuello, de una piel, golpeada por el paso de los años (nació en Managua, un 22 de junio de 1951), pulseras lapislázuli, turquesa y otras gemas extrañas con las que se reviste de pies a cabeza y que no son otra cosa que amuletos que la defienden y protegen contra la mala suerte y le ayudan a cumplir sus más caros anhelos y uno de ellos, quizás el más importante: mantenerse en el poder hasta que “el más allá” donde flotan los espíritus que moderan su existencia y así lo determinen y dictaminen.  

            Con mayor detalle, hemos de describir que lleva cinco sortijas en cada dedo (haga usted la multiplicación 5 x 10 dedos de sus dos manos), y el antebrazo forrado por un brazalete de plata, grabado con la mano de Fátima, el signo de protección entre judíos y musulmanes. ¿Pero de dónde sacó esta impresentable mujer todo ese universo de creencias y “disonancias” con la lógica, el racionalismo y la realidad? Su madre, llamada Zoilamérica (lo mismo que su hija exiliada en Costa Rica), Zambrana Sandino, era oriunda de Niquinohomo, una comunidad que siempre se ha destacado por ser cuna de espiritistas y hechiceros, los más célebres de Nicaragua, por añadidura. Y de acuerdo a las palabras del segundo esposo de Rosario Murillo, el periodista Anuar Hassan, Zambrana leía las manos, consultaba la Ouija (el tablero demoníaco cuyo centro se mueve solo o por la interferencia de las almas); y decía que se comunicaba constantemente con su pariente, César Augusto Sandino, el héroe del sandinismo, fundador de ese partido y rebelde en contra de la dominación norteamericana y la dictadura de la familia Somoza. Rosario, incluso, asegura que su hijo Juan Carlos, es la reencarnación (así como se lee), de Sandino. Y lo jura, lo asegura y lo vuelve a asegurar sin ambages ni resquemores, pues también (cómo no) ella cree en las vidas que se suceden detrás de otras vidas…

            Su hija, Zoilamérica Naarváez Murillo, quien en su momento denunció a su padrastro Daniel Ortega, de haberla violado sexualmente varias veces, cuando era apenas una niña, dijo al programa Nicaragua Investiga, acerca de su madre, la dictadora del país: “Cuando una persona intenta estar tan alejada de la realidad como lo está ella, tiene que recurrir a creencias que la hagan salir de este mundo de alguna manera.”

            Esa es la mujer que azota a los cristianos y al clero católico nicaragüense, la que dialoga con lucifer en persona cada noche y la que ve moverse los objetos en la casa presidencial, por la voluntad y acción de las almas que gravitan en el más allá. Y esa es la dictadura que ensombrece y empobrece a Nicaragua, un sincretismo que se nutre del comunismo primitivo, la tiranía al mejor estilo cubano/castrista, la lucha contra las cosas de Dios, el personalismo de Daniel Ortega y Rosario Murillo y la brujería, que es la esencia, la sustancia que alimenta a este extraño y único gobierno en su naturaleza, en toda América Latina. Según el escritor Sergio Ramírez Mercado, exiliado en España, “(…) ahora las reuniones del gobierno se hacen alrededor de una estrella ardiendo, de cinco puntas. Es increíble. Se traza un círculo y los ministros se sientan alrededor. Es como un aquelarre (una fiesta de brujas). Y utilizan un dron para que se vea la estrella completa.” Mientras tanto, cada día abandonan al país miles de nicaragüenses, hastiados por la horrenda realidad que los golpea y no les permite progresar.  

La ONU Ordena la Liberación Inmediata del Periodista Guatemalteco José Rubén Zamora

CIUDAD DE GUATEMALA-(Especial para The City Newspaper) Este comunicador ha sido la víctima más célebre de la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras y su grupo de delincuentes que están entronizados en la Corte Suprema de Justicia de este país, debido a las publicaciones de prensa que hacían, José Rubén Zamora Marroquín y sus periodistas, en el diario elPeriódico, lamentablemente desaparecido también por la acción del Ministerio Público guatemalteco.

            Lo cierto es que este ex director del rotativo mencionado, lleva más de 700 días purgando prisión por delitos que no cometió y es por eso que la ONU ha declarado recientemente que su detención ha sido “arbitraria” y ha ordenado su liberación inmediata de la cárcel. Sin embargo, el mismo presidente, Bernardo Arévalo de León, quien recién ha asumido el mando del país, extrañamente guarda silencio en relación con este caso, cuando, en campaña política “su caballo de batalla” fue la lucha abierta, valiente y decidida contra la corrupción, como se observa en la detención y encarcelamiento de este comunicador. Y es que aquí no va aquello del respeto a la independencia de poderes, porque si la Organización de las Naciones Unidas (ONU), así lo ha ordenado después de haber analizado minuciosamente su caso, el presidente de los guatemaltecos tiene que cumplir sin dilación ni pretexto alguno. Aquí no cabe aquello de la autonomía que exige la democracia entre poder y poder, del Ejecutivo en referencia al Judicial, tal y como parece observar el Sr. Arévalo de León con su silencio, que no es otra cosa que silencio cómplice con su enemiga declarada, la fiscal Consuelo Porras.

Determinación de las Naciones Unidas

            Cuando la ONU determina que debe cumplirse una de sus decisiones, referente al país que sea, ésta debe cumplirse sin demora. Pero en Guatemala parece que situaciones parecidas a la del periodista Zamora, van por otro camino y no se acatan como debierían.

            El Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha declarado con toda transparencia y nitidez, que la privación de libertad del fundador y director de elPeriódico, en Guatemala, Sr. José Rubén Zamora Marroquín, “ha sido arbitraria” y ha pedido al gobierno guatemalteco que se le ponga “inmediatamente en libertad.” Más claro no hay ningún mandato en estos tiempos en esta nación centroamericana; pero no se ha ejecutado dicha orden.

            Según la fiscal general, Consuelo Porras, la delincuente que es requerida por el mismísimo gobierno de los Estados Unidos, junto a otros miembros del aparato judicial de Guatemala, la prisión preventiva que sufre Zamora Marroquín es por causa “del lavado de dinero y otros activos, obstrucción de la justicia y uso de documentos falsificados en tres causas judiciales en su contra.” Y con esas acusaciones de colosales proporciones judiciales, se le tiene detrás de los barrotes en una celda. Pero la ONU ha denunciado que la detención de este periodista “contraviene seis artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como otros artículos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,” razones por las cuales pide al Gobierno de Guatemala “adopte las medidas necesarias para remediar la situación del periodista sin dilación y ponerla en conformidad con las normas internacionales pertinentes.” Y es aquí, precisamente, donde el presidente de la República ha hecho un extraño silencio y ha dejado que la fiscal general revoque toda intención de ponerlo en libertad, como la posibilidad que se presentó el pasado 15 de mayo, cuando se le otorgó la libertad, pero el Ministerio Público “echó por tierra” dicha posibilidad, re-acusándolo de nuevo de “obstrucción a la justicia.”

            Ciertamente, Consuelo Porras, en una variable sobre el mismo tema, no ha dejado ese cargo como fiscal general, justamente porque le espera la extradición a los Estados Unidos, donde está incluida en la Lista Engel de actores corruptos y que maneja el Departamento de Estado norteamericano. Las acusaciones que observa Washington de esta mujer guatemalteca, están relacionados con sus intentos reiterados “de socavar la democracia” y la persecución judicial que desató en tiempos recientes, contra defensores de los derechos humanos, periodistas, jueces y magistrados. Todos ellos representaban, en alguna medida, un peligro para Porras, debido a que está inmersa en “un mar de corrupción” que hizo que 140,000 ciudadanos de este país firmaran una carta en la que le pedían su renuncia al Ministerio Público, pero ella hizo caso omiso a la voluntad del pueblo y ha continuado allí, en el cargo, complicando y perjudicando más las cosas y a las personas, como lo está haciendo con el periodista Zamora Marroquín. “Desalojar su Despacho –publicó este mismo periódico The City en meses recientes-, significaría para ella, su esposo y los funcionarios que la han secundado en sus acciones ilegales, la detención inmediata por parte de la policía, al convertirse nuevamente en una persona común y corriente sin cargos públicos a su haber; luego sucedería su encarcelamiento y muy probablemente la extradición ante la petición de la embajada de los Estados Unidos en Guatemala. Ella sabe que ese periplo sería el suyo y de sus acólitos y por eso se aferra al puesto en el Ministerio Público, de igual manera que ‘un náufrago a su tabla en altamar.’”

            En retorno a la ordenanza dictada por las Naciones Unidas en relación con el periodista Zamora Marroquín, el citado Grupo de Trabajo de la ONU considera que, “teniendo en cuenta todas las circunstancias del caso, el remedio adecuado sería excarcelar a Zamora y concederle el derecho efectivo a obtener una indemnización y otros tipos de reparación, de conformidad con el derecho internacional.” Asimismo, insta al gobierno de Bernardo Arévalo de León, ese mismo mandatario quien, en su papel anterior de candidato a la presidencia, pronunció sus encendidos discursos a favor de la legalidad, la honestidad y la lucha frontal contra la corrupción, para que lleve a afecto una investigación “exhaustiva e independiente de las circunstancias en torno a la privación arbitraria de libertad del periodista guatemalteco, desde el 29 de julio del 2022 y adopte las medidas pertinentes contra los responsables de la violación de sus derechos. Al mismo tiempo, solicitamos al Ejecutivo (al gobierno guatemalteco), que difunda la opinión del Grupo de Trabajo de la ONU, por todos los medios disponibles y lo más ampliamente posible, mientras que anuncia que remitirá el presente caso a la Relatora Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, así como a la Relatora Especial sobre la independencia de los magistrados y abogados, para que tomen las medidas correspondientes.”

            Y añade el mismo documento emitido desde Nueva York, sede de la ONU: “El Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas recuerda que considera arbitraria la privación de libertad de una persona, cuando es manifiestamente imposible invocar fundamento jurídico alguno que la justifique y cuando la privación de libertad resulta del ejercicio de los derechos o libertades garantizados por la Declaración Universal de Derechos Humanos.” Concluye el documento que está a favor de la excarcelación del ex editor y periodista del diario elPeriódico, de Guatemala.

La elaboración del informe de la ONU

            Las Naciones Unidas partieron de la base en la misma Guatemala, que aseguró al organismo mundial que el periodista Zamora Marroquín “ha sido encausado penalmente por el ejercicio de la libertad de expresión” y ha recordado y presentado una declaración del jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad, Rafael Curruchiche, a la postre aliado de la fiscal Consuelo Porras y también requerido por la justicia de los Estados Unidos, al aparecer en la Lista Engel, en la que menciona amargamente que Zamora “dirigía un medio de comunicación a través del cual se denigraba, se insultaba en su honor y en su prestigio a fiscales, jueces y magistrados y diversas personas de la sociedad civil.”

            Además, el Grupo de Trabajo de la ONU recogió datos que le brindó la misma fuente, profunda conocedora del caso de José Rubén Zamora Marroquín, en los que señalaba que, desde 1996, elPeriódico publicó casos de corrupción, impunidad y abusos de poder, “de manera que las informaciones de Zamora y este medio de comunicación, evidenciaron cientos de actos de corrupción en los diferentes gobiernos de Guatemala, entre 2012 y 2023.” Naturalmente, en algunos reportajes que incomodaron tanto a la fiscal general como al jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad, se mencionaban los ajetreos, “las andanzas” reñidas con la honorabilidad, la honestidad y la decencia de esos dos personajes requeridos por la justicia estadounidense, como hemos repetido varias veces a lo largo de este artículo de prensa. A partir de esas publicaciones, ambos personajes oscuros decidieron encausar judicialmente al periodista, con los resultados que ya hemos conocido hasta la saciedad.

            En resumen, el Grupo de Trabajo de la ONU llegó a la inevitable conclusión de que las publicaciones en el periódico de Zamora Marroquín sobre casos de corrupción en el gobierno de Guatemala, “entran dentro de los límites del ejercicio del derecho a la libertad de expresión, protegido por el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; y el artículo 19 del Pacto.” También hace énfasis en el hecho de que elPeriódico publicó “graves denuncias de casos corrupción en el gobierno del entonces presidente Alejandro Giammattei y otros altos cargos vinculados con su administración”, cinco días antes de que fuera detenido José Rubén Zamora. Lo cual quiere decir que su publicación diaria en la que destapaba casos de corrupción, ya tenía hartos a los funcionarios de los poderes implicados, el Judicial y el Ejecutivo, y había que detenerlo de alguna manera. Es por ello que crearon las acusaciones de lavado de dinero y obstrucción a la justicia, para encarcelarlo, entre otros cargos.

            Fundamentado en lo anterior, la ONU llegó a la conclusión resultante de sus investigaciones de que la detención de Zamora Marroquín, que hasta la fecha de hoy sigue siendo preventiva, “se debió a su ejercicio de la libertad de expresión y opinión a través de la prensa y no se ha demostrado que los comentarios (publicados en su rotativo), del periodista, constituyan una incitación a la violencia o que puedan justificar su detención Y sobre esa base, concluimos que su arresto y detención fueron resultado de su ejercicio de los derechos y libertades garantizados por los artículos 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y del Pacto, por lo que defendemos que no debería celebrarse ningún juicio en contra de Zamora.”

            Aclarado lo anterior que da potestad y la libertad al comunicador, hay que enfatizar que, a pesar de la declaración de la ONU, el pasado 25 de junio del presente año, la Sala Segunda de Apelaciones de Guatemala, a petición de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), cuyo jefe es Rafael Curruchiche, del grupo requerido por la justicia de los Estados Unidos, revocó la libertad que fue otorgada al periodista en cuestión el 15 de mayo del 2024. Curruchiche publicó, en acto seguido, en las redes sociales del Ministerio Público, manejado por su secuaz, la fiscal general Consuelo Porras, que la Fiscalía fue notificada por la Sala Segunda de Apelaciones sobre esta revocatoria de la libertad al periodista y por lo tanto, iba a continuar preso en la cárcel militar de Mariscal Zavala, por otra causa judicial en su contra en la que la Fiscalía lo acusa de “conspiración para la obstrucción de la justicia y uso de documentos falsificados.” Es decir, le crearon dos delitos más, con tal de no dejarlo en libertad como había ordenado la ONU. Es evidente entonces que la aplicación de la justicia y el aparato judicial guatemalteco, están en manos de mafiosos, según se desprende de este caso.

            La jueza presidenta del Tribunal Noveno de Sentencia Penal, Verónica Ruiz, había decretado para el comunicador en la primera causa, el arresto domiciliario, y tras la paga de una fianza de 30,000 quetzales (moneda de Guatemala o unos 3,750 Euros), porque consideró que no existía el peligro de fuga ni de obstaculización a la averiguación de la verdad; aunque le prohibió la salida del país y le obligó a firmar periódicamente un libro de asistencia en el Ministerio Público, y tampoco podrá comunicarse con implicados en su caso. Pues esa resolución de la jueza Ruiz fue impugnada por la FECI ante la Sala Segunda de Apelaciones, que dio la razón a la Fiscalía General y por lo tanto, Zamora Marroquín continuará también en prisión preventiva por la causa que se sigue en su contra por lavado de dinero y otros activos, denominado “Chantaje, Impunidad y Lavado de Dinero”, en el expediente que existe en los Tribunales de Justicia. Evidentemente, tanto Curruchiche como Porras no quieren que José Rubén Zamora salga libre, pues algo temen, algún documento o legajo de documentos, tiene en su poder el periodista, que los podría implicar en casos de corrupción todavía más graves de los publicados en el pasado y que podría tirarlos a los dos de sus puestos a la cabeza de Instituciones de justicia.

            La verdad sobre su situación penal y jurídica, señala que está preso y no se vislumbra la celebración de ningún juicio todavía y seguirá en prisión preventiva: Se le acusa de haber lavado dinero por Q700,000 (quetzales, unos €87,500), en el año 2013; asimismo, está acusado en una tercera causa judicial por haber falsificado la firma en 16 boletas de declaración aduanera, que fueron entregadas en el Aeropuerto Internacional La Aurora, durante viajes realizados entre el 2015 y el 2017 y que, según el Ministerio Público en manos de Consuelo Porras, “las firmas no coinciden con la del periodista.”

            Zamora fue detenido el 29 de julio del 2022 en su casa de habitación, durante un allanamiento a su residencia, lo mismo que a las instalaciones de elPeriódico, que publicó su última edición en papel, el pasado 15 de mayo del 2023. Luego continuó de manera digital, pero, por falta de publicidad y capital económico, también tuvo que cerrar esta edición en internet. José Rubén Zamora Marroquín cuenta con 67 años de edad y lleva más de 700 días encarcelado; fundó elPeriódico en 1996 y por sus trabajos de prensa, le fue otorgado el Premio Rey de España al Medio de Comunicación Destacado de Iberoamérica, y el pasado mes de mayo, él, en lo personal, recibió otro premio, esta vez al Reconocimiento a la Excelencia del Premio Gabo 2024, otorgado por Colombia, por sus “más de tres décadas de tenaz y valiente trabajo profesional.”

            Recapitulando: la ONU ha demostrado que guarda prisión de manera ilegal y draconiana, ordenada por dos sujetos requeridos por la justicia de los Estados Unidos de América, y que están en la Lista Engel de delincuentes planetarios y que responden a los nombres de Consuelo Porras, la fiscal general de Guatemala; y Rafael Curruchiche, jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI). La misma ONU llegó al convencimiento, después de una exhaustiva y minuciosa investigación, que el periodista en cuestión está preso por denunciar actos de corrupción en el Ministerio Público guatemalteco y en todo el aparato Estatal del anterior presidente de la República y las causas que pesan en su contra, han sido inventadas para mantenerlo “a raya”, en prisión. No hay juicio a la vista, sigue en prisión preventiva y algunos de los periodistas que trabajaron bajo sus órdenes, también están siendo perseguidos por la fiscalía, acusados de “esto, aquello y lo otro”, invenciones propias de Porras y sus secuaces.

            El gobierno de Guatemala tiene que cumplir con la directriz emitida por la ONU y dejarlo en total libertad. No tiene otro camino. Y en esto tiene la palabra el actual mandatario del país, Bernardo Arévalo de León, dueño de un silencio extraño en relación con este caso, que se puede interpretar de varias maneras: una de ellas podría ser cobardía para enfrentarse a Consuelo Porras y su grupo de delincuentes en la Corte de Justicia; o aún peor… deslindarse de sus palabras de campaña en las que prometía luchar contra la corrupción Estatal y puede ser que ahora se encuentre tan cómodo en su sillón presidencial, que Arévalo quiere que la corruptela prosiga, sin que él la obstaculice en modo alguno. Pero su silencio es, además de inesperado y raro… cómplice de los corruptos que tienen a Zamora tras las rejas. Raro, muy raro de verdad.

Luis Amador, Dueño de un Ego y un Superego Descomunales, que lo Tienen Fuera de la Realidad

SAN JOSÉ, Costa Rica-(Especial para The City Newspaper) Prácticamente salió huyendo una madrugada por el aeropuerto internacional Juan Santamaría, pero fue “cazado” por agentes de la policía judicial (OIJ), pues sabían que a esa hora, muy temprano, casi cuando el Sol no había comenzado a iluminar a este país, iba a abandonar suelo costarricense y le confiscaron el teléfono celular y su computadora portátil, para hallar allí evidencias que lo podrían incriminar o favorecer de cara a la justicia. Él es Luis Amador, ex ministro de Obras Públicas y Transportes de Costa Rica (MOPT), de la actual administración gubernamental del presidente Rodrigo Chaves.

            Sin bagaje político, más que el obtenido cuando el actual mandatario le dio la oportunidad de estar al frente de la Cartera nombrada en las líneas de arriba, ahora pretende ser presidente de la República, así sin más… solo porque su superego, esa parte de la personalidad humana que nos dice lo que queremos ser y que no es realidad, pero que está muy unida a las ilusiones, a la imagen que no es la nuestra, pero que idealizamos para nosotros mismos. Se asemeja a aquella fotografía del gato que se ve al espejo y en lugar de ver al gato que realmente es, lo que observa es un tigre de Bengala, que es el ideal de sí mismo. Pero en el caso que nos ocupa, este sujeto no tiene ni la capacidad, ni la experiencia, ni la simpatía, ni la empatía con el pueblo –mucho menos ahora que fue destituido de su cargo por un gravísimo error financiero que cometió-, ni el carisma para ostentar siquiera, de primera entrada, por ese alto honor de presidir al país. Pero él se ve como “el tigre de Bengala” que cree le refleja el espejo, en lugar del gato común que realmente es.

Dueño de una verborrea

            “La palabra hablada si está desunida de la acción, carece de fundamentos, de realismo y eficacia.” Esta es una máxima tan cierta como aquellos que quieren utilizar las ventajas que da el hablar con presteza, locuacidad y rápidamente, para convencer y demostrar, en la mayoría de las ocasiones, lo indemostrable o una realidad que es, por el contrario, una mentira. Muchos hombres, principalmente en el género masculino, creen que desarrollar una palabrería abundante y rauda, les da todas las ventajas sobre los demás: para conquistar mujeres, para vender un producto, para prosperar en los negocios, para convencer hasta el más duro de convencer y en política, es la herramienta por antonomasia de los demagogos, pero en los últimos tiempos, las muchedumbres, los ciudadanos no confían tanto en la verborrea y exigen veracidad, honestidad, franqueza, probidad y un espíritu recto, por encima de la retórica vacía, demagógica y engañista tan común en los políticos de todas las épocas y naciones.

            Pero Luis Amador, quien se describe a sí mismo como un ingeniero civil, profesor de una Universidad de Canadá, a pesar de que en ambos casos no ha presentado los atestados, y residente desde hace años en aquella nación del Norte de América, cree que ser locuaz o hablar como un descosido, le da ese plus para alcanzar la presidencia de la República. En el pasado, ex presidentes utilizaron esa herramienta y los resultados, cuando tuvieron que unir la palabra a la acción eficaz, fracasaron estrepitosamente. El caso del ex mandatario Rodrigo Carazo (1978-1982), lo demostró con claridad y quienes lo recuerdan insisten en decir una gran verdad que se desprendió de aquel: “Fue el mejor propagandista que ha habido en el país, pero el peor gobernante que hemos tenido.” O aquel otro llamado Oscar Arias, un tipo frío como reptil, siempre al asecho para alcanzar sus objetivos, utilizó hasta el cansancio el término “humildad”, totalmente desapegado de su realidad, de su ser, cuando es un individuo que siempre ha vivido en la opulencia y se cree más que cualquier ser viviente en este mundo y es capaz, fundamentado en su arrogancia con tintes de psicosis, de despreciar y humillar a quien a él se le ocurra y se le haya cruzado en el camino. Todos ellos demagogos, mentirosos de principio a fin y sin descanso. Y Luis Amador, quien tiene ínfulas de presidente, es uno de ellos y se percibe al escucharlo y verlo, que no es un individuo en ningún modo sincero. Para nada.

            ¡Pues bien! Llegó al actual gobierno de Rodrigo Chaves cuando éste solicitó, para conformar su Gabinete, que le enviaran currículos u hojas de vida, porque él no conocía a nadie en Costa Rica. Además, el partido político que él mismo creó, tampoco tenía los elementos idóneos para darle forma a un Gabinete de Estado. Y Luis Amador fue uno de ellos, quien envió su hoja de vida. ¿La habrán comprobado fehacientemente? No lo sabemos, pero si no lo hicieron, contrataron como ministro de Obras Públicas a un verdadero desconocido, y como tal, proclive a cometer cualquier gran error, como realmente sucedió con el paso de los meses.

            Una vez en el gobierno, su delirio y su debilidad fue aparecer a diario en los noticieros televisados, en las tres ediciones, los siete días de la semana. Miraba a las cámaras insinuando seguridad, autoridad, capacidad y su consabida verborrea para explicar hasta el más insignificante detalle que quisiera comunicar. Hoy, quien hace algo parecido es el ministro de Seguridad Pública, mientras la inseguridad campea en todo el país y los asesinatos por encargo tiñen de sangre a las familias que sufren el sicariato; pero al ministro actual, le complace salir en la televisión de una manera enfermiza. El narcisismo en su máxima expresión.

            Pero Luis Amador fue destituido cuando se encontraba fuera del país, propiamente en Canadá, la nación de la cual él presume a cada instante, que es otra de las características del costarricense de estos días: presumir por los viajes que realiza y se deleita hablando de ello hasta que agobia a sus interlocutores con esa presumida manera de dialogar. De inmediato, fue nombrado en su lugar, Mauricio Batalla, quien era el director del Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI). El presidente Chaves anunció su despido en una conferencia de prensa en la que fueron citados los periodistas de manera urgente y atropellada. Además de Amador, fue destituido Fernando Naranjo, quien estaba al frente de la oficina de Aviación Civil y la razón se fundamentó en que ambos firmaron los criterios para seleccionar a la empresa que iba a construir la nueva pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Daniel Oduber Quirós, ubicado en la ciudad de Liberia, provincia de Guanacaste. A pesar de esta drástica decisión, el mandatario Chaves aseguró: “No tengo evidencia de corrupción; pero los dos funcionarios firmaron el documento que dio la ventaja. Es una decisión dificilísima de mi parte, lo consulté con la almohada, pero la verdad es que yo tengo un compromiso con el pueblo.” Los arreglos de la pista del aeródromo iban a costarle al fisco del país, un monto superior a los US$2 millones de más, en un contrato por un total de US$40 millones. Es decir, iban a pagarse US$2 millones adicionales, en una nación que está sumamente endeudada y que tiene índices de pobreza per cápita realmente preocupantes. No está la situación financiera para botar el dinero y mucho menos en dólares, basados en un contrato exagerado y que requería mayor gasto.

            Pero anteriormente Luis Amador, como jerarca del MOPT, había cometido otros errores, impropios en él que presume de ser extraordinariamente inteligente y se merece la presidencia de la República con fundamento en esa supuesta inteligencia; y para citar solo uno de esos yerros, no previó que, durante el arreglo del puente en el Bajo de Los Ledezma, iba a causar una congestión de automóviles realmente molesta y en nada funcional. Fue un auténtico colapso vial lo que allí causó y no presentó alguna alternativa para paliar o solucionar ese problema de tránsito. Solamente para formarnos una idea más o menos certera de lo que Amador provocó, por esa pendiente que está en una de las vías de la Capital, transitan a diario unos 25,000 automóviles, que, durante el cierre, sus conductores no sabían qué hacer ni cuál otro camino tomar… “Aquí hubo un grave error”, reconoció el presidente Rodrigo Chaves, porque no hubo nunca un estudio de impacto vial actualizado y eso fue culpa del ex ministro Amador. Nadie más que él fue el del craso error.

            Tampoco fue obediente cuando el mandatario le pidió que contratara a 60 nuevos oficiales de tránsito que hacen falta en Costa Rica; pero Amador respondió que la contratación de esas plazas tendría seis años de atraso, debido a que “hay un proceso para asignar esas plazas.” No movió un dedo para cumplir con esa orden presidencial y el mismo Chaves le dijo en respuesta: “de esos seis años, ya dos le corresponden a usted en su calidad de jerarca (del MOPT). ¿Por qué se atrasó dos años?” Le preguntó el presidente.

            Retornando al tema de la pista de aterrizaje en el aeródromo de Liberia, el mandatario explicó a la prensa que ese sitio “se había dañado y si no se tomaban acciones, se iban a suspender los vuelos a Liberia, lo que habría provocado un fuerte golpe al turismo.” Es por esa razón que el 20 de junio del año 2023, se pidió incluir el arreglo de la pista en el decreto de emergencia que la tormenta Bunny exigió emitir. Se hizo un plan de inversión que se presentó el 17 de agosto, por 22,900 millones de colones (moneda costarricense), que fueron aprobados por la Comisión Nacional de Emergencias.

            Pocos días después, el 12 de octubre, Aviación Civil, por medio de su director, Fernando Naranjo, y con el aval y la firma de Luis Amador, ministro de Transportes en este momento, enviaron los términos de referencia para la contratación de obras, con dos criterios: precio por el trabajo a realizar y experiencia de la empresa a contratar. El 23 de octubre se publicó el cartel de licitación y se recibieron tres ofertas de parte de las empresas HSolís, Meco (que están en medio de un proceso judicial por corrupción), y Pedregal. El 29 de enero del 2024 se dejó en firme la adjudicación de las obras en el aeropuerto citado, a Meco, por 21,000 millones de colones. Las labores comenzaron en la pista de aterrizaje, el 4 de marzo siguiente. El presidente de la República explicó que pidieron a las empresas Meco y Pedregal que mejoraran las ofertas, pero la adjudicación terminó costando US$2 millones más, “porque los términos de referencia tienen indicios de que fueron diseñados para que ganara la empresa que ganó. (Y) a esos términos de referencia se le añadió un porcentaje por experiencia que solo el oferente que ganó, cumplía. Con lo cual, hace parecer que se le hizo ‘a la medida’ (como si fuese un traje-sastre).” Aclaró Rodrigo Chaves.

            Y aquí viene lo insólito, lo que el ciudadano racional, aquel que utiliza su razonamiento al elegir por quién votar, no acaba de comprender y mucho menos de asimilar: Luis Amador, después de este grave error con la adjudicación de la obra para la pista de aterrizaje del Daniel Oduber, dijo que iba a regresar a Costa Rica, después de viajar nuevamente a Canadá, para postularse a la presidencia de la República. Sin palabras…

Al Partido Unidad Socialcristiana

Al día siguiente de su expulsión del gobierno, el ya ex ministro de Obras Públicas, Luis Amador, decidió salir del país precipitadamente, raudo y veloz. El vuelo que iba a tomar con destino a Canadá, salía muy temprano en la madrugada y allí, en el Aeropuerto Juan Santamaría, en la ciudad de Alajuela, lo estaban esperando agentes del Organismo de Investigaciones Judiciales (OIJ), quienes procedieron a cerrarle el paso. Le examinaron el equipaje y extrajeron una computadora portátil o Laptop y le quitaron también su teléfono celular, para buscar evidencias que pudieran incriminarlo en algún delito relacionado con la adjudicación del contrato a la empresa Meco, tal y como hemos reseñado en los párrafos anteriores. Todavía no se tienen noticias de parte del OIJ de lo que hallaron en las memorias de ambos aparatos.

                  No hubo detención del individuo, quien, en todo caso, sólo despierta sospechas de que realizó con dolo o ilegalmente, el contrato con la empresa constructora. Por esa razón está en el centro de una investigación, junto al ex director de Aviación Civil, Fernando Naranjo. Seguidamente y desde su escondrijo en Canadá, Luis Amador, fiel a su inflado superego y su atrofiado ego, envió el mensaje a los costarricenses de que regresaría a la patria para postularse a la presidencia de la República. En esa afirmación llama poderosamente la atención la seguridad que tiene en sí mismo para hacer tal anuncio, más todavía cuando está siendo la parte central de una sospecha de corrupción y en la cual podría salir muy perjudicado si se le encontraran indicios de que recibió dinero de la empresa Meco, acostumbrada a la compra de consciencias de los dirigentes gubernamentales. Aunque todavía el OIJ no se ha manifestado al respecto.

               Con el paso de las fechas, Luis Amador siguió utilizando su verborrea característica, para hacer otro anuncio: iba a presentar su candidatura a la presidencia desde la plataforma del Partido Unidad Socialcristiana (PUSC), aunque no hubiera sido nunca militante de esa formación política. De inmediato, el ex presidente de la República y socialcristiano de toda la vida, Dr. Miguel Angel Rodríguez Echeverría, le contestó que ese partido no es “un taxi para transportar hasta la Casa Presidencial a cualquiera que se le ocurra utilizarlo.” Es decir, no es tan fácil para cualquier ambicioso, con ínfulas de gran personaje, llegar a los partidos mayoritarios de Costa Rica y decir: “Buenos días, soy fulano de tal y quiero ser presidente de este país y ustedes me van a servir para lograrlo.” No es tan simple, reiteramos.

            Pasaron más días, y llegaron unos audios con una conversación de Amador, en la que “se enterraba” políticamente. Su verborrea, como suele suceder con los demagogos y hablantines, le jugó una mala experiencia, porque en esas escuchas se comprometía de frente al Partido Unidad. Fue cuando el presidente de dicho partido, Juan Carlos Hidalgo, dijo a la prensa: “Queda claro que don Luis Amador nunca fue y nunca será socialcristiano y que la historia de los abuelitos era puro cuento. Lo que realmente quería era aprovecharse del partido y del trabajo de sus dirigentes, una grave equivocación de él y del pequeño grupo que le buscó.” Supuestamente algunos “le buscaron” para que presentara su nombre a la presidencia de la República, pero, conociéndolo y conociendo su ego, deducimos que fue él y sólo él, quien supuso que tenía el poder para ganar unas elecciones sólo con base en su verborrea que dispara a mil kilómetros por segundo. Y es que él no sabe que existe una diferencia entre hablar bien y hablar mucho; y él solamente “habla mucho” pero no bien. Esa es su triste verdad.

              En los audios que se lo trajeron abajo, Amador habla con un miembro de su grupo de amigos y se descubre a sí mismo que él nunca perteneció al Partido Unidad. Concretamente, los audios indican que Amador le dijo a su interlocutor al otro lado de la línea telefónica que iba a dar su adhesión a la Unidad Socialcristiana, como parte de una jugada política (una estrategia), para desviar la atención del actual presidente del país, Rodrigo Chaves, y posteriormente lanzar su candidatura con otro movimiento aparte. Textualmente el audio dice en la voz de Amador: “(…) para confundirlos bien, o sea para que la jugada llegara directo hacia el PUSC y si tomábamos la decisión de movernos por ahí… movernos por ahí. Y si no usarlos como mampara nada más, para que ellos se confundieran. Entonces el foco de atención se desviara hacia eso y a nivel de lo que es el presidente (Chaves), y todos los demás que están en la antesala de anticipación, de que si generamos un partido (nuevo), pues entonces piensan que yo voy por ahí (en la Unidad), porque les va a llegar ese rumor.” La reacción del presidente del PUSC, Carlos Hidalgo, fue la siguiente y con ella le cerró la puerta de ese partido a Luis Amador en las narices, tal y como se lo merecía: “Que se vaya con sus matráfulas a otra parte, aquí no se le va a extrañar. Porque en el PUSC hemos estado y seguiremos estando concentrados en nuestro trabajo de plantear propuestas serias, innovadoras y con visión de primer mundo (…).”

              Para finalizar, Luis Amador se refirió al portazo que le acaban de dar en la Unidad por culpa exclusivamente suya y de nadie más, precisamente por hablar de más, y dijo: “Sobre el tema de los audios ‘filtrados’ quiero dejar claro que no reconozco la legitimidad de los audios en donde supuestamente se escucha mi voz. No me prestaré para este tipo de politiquería sucia que nada aporta a la ciudadanía costarricense.” Ha negado que fuera su voz, pero el que habla lo hace de manera idéntica a él, a Luis Amador. ¿Será casualidad o estamos delirando?

             Así, Amador se ha quedado sin “partido taxi” para llegar a la presidencia y tendrá que formar el suyo propio. También está citado por los diputados para que rinda explicaciones sobre temas muy sensibles en las que podría estar seriamente involucrado y si no comparece ante la Asamblea Legislativa, habría orden de captura internacional por parte de INTERPOL. Tiene que regresar a Costa Rica, porque le debe muchas explicaciones al pueblo que él quiere volver a engañar con una eventual candidatura. ¡Pobre tipo de mal aspecto físico! ¡Cómo le traiciona su propia verborrea barata.

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