Valeria, editora sección América Central
La Co-Dictadora de Nicaragua, Rosario Murillo, Co-Gobierna con Base en Brujerías y Persecución a las Confesiones Cristianas
MANAGUA-(Especial para The City Newspaper) Cuando su compañero de vida
–no esposo, pues no sabemos si realmente están casados-, consolidó la dictadura
en este país, al margen del mismísimo Partido
Sandinista, ella apareció. Él, es Daniel Ortega, el dictador de Nicaragua;
y ella, su mujer, Rosario Murillo, uno de los personajes más siniestros e
impresentables (fea a la vista), que haya surgido en el istmo centroamericano.
Una vez que Ortega yacía sólido en su silla dictatorial, Rosario Murillo
apareció al lado de él y desde entonces, no han quedado dudas de quién es el
cerebro pensante (a pesar de sus desajustes evidentísimos), y quién es el que
obedece y no tiene capacidad o inteligencia para absolutamente nada. Es decir,
la del “cerebro” es ella, quien es la que realmente manda en esta nación,
atrapada en esta dictadura corrupta, ineficiente, distribuidora del hambre, la
miseria y todas las lacras sociales que pueden atacar a un pueblo.
Una mente torcida y dirigida hacia el mal
Cuando decimos “cerebro” al referirnos a Rosario Murillo, estamos escribiendo de su facultad para pensar un poquito nada más y lo expresamos en comparación con Daniel Ortega, el analfabeto que ha llegado hasta allí, hasta el poder absoluto de Nicaragua y todavía no nos explicamos cómo demonios ha podido alcanzar dicho poder. No usamos el sustantivo “cerebro” para hacer notar una inteligencia que evidentemente y convincentemente ella no tiene, porque, en parte, es un ser que piensa en sucesos, artilugios y situaciones reñidas con la cordura y con la realidad del mundo que todos percibimos y en el que todos vivimos cotidianamente.
Política y administrativamente, Daniel Ortega la ha nombrado “vicepresidenta”, pero todos sabemos que es la dictadora no oficial, la que manda y des-gobierna (porque es incapaz de ejercer el gobierno), en este país. Casi todos la conocen perfectamente en Nicaragua y el calificativo que mejor la describe es el de “bruja profesional”, una criatura que, además de horrenda, dueña de una apariencia verdaderamente fea, no hace nada por mejorarla y por el contrario, hace mucho por empeorarla, en su defecto. Llena de collares con piedras extrañas, lo mismo que decenas de pulseras en sus muñecas y brazos y aretes estrafalarios y extravagantes, cuelgan a ambos lados de su horroroso rostro que invita a los interlocutores de esta mujer, a mirar hacia otro lado y así evitar el disgusto de verla frente a frente.
Como bruja que es, detesta a la Iglesia Católica, a los sacerdotes y demás religiosos, a los que ha perseguido sin tregua, lanzando a Daniel Ortega en “una cruzada” que se parece a la Inquisición al revés; es decir, las brujas en clara persecución de los religiosos o del clero, en lugar de éstos a las hechiceras, tal y como ocurrió en la Europa Medieval. Ella, además de acusar a los sacerdotes de “terroristas espirituales”, un concepto salido desde las profundidades de su mente desquiciada y de su espíritu que navega en aguas oscuras y densas, es quien ha ordenado a su esposo sin carácter y con una personalidad deficitaria, que los persiga, les congele sus cuentas en los Bancos nicaragüenses, los encarcele o los haga marcharse al exilio y una vez logrado esto, les quite la nacionalidad a todos ellos.
Hace pocos días, el Colectivo Nicaragua Nunca Más, denunció una nueva escalada represiva contra la Iglesia Católica nicaragüense, después de la detención de unos 12 sacerdotes, “algunos de ellos con paradero desconocido y en situación de desaparición forzada”, denunciaron ante la prensa internacional. El nuevo ataque de parte de la dictadura Murillo-Ortega, se concentró en la Diócesis de Matagalpa, que estuvo liderada por el obispo Rolando Álvarez, detenido en meses anteriores, encarcelado y deportado a inicios del presente 2024. Detrás de esta nueva envestida, ha quedado claro que aquella que está detrás de esas acciones policiales, arbitrarias por demás, es Rosario Murillo, quien está dispuesta a acabar con “la luz” que irradia el cristianismo y hacer prevalecer, en su lugar, las artes oscuras que ella maneja, que ella practica y en las que ella cree. Esta declaratoria “de guerra” contra los clérigos y la Institución católica, surgió después de las protestas populares acaecidas en el 2018, cuando la Iglesia se puso al lado del pueblo que vociferaba por el final de la dictadura, por elecciones libres y por la llegada de la democracia.
¿Pero quién es este personaje estrafalario que se sienta al lado de Ortega y que es quien dirige a Nicaragua en todos los aspectos? Rosario Murillo es la co-dictadora (no co-presidenta, como insisten los veleidosos en llamarla); es la ideóloga, la que marca el paso y la naturaleza de la espiritualidad del régimen, ministra, poetisa y mística, incrustada en el seno del Estado; y es la persona más temida en toda Nicaragua, pues, con un solo movimiento de una de sus manos, puede enviar a la muerte a cuantos y a quienes ella desee, sin pasar previamente por los juzgados que están completamente plegados a favor de la dictadura. Ella es quien gobierna (o des-gobierna para ser más precisos) en Nicaragua, ella es la que manipula, maneja a placer y dicta las órdenes a su analfabeto esposo, Daniel Ortega, y ya no disimulan nada esa posición de la Murillo, cuando aparecen juntos en las celebraciones o manifestaciones aupadas por la camarilla dueña del Estado. De tal manera, podemos decir que Nicaragua no tiene un dictador… sino, una dictadora, quien, a pesar de no estar declarada plenamente, ejerce como tal…
Los nicaragüenses al unísono, saben que, en la intimidad de Rosario Murillo, lleva a cabo sus prácticas esotéricas: tiene una biblioteca personal en su residencia, recargada mayoritariamente de libros ocultistas que manda a traer del extranjero; echa las cartas del tarot, ofrece conferencias sobre el tema ocultista a sus seguidores (porque tiene a una gavilla de estos creyenceros que la siguen); da consultas gratuitas a quienes se las piden, especialmente a personal de los ministerios del gobierno y amistades cercanas y regala figurillas de extraña apariencia, pócimas, perfumes de olores extravagantes y “sobrenaturales”, lo mismo aretes, collares y pulseras. Sus ropas la delatan como una sacerdotisa de lo oculto y se rumora que está más cercana de Satanás que de los seres de luz, de los que nos hablan los Evangelios en la Biblia.
Su sombra se extiende por Managua, la Capital…
Quien haya viajado a esta ciudad, azotada por el terremoto de 1972 y que dejó profundas cicatrices en su fisonomía urbanística, y lo haya hecho recientemente, habrá notado con claridad la mano (o mejor dicho, la sombra) de Rosario Murillo, que se ha ensañado contra el antiguo paisaje citadino, cuando ha ordenado pintar con colores extraños y extravagantes los edificios, le ha cambiado el rumbo, la orientación con respecto a los puntos cardinales, a las calles y avenidas y ha puesto adornos que son difícilmente identificables por el común de las personas que por allí transitan. Los árboles también juegan un papel esotérico de importancia trascendental, en la cabeza torcida de la Murillo, la dictadora con plenos y absolutos poderes en este país del istmo centroamericano.
Observarla a ella en persona, es detener la mirada en la enorme cantidad de anillos que pueblan sus dedos o en los collares que cuelgan de su arrugado cuello, de una piel, golpeada por el paso de los años (nació en Managua, un 22 de junio de 1951), pulseras lapislázuli, turquesa y otras gemas extrañas con las que se reviste de pies a cabeza y que no son otra cosa que amuletos que la defienden y protegen contra la mala suerte y le ayudan a cumplir sus más caros anhelos y uno de ellos, quizás el más importante: mantenerse en el poder hasta que “el más allá” donde flotan los espíritus que moderan su existencia y así lo determinen y dictaminen.
Con mayor detalle, hemos de describir que lleva cinco sortijas en cada dedo (haga usted la multiplicación 5 x 10 dedos de sus dos manos), y el antebrazo forrado por un brazalete de plata, grabado con la mano de Fátima, el signo de protección entre judíos y musulmanes. ¿Pero de dónde sacó esta impresentable mujer todo ese universo de creencias y “disonancias” con la lógica, el racionalismo y la realidad? Su madre, llamada Zoilamérica (lo mismo que su hija exiliada en Costa Rica), Zambrana Sandino, era oriunda de Niquinohomo, una comunidad que siempre se ha destacado por ser cuna de espiritistas y hechiceros, los más célebres de Nicaragua, por añadidura. Y de acuerdo a las palabras del segundo esposo de Rosario Murillo, el periodista Anuar Hassan, Zambrana leía las manos, consultaba la Ouija (el tablero demoníaco cuyo centro se mueve solo o por la interferencia de las almas); y decía que se comunicaba constantemente con su pariente, César Augusto Sandino, el héroe del sandinismo, fundador de ese partido y rebelde en contra de la dominación norteamericana y la dictadura de la familia Somoza. Rosario, incluso, asegura que su hijo Juan Carlos, es la reencarnación (así como se lee), de Sandino. Y lo jura, lo asegura y lo vuelve a asegurar sin ambages ni resquemores, pues también (cómo no) ella cree en las vidas que se suceden detrás de otras vidas…
Su hija, Zoilamérica Naarváez Murillo, quien en su momento denunció a su padrastro Daniel Ortega, de haberla violado sexualmente varias veces, cuando era apenas una niña, dijo al programa Nicaragua Investiga, acerca de su madre, la dictadora del país: “Cuando una persona intenta estar tan alejada de la realidad como lo está ella, tiene que recurrir a creencias que la hagan salir de este mundo de alguna manera.”
Esa es la mujer que azota a los cristianos y al clero católico nicaragüense, la que dialoga con lucifer en persona cada noche y la que ve moverse los objetos en la casa presidencial, por la voluntad y acción de las almas que gravitan en el más allá. Y esa es la dictadura que ensombrece y empobrece a Nicaragua, un sincretismo que se nutre del comunismo primitivo, la tiranía al mejor estilo cubano/castrista, la lucha contra las cosas de Dios, el personalismo de Daniel Ortega y Rosario Murillo y la brujería, que es la esencia, la sustancia que alimenta a este extraño y único gobierno en su naturaleza, en toda América Latina. Según el escritor Sergio Ramírez Mercado, exiliado en España, “(…) ahora las reuniones del gobierno se hacen alrededor de una estrella ardiendo, de cinco puntas. Es increíble. Se traza un círculo y los ministros se sientan alrededor. Es como un aquelarre (una fiesta de brujas). Y utilizan un dron para que se vea la estrella completa.” Mientras tanto, cada día abandonan al país miles de nicaragüenses, hastiados por la horrenda realidad que los golpea y no les permite progresar.
Nayib Bukele Visita Costa Rica.
Destello de Gentileza, Humanismo y Aplomo en su Personalidad
SAN JOSÉ-(Especial para The City Newspaper) Para complacencia del gobierno y del pueblo de Costa Rica, el excelente presidente de El Salvador, Nayib Bukele, arribó a esta nación que pasa por dos momentos desoladores en todo su territorio: por un lado, una delincuencia que asesina y que el mismo Bukele definió “sintomática” de los primeros años de El Salvador, su país, cuando los delincuentes de “las maras” comenzaban a apoderarse de cada espacio de las ciudades, hasta hacerse insostenibles y aterradoras; y por el otro lado, temporales fortísimos, con unas lluvias de impresionante copiosidad, que han anegado y devastado gran parte de la geografía costarricense. De tal manera, la visita de Bukele, el hombre que llevó la paz ciudadana y la seguridad a su patria, fue algo así como un bálsamo para los apesadumbrados costarricenses que se debaten entre la sangre derramada por la delincuencia y los embates de la naturaleza.
Resulta particularmente llamativo el hecho de que en América Central, un istmo que siempre ha sido gobernado por “militarotes” obedientes a los mandatos de la Casa Blanca, en Washington, por dictadores y presidentes corruptos (en el caso específico de Costa Rica y Panamá en los últimos años), saltara a la vida pública un hombre con los rasgos personalísimos de Nayib Bukele, quien se trata de un personaje rebosante de juventud, energía, gran estilo, determinación (mano firme y fuerte para solucionar los profundos y agudos problemas en su país natal), y con una exquisita cultura. Desde hace muchísimos años atrás, Centroamérica no había visto a alguien así, con ese talante y extraordinario carisma.
Quién es Nayib Bukele
Nació en San Salvador, Capital del pequeño Estado salvadoreño, uno de los países más pequeños del mundo en cuestión territorial, pero que saltó a la fama debido a la sangrienta delincuencia que lo tuvo atrapado por décadas.
Nayib Armando Bukele Ortez, que es su nombre completo, vino a la vida un 24 de julio de 1981 (es muy joven según se evidencia), y es de ascendencia árabe-palestina; su padre fue un químico industrial, llamado Armando Bukele Battán, fue imán (líder religioso islámico), líder de la comunidad árabe en San Salvador e impulsor de las primeras mezquitas en ese país centroamericano. Su madre es originaria de Concepción de Oriente (La Unión), se llama Olga Marina Ortez, es de confesión católica, lo cual no fue obstáculo para contraer matrimonio con un hombre de credo musulmán, quizás porque los padres de ella también eran palestinos, aunque cristianos. Su abuela era una betlemita católica y su abuelo, un jerosolimitano ortodoxo. Los dos emigraron a El Salvador a inicios del Siglo XX con pasaporte otomano (turco). Esos fueron los bisabuelos maternos del actual presidente salvadoreño.
En cuando a su padre, Armando Bukele Kattán, tuvo cuatro hijos con Olga Ortez, llamados Nayib Armando (nuestro personaje), Karim Alberto, Yusef Alí e Ibrahim Antonio, y otros seis hijos de relaciones anteriores. En el caso de Nayib Bukele, hemos de decir que alcanzó por vez primera la presidencia de su país el 1 de junio del 2019, al suceder en el cargo al comunista Salvador Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, la otrora guerrilla. Bukele fue reelecto en el cargo para un segundo mandato el 1 de junio del 2024; pero antes de llegar a la presidencia de la República, fue alcalde de Nuevo Cuscatlán el 11 de marzo del 2012 y posteriormente de la Capital, San Salvador, el 1 de marzo del 2015. En ambos casos bajo “el alero” del Farabundo Martí, partido al que perteneció hasta que fue expulsado por el Comité de Ética de ese movimiento de izquierdas, tras fuertes discrepancias y altercados, en el 2017. Pero ese acontecimiento, en lugar de sepultarlo políticamente, debe verse desde el ángulo positivo, ya que lo alentó para fundar, en el 2018, su propio partido al que llamó Nuevas Ideas. A partir de ese momento, lo que siguió ya es historia reciente, ampliamente conocida.
La fama de Nayib Bukele comenzó a subir y alcanzar relevancia mundial, cuando, el 20 de junio del 2019 y desde la presidencia de la República, dio a conocer el “Plan Control Territorial”, que no era otra cosa que la declaración de guerra contra los pandilleros de “las maras”, también extendidas por Honduras y Guatemala. Resultaba perentorio, altamente urgente, que se pusiera coto, un final drástico y tajante a esa problemática que tenía horrorizados a los salvadoreños, quienes vivían metidos en sus hogares por el miedo que les causaba salir a las calles donde eran secuestrados, amedrentados (en el mejor de los casos), asesinados o extorsionados por los delincuentes. En un inicio, el gobierno de Bukele, según afirman algunos de sus detractores, negoció con las tres principales pandillas de El Salvador sin lograr resultados positivos, como sucedió después cuando implantó su “mano dura” a esos mismos gamberros. En aquel entonces, el Departamento de Estado de los Estados Unidos lo acusó de haber negociado en secreto con la “mara salvatrucha (MS-13),” para que redujera su número de componentes; pero tampoco los norteamericanos brindaron o concedieron planes para combatir con eficacia a los “mareros.” Tampoco los estadounidenses han aceptado que, indirectamente y gracias a sus políticas anti-migratorias y la segregación de los no anglosajones que llegan a su territorio nacional, “las maras” fueron fundadas por vez primera en algunos de sus Estados, principalmente en los fronterizos con México y los de la costa oeste. Es decir, con mayor claridad se debe expresar que los pandilleros decidieron conformar esos grupos criminales en los Estados Unidos mientras permanecían allí y al no obtener “el sueño americano” que les llevó hasta la Unión Americana. Luego serían deportados y llevarían ese “cáncer socio-delictivo” a los tres países centroamericanos que hemos mencionado anteriormente.
Antes de la llegada de Bukele al poder, presidentes de los dos partidos mayoritarios, el FSLN, de extrema izquierda; y ARENA, de derechas, habían intentado “algo” con “las maras”, incluso les dieron millones de dólares (que también es la moneda de curso legal en El Salvador), a cambio no sabemos de qué cosa todavía. Aunque lo que adquirieron “los mareros” fue un extraordinario poder que los hizo que prácticamente co-gobernaran en El Salvador e implantaban sus leyes de terror en toda la nación. Algunos de esos ex presidentes, al llegar Bukele al poder, huyeron del país y se refugiaron en Nicaragua, con la protección y el auspicio de la dictadura nicaragüense y después se nacionalizaron para evitar ser deportados y enjuiciados en tribunales salvadoreños. Sin duda, los acuerdos con los pandilleros con los dos partidos políticos que gobernaban a El Salvador en distintos períodos, fueron espurios, de espaldas a la legalidad y lo único que consiguieron fue aumentar el poderío de los asesinos callejeros y que se apropiaran de todo lo que ellos consideraban que les podía pertenecer, y lo más doloroso fue que se adueñaron de las vidas humanas de humildes salvadoreños, cuyo “único pecado” era el deseo de vivir vidas normales y seguras. Fue cuando se dio otro fenómeno tanto en El Salvador como en Honduras y Guatemala: la inmigración, a pie y masiva, hacia los Estados Unidos, en pos del famoso “sueño americano”, cruzando todo el territorio de México, una empresa suicida en la que muchos hallaron la muerte en la travesía.
Es importante señalar en este tracto de este reportaje que, mientras los pandilleros asesinaban a entero placer, con la connivencia del Estado corrupto, sus corruptores y corruptos en la presidencia, las ONGs, que hoy “se rasgan las vestiduras” defendiendo a “los mareros” y las organizaciones defensoras de los derechos humanos a nivel internacional, jamás, jamás, jamás, nunca jamás, dejaron escuchar sus voces para defender a los ciudadanos salvadoreños aterrorizados por aquellos vándalos. Hoy, cuando Nayib Bukele ha metido a prisión a más del 90 por ciento de esos asesinos, sí levantan sus voces para defender a los perpetradores del terror y de la muerte que están detrás de las rejas en la mega-cárcel que se construyó expresamente para ellos. En otras palabras, todas esas organizaciones son defensoras del mal, de la perversidad en todas sus manifestaciones, por encima del bien y del bienestar de los ciudadanos de un país. El haberlos metido a prisión es lo que le reclaman a Bukele, lo mismo que algunas periodistas de Costa Rica con sus preguntas incesantes y malintencionadas a este mandatario durante su visita; y por supuesto, los comunistas costarricenses del Frente Amplio, quienes son duchos y rápidos en señalar las políticas de Bukele, pero callan ante los asesinatos meridianos, clarísimos, flagrantes, cometidos por las dictaduras marxistas de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Fue el 27 de marzo del 2022, cuando la Asamblea Legislativa de El Salvador, a petición del Poder Ejecutivo, declaró el régimen de excepción ante la ola de homicidios que habían convertido a esta nación en la más insegura del mundo, por encima de Haití, los países balcánicos en Europa y varios africanos. No había opción: había que hacer algo eficaz y contundente…
Así, empezó la llamada “guerra contra las pandillas” y sólo en el 2022 los crímenes perpetrados por esos delincuentes, se redujeron en un 56,8 por ciento. El camino ya había sido tomado y había que concluirlo hasta el final y de manera satisfactoria. Los rasgos de esta política implementada por Nayib Bukele y sus asesores en el seno del gobierno y llevada a cabo por la policía y el ejército salvadoreño, fue decretar en los centros penales la limitación a la comunicación entre “los mareros” y la política de cero tolerancia contra el crimen. Aquí, los defensores de los derechos humanos, que más bien son defensores de “los derechos” de los asesinos, elevaron todavía más sus voces por el supuesto “maltrato” que se le estaba dando a sus protegidos de las pandillas, versus el 90 por ciento de los salvadoreños decentes y trabajadores, quienes recibieron las decisiones de Bukele de manera positiva y más de un 90 por ciento dice estar de acuerdo con las medidas tomadas contra los grupos terroristas que desolaban a las ciudades del país. Al fin y al cabo, esto último es lo que importa, es lo que cuenta… lo que piense y sienta el pueblo y no lo que opinen los defensores internacionales de los delincuentes, a quienes se le suman jefes de Estado, ex presidentes, como la costarricense Laura Chinchilla, quien despotricó en la prensa de Costa Rica por la visita de Bukele a esta nación. Con su habitual verborrea (porque habla mucho, pero no habla bien, que es una diferencia que hay que considerar en el caso de la Chinchilla), dijo: “la Costa Rica que hoy lo ha recibido (a Bukele), es la que se conforma con las migajas de un gobernante mediático e inescrupuloso que sólo ofrece el pan de la seguridad para hoy, pero el hambre del Estado de Derecho para mañana.” Esa palabrería barata, esa retórica llena de figuras anti-semánticas y nada claras, que más bien despiertan la jocosidad en quienes las escuchamos o leemos, es lo que Laura Chinchilla propinó al pueblo de Costa Rica durante sus cuatro años de des-gobierno, que estuvieron permeados por una escandalosa corrupción y por un retroceso económico-social, que aportó muchísimo a la pobreza que hoy sufren miles de ciudadanos de este país. Y en materia de seguridad, a pesar de que ella carareaba (onomatopeya que dejan oír las gallinas cuando ponen un huevo), a los cuatro vientos, que estaba casada con un experto español en seguridad, quien, por el contrario, sentó las bases del altísimo grado de inseguridad y criminalidad que hoy sufren los mismos costarricenses. Es decir, esta mujer no aportó nada positivo durante sus cuatro años en la Casa de Gobierno. Por supuesto que cuenta también el hecho de que el actual presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, no quiso catapultarla en su intención de llegar a presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sin ser ella economista ni cosa que se le parezca. Obviamente lo que Laura Chinchilla quería era un super-puesto a nivel internacional y ganar prestigio y miles de dólares, a pesar de su nula experiencia y desconocimiento de los avatares bancarios. Fue evidente que la mujer hablaba por la herida, por el resentimiento al no concedérsele su capricho en pos de un puesto sofisticado y un jugoso sueldo
Bukele llega a Costa Rica, donde se vive un clima de extrema violencia
Fue recibido con todos los honores que se merece el mandatario, cuya labor ha sido la más encomiable y admirable en esta década que transcurre en el istmo centroamericano. Al llegar al Aeropuerto Juan Santamaría, en Costa Rica, un verdadero maremágnum de personas comunes y periodistas nacionales y extranjeros acreditados, lo recibieron en un tumulto que ningún otro gobernante, en el pasado, hubo experimentado. La comitiva, en acto seguido, tomó rumbo hacia la Casa Presidencial en San José, la Capital costarricense, donde el presidente Rodrigo Chaves estrechó su mano con firmeza, le dijo unas meritorias palabras y le abrazó efusivamente. Después, procedió a condecorarlo por sus logros en lo que respecta a la seguridad, obtenida gracias al combate a las pandillas salvadoreñas. Impuso en su pecho la medalla de la Orden Juan Mora Fernández, el máximo reconocimiento que la diplomacia de Costa Rica suele otorgar.
Afuera, en los barrios de esta ciudad y en otras urbes alejadas y en cualquier punto de la geografía de Costa Rica, la tasa de homicidios que el hampa causa a diario, va en aumento, ante el estupor de analistas, sociólogos, la prensa y los mismos gobernantes. Esas mismas tasas han llegado a niveles históricos en los últimos dos años, mientras las medidas correctivas de la situación, por parte de los últimos cuatro gobiernos, han sido insuficientes y nada convincentes para la población que las sufre.
En su discurso de bienvenida, el mandatario costarricense, Rodrigo Chaves, destacó los logros de Bukele en su país natal, El Salvador, por reducir los niveles de inseguridad y violencia que imperaban en las calles de los principales centros urbanos. Mientras tanto, las estadísticas que maneja el Organismo de Investigaciones Judiciales (OIJ) o policía adscrita al Poder Judicial, indican claramente que Costa Rica va a superar este 2024 los 906 asesinatos que se registraron el año anterior, el más violento en la historia de este país. Hasta el 11 de noviembre de este mismo año, el OIJ reportó 757 asesinatos, 31 menos que el mismo mes del año 2023. Ante los halagos de Chaves, el presidente Bukele respondió que, efectivamente, él y su Gabinete de Estado lograron que El Salvador sea ahora el segundo país del hemisferio occidental más seguro, sólo superado por Canadá. Y así le contestó de manera textual el presidente de los costarricenses: “El rescate de El Salvador de esas garras nefastas, también está ayudando a la paz en nuestra región. La lucha contra el crimen organizado en cualquier lugar de Centroamérica, es bienvenida. Hay que reducir la extensión y la influencia de ‘las maras’ y el mal ejemplo.”
Los dos presidentes hicieron pública su intención de impulsar una liga de países con pensamiento similar al de ambos, para promover la seguridad, la prosperidad y el desarrollo; y mientras Rodrigo Chaves y su grupo de ministros se sentían complacidos con la visita de Nayib Bukele, diputados de la Asamblea Legislativa, especialmente los de los partidos de oposición al gobierno y los comunistas del Frente Amplio, deseosos estos últimos de implantar dictaduras semejantes a la cubana, venezolana o nicaragüense y sumir a esta sociedad costarricense en la miseria y la falta de lo elemental para vivir, y también los jueces de la Corte Suprema de Justicia, se negaron recibir a Bukele, según ellos por los cuestionamientos que se le hacen en contra, en materia de derechos humanos, mismos que hemos desglosado al inicio de este reportaje. Es decir, a estos oscuros funcionarios del Estado de Costa Rica, que se echan a sus bolsillos cuantiosos salarios mensuales por no hacer absolutamente nada, y, por el contrario, son dados a tolerar la altísima delincuencia aquí existente, lo que le reprochan al mandatario salvadoreño es el trato que la policía de El Salvador da a “los mareros”, que, según estos burócratas de altos vuelos, riñen con los derechos humanos más elementales. Es decir, “a los asesinos con rosas” y encerrarlos, si se pudiere, en suites de cinco estrellas, en lugar del centro penal que Bukele ordenó construir para ellos. Son bestias con sus manos manchadas de sangre, con sus cerebros deseos de asesinar, extorsionar, violar, secuestrar e implantar un modus vivendi de terror en los salvadoreños. Algo parecido se puede vislumbrar en el futuro de Costa Rica, un país a la deriva policial y atrapada por la delincuencia criminal.
En tal caso, la decisión del presidente Rodrigo Chaves fue la de no exponer al distinguido visitante al agravio y por ello no contempló visitas a los otros poderes del Estado, ante la imbecilidad de sus representantes, quienes están de acuerdo con el “mar de sangre” causado por “las maras”, sin lugar a dudas. Pero Bukele y Chaves visitaron al complejo penitenciario La Reforma, considerado uno de los centros penales más abyectos que existen en América entera y está allí, en Costa Rica, precisamente. Lo cual significa que los internos, los presidiarios que allí están, subsisten diariamente en condiciones realmente inhumanas; empero, las ONGs y demás organismos internacionales que critican a Bukele, no dicen nada acerca de ese matadero que es realmente La Reforma.
Ante las necedades de los cuestionantes a su política de seguridad, Nayib Bukele, con una paciencia admirable y sin levantar nunca la voz, les respondió (aunque es muy posible que no le entendieran su castellano): “todos los demás derechos no sirven, si no hay derecho a la vida, no se pueden aplicar, no hay derecho a la movilidad si estoy muerto; entonces, el Estado debe garantizar el derecho a la vida de sus ciudadanos y para eso, debe ir tras los delincuentes. No hay otra forma.” Respondió incansablemente el salvadoreño.
Dentro del Centro Penitenciario La Reforma, Bukele hizo la aseveración más importante de su visita a Costa Rica y que debe ser tomada en toda su magnitud y seriedad: “este país está presentado las mismas señales de violencia que tenía El Salvador hace 40 años.” De tal manera, la advertencia hecha por una persona que conoce detallada y profundamente el tema, es una instancia para que los actuales y futuros gobernantes costarricenses tomen las medidas pertinentes para acabar con la pujante criminalidad o sucumbir ante ella…
Y remató Bukele después de recorrer los distintos módulos que componen a este centro penal: “el Estado debe aplicar todos sus esfuerzos para reducir la criminalidad, con el fin de preservar el derecho de los costarricenses. Esta medida debería cumplirse, cambiando ciertas políticas judiciales y en materia de seguridad pública. Hay que tomar acciones de acuerdo con esa realidad. Yo a ellos les dije ayer que Costa Rica es una joya… ustedes tienen una joya en Latinoamérica en todo sentido y tienen que cuidarla. Ustedes están teniendo los síntomas que tuvo El Salvador en los años 90. Están a tiempo de hacer lo que nosotros no pudimos hacer en esa época, que (en aquel tiempo) no era tan dura y que la tuvimos que ejecutar en el año 2022; pero hay que hacerlo.”
Agregó que, en Costa Rica, las personas privadas de libertad tienen más beneficios que en su país, pero que “los derechos humanos de las víctimas deben ponerse por encima de los que tienen los criminales (algo que molesta a los detractores de Bukele, subrayamos). A mí me confunde, talvez hay gente muy buena que se preocupa por la comida de los presos. Está bien que alguien tenga ese corazón con alguien que es un criminal, que ha asesinado, ha violado, robado, asaltado y ha sido violento (en grado sumo). (Pero) habría que preguntarse cuántas veces esas personas se han preocupado por la comida de los costarricenses o cuántas de esas personas que nos critican, se han preocupado de los salvadoreños de bien. El control de las cárceles es vital. Las medidas estrictas que se deben aplicar en las prisiones, tienen que desarrollarse de manera tal que se evite que los centros penitenciarios se conviertan en un punto de control para delinquir. Desde las visitas conyugales hasta restringir la comunicación que tienen con las personas en el exterior, son parte de las medidas necesarias (dentro de los penales), para disminuir la violencia.” Esas tesis fueron respaldadas y aplaudidas por el mandatario de los costarricenses, Rodrigo Chaves, en un país donde, desde La Reforma, un presidio considerado de máxima seguridad e inexpugnable, los internos estafan, hacen llamadas con sus celulares y ordenan a sus sicarios cometer los homicidios que han quedado pendientes tras su encarcelamiento. Es decir, el relajamiento, la tolerancia y la irresponsabilidad de todo el aparato judicial de Costa Rica, es impresionante, en especial por su favorecimiento a los presos, quienes siguen delinquiendo aun detrás de los barrotes de sus celdas. Y Chaves citó el pésimo ejemplo de los reos en Costa Rica, quienes tienen el derecho de atender las visitas íntimas de mujeres que ni siquiera son sus compañeras sentimentales, novias y mucho menos esposas. Tal barbaridad es lo que callan los defensores de los derechos humanos, porque parece que avalan esas situaciones o están totalmente de acuerdo con su realización. “Algunos privados de libertad, dentro de la cárcel, y que tienen capacidad económica (venden droga dentro de los muros del presidio incluso, o dominan las actividades comerciales espurias en las calles desde sus celdas, mediante celulares), podrían estar dando dinero por servicios sexuales y ni siquiera tienen que pagar habitación.” Añadió Rodrigo Chaves sobre lo que sucede en los centros penales costarricenses.
Y Bukele tocó el sensible tema del costo al Estado que genera cada recluso: “El gasto de mantener a los presos es mayor a lo que, en promedio, es el costo de vida de cada costarricense, sumado al pago de impuestos.” Lo cual quiere decir que, en otro orden de cosas, en un sistema que debería ser cambiado en el futuro, cada prisionero debería costear su mantenimiento propio mediante el trabajo fuerte, diario y honrado, y que esa carga no le competa únicamente al Estado. Indicó que en las fechas siguientes entregará un documento formal, a modo de diagnóstico, que conllevará sugerencias al gobierno de Costa Rica para que mejore los centros penitenciarios. “Nosotros –dijo textualmente el visitante salvadoreño-, vamos a continuar con este diagnóstico del sistema penal, vamos a hacer algo formal para entregarle al Gobierno de Costa Rica, de parte de nosotros sus amigos o hermanos menores, como nos quieran ver… Esperamos que ustedes tomen las medidas y escuchen a personas que ya sufrimos, no lo que ustedes están sufriendo, sino lo que todavía no están sufriendo, pero nosotros vimos cómo creció esa enfermedad (la delincuencia supra-criminal), hasta que se volvió incontrolable. Créanme que no quieren llegar a eso.”
En otro semblante de su visita, fue imposible ocultarle al presidente de El Salvador el hecho de que Costa Rica está pasando por una crisis humanitaria bastante dura, debido a la precipitación de lluvias extremadamente fuertes e ininterrumpidas, que han hecho de la mayoría de las zonas de su territorio verdaderas, poderosas y peligrosas riadas. Se habla de personas desaparecidas, muertas y aquellas que lo han perdido todo (animales de crianza, de trabajo, artefactos domésticos, sus viviendas, negocios, etcétera) y que son la inmensa mayoría. Ante tales catástrofes que ocurren en más del 90 por ciento del suelo costarricense, la reacción espontánea de Nayib Bukele fue la de ofrecer ayuda al pueblo de Costa Rica y, ni lerdo ni perezoso, el gobierno de esta nación del sur de América Central, aceptó ese ofrecimiento. Fue así como, mediante el oficio DVMB-096-2024, Lydia Peralta, viceministra de Asuntos Bilaterales y Cooperación Internacional, explicó sobre la entrada de militares salvadoreños, que son parte de la brigada de ayuda que ordenó Bukele para la emergencia que sufren los costarricenses, principalmente en la costa del Océano Pacífico: “Me permito informar –dijo la funcionaria-, que se trata de un grupo de voluntarios compuesto por bomberos, policías, paramédicos y un número limitado de funcionarios de las Fuerzas salvadoreñas, que han venido a Costa Rica para efectuar labores humanitarias que no son de índole militar. Los voluntarios han llegado a Costa Rica en vuelos comerciales (…) y sus labores están siendo coordinadas por la Comisión Nacional de Emergencias.” Señala el documento que fue enviado al presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias Sánchez, que pertenece al partido Liberación Nacional, acérrimo opositor al actual gobierno de Chaves. Se le envió el escrito debido a las amargas e irracionales críticas que los diputados hicieron al actual presidente de la República, por haber dejado entrar a esos cooperantes salvadoreños sin el permiso de los diputados. Y es que en Costa Rica una de las leyes retrógradas que se pueden leer en la Constitución de este país, se refiere al hecho de que ninguna fuerza extranjera, así llegue en misión de ayuda humanitaria, puede ingresar a este territorio sin que los diputados hayan permitido su entrada. Y para que ello se produzca, tienen que debatir y debatir en largas discusiones en el plenario legislativo, mientras las inundaciones siguen causando estragos entre las personas damnificadas. Una estupidez sin parangón en un país de charlatanes, asentados en dicho parlamento.
En todo caso, los cooperantes en esta emergencia por las inundaciones pluviales están entregando toda su bondad y esfuerzos en estos precisos instantes, mientras las lluvias fortísimas no dan tregua, no dejan de caer y causan dolor, desesperación y caos en miles de personas. Pero los diputados, especialmente los de Liberación Nacional y los marxistas bolivarianos del Frente Amplio, les pusieron objeciones a esos cooperantes, en detrimento de los costarricenses en desgracia. No hay duda: lo que se sufre en Cuba, Venezuela y Nicaragua, estos delincuentes incrustados en la Asamblea Legislativa, es lo que quieren precisamente para Costa Rica. “Por sus hechos los conoceréis”, dice el famoso aforismo.
Así fue la visita de Nayib Bukele a Costa Rica con más luces y muy pocas, poquísimas sombras, de un hombre de esos que ya casi no existen en toda la geografía mundial.
¡Gracias Señor Bukele!
Luis Amador, Dueño de un Ego y un Superego Descomunales, que lo Tienen Fuera de la Realidad
SAN JOSÉ, Costa Rica-(Especial para The City Newspaper) Prácticamente salió huyendo una madrugada por el aeropuerto internacional Juan Santamaría, pero fue “cazado” por agentes de la policía judicial (OIJ), pues sabían que a esa hora, muy temprano, casi cuando el Sol no había comenzado a iluminar a este país, iba a abandonar suelo costarricense y le confiscaron el teléfono celular y su computadora portátil, para hallar allí evidencias que lo podrían incriminar o favorecer de cara a la justicia. Él es Luis Amador, ex ministro de Obras Públicas y Transportes de Costa Rica (MOPT), de la actual administración gubernamental del presidente Rodrigo Chaves.
Sin bagaje político, más que el obtenido cuando el actual mandatario le dio la oportunidad de estar al frente de la Cartera nombrada en las líneas de arriba, ahora pretende ser presidente de la República, así sin más… solo porque su superego, esa parte de la personalidad humana que nos dice lo que queremos ser y que no es realidad, pero que está muy unida a las ilusiones, a la imagen que no es la nuestra, pero que idealizamos para nosotros mismos. Se asemeja a aquella fotografía del gato que se ve al espejo y en lugar de ver al gato que realmente es, lo que observa es un tigre de Bengala, que es el ideal de sí mismo. Pero en el caso que nos ocupa, este sujeto no tiene ni la capacidad, ni la experiencia, ni la simpatía, ni la empatía con el pueblo –mucho menos ahora que fue destituido de su cargo por un gravísimo error financiero que cometió-, ni el carisma para ostentar siquiera, de primera entrada, por ese alto honor de presidir al país. Pero él se ve como “el tigre de Bengala” que cree le refleja el espejo, en lugar del gato común que realmente es.
Dueño de una verborrea
“La palabra hablada si está desunida de la acción, carece de fundamentos, de realismo y eficacia.” Esta es una máxima tan cierta como aquellos que quieren utilizar las ventajas que da el hablar con presteza, locuacidad y rápidamente, para convencer y demostrar, en la mayoría de las ocasiones, lo indemostrable o una realidad que es, por el contrario, una mentira. Muchos hombres, principalmente en el género masculino, creen que desarrollar una palabrería abundante y rauda, les da todas las ventajas sobre los demás: para conquistar mujeres, para vender un producto, para prosperar en los negocios, para convencer hasta el más duro de convencer y en política, es la herramienta por antonomasia de los demagogos, pero en los últimos tiempos, las muchedumbres, los ciudadanos no confían tanto en la verborrea y exigen veracidad, honestidad, franqueza, probidad y un espíritu recto, por encima de la retórica vacía, demagógica y engañista tan común en los políticos de todas las épocas y naciones.
Pero Luis Amador, quien se describe a sí mismo como un ingeniero civil, profesor de una Universidad de Canadá, a pesar de que en ambos casos no ha presentado los atestados, y residente desde hace años en aquella nación del Norte de América, cree que ser locuaz o hablar como un descosido, le da ese plus para alcanzar la presidencia de la República. En el pasado, ex presidentes utilizaron esa herramienta y los resultados, cuando tuvieron que unir la palabra a la acción eficaz, fracasaron estrepitosamente. El caso del ex mandatario Rodrigo Carazo (1978-1982), lo demostró con claridad y quienes lo recuerdan insisten en decir una gran verdad que se desprendió de aquel: “Fue el mejor propagandista que ha habido en el país, pero el peor gobernante que hemos tenido.” O aquel otro llamado Oscar Arias, un tipo frío como reptil, siempre al asecho para alcanzar sus objetivos, utilizó hasta el cansancio el término “humildad”, totalmente desapegado de su realidad, de su ser, cuando es un individuo que siempre ha vivido en la opulencia y se cree más que cualquier ser viviente en este mundo y es capaz, fundamentado en su arrogancia con tintes de psicosis, de despreciar y humillar a quien a él se le ocurra y se le haya cruzado en el camino. Todos ellos demagogos, mentirosos de principio a fin y sin descanso. Y Luis Amador, quien tiene ínfulas de presidente, es uno de ellos y se percibe al escucharlo y verlo, que no es un individuo en ningún modo sincero. Para nada.
¡Pues bien! Llegó al actual gobierno de Rodrigo Chaves cuando éste solicitó, para conformar su Gabinete, que le enviaran currículos u hojas de vida, porque él no conocía a nadie en Costa Rica. Además, el partido político que él mismo creó, tampoco tenía los elementos idóneos para darle forma a un Gabinete de Estado. Y Luis Amador fue uno de ellos, quien envió su hoja de vida. ¿La habrán comprobado fehacientemente? No lo sabemos, pero si no lo hicieron, contrataron como ministro de Obras Públicas a un verdadero desconocido, y como tal, proclive a cometer cualquier gran error, como realmente sucedió con el paso de los meses.
Una vez en el gobierno, su delirio y su debilidad fue aparecer a diario en los noticieros televisados, en las tres ediciones, los siete días de la semana. Miraba a las cámaras insinuando seguridad, autoridad, capacidad y su consabida verborrea para explicar hasta el más insignificante detalle que quisiera comunicar. Hoy, quien hace algo parecido es el ministro de Seguridad Pública, mientras la inseguridad campea en todo el país y los asesinatos por encargo tiñen de sangre a las familias que sufren el sicariato; pero al ministro actual, le complace salir en la televisión de una manera enfermiza. El narcisismo en su máxima expresión.
Pero Luis Amador fue destituido cuando se encontraba fuera del país, propiamente en Canadá, la nación de la cual él presume a cada instante, que es otra de las características del costarricense de estos días: presumir por los viajes que realiza y se deleita hablando de ello hasta que agobia a sus interlocutores con esa presumida manera de dialogar. De inmediato, fue nombrado en su lugar, Mauricio Batalla, quien era el director del Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI). El presidente Chaves anunció su despido en una conferencia de prensa en la que fueron citados los periodistas de manera urgente y atropellada. Además de Amador, fue destituido Fernando Naranjo, quien estaba al frente de la oficina de Aviación Civil y la razón se fundamentó en que ambos firmaron los criterios para seleccionar a la empresa que iba a construir la nueva pista de aterrizaje del Aeropuerto Internacional Daniel Oduber Quirós, ubicado en la ciudad de Liberia, provincia de Guanacaste. A pesar de esta drástica decisión, el mandatario Chaves aseguró: “No tengo evidencia de corrupción; pero los dos funcionarios firmaron el documento que dio la ventaja. Es una decisión dificilísima de mi parte, lo consulté con la almohada, pero la verdad es que yo tengo un compromiso con el pueblo.” Los arreglos de la pista del aeródromo iban a costarle al fisco del país, un monto superior a los US$2 millones de más, en un contrato por un total de US$40 millones. Es decir, iban a pagarse US$2 millones adicionales, en una nación que está sumamente endeudada y que tiene índices de pobreza per cápita realmente preocupantes. No está la situación financiera para botar el dinero y mucho menos en dólares, basados en un contrato exagerado y que requería mayor gasto.
Pero anteriormente Luis Amador, como jerarca del MOPT, había cometido otros errores, impropios en él que presume de ser extraordinariamente inteligente y se merece la presidencia de la República con fundamento en esa supuesta inteligencia; y para citar solo uno de esos yerros, no previó que, durante el arreglo del puente en el Bajo de Los Ledezma, iba a causar una congestión de automóviles realmente molesta y en nada funcional. Fue un auténtico colapso vial lo que allí causó y no presentó alguna alternativa para paliar o solucionar ese problema de tránsito. Solamente para formarnos una idea más o menos certera de lo que Amador provocó, por esa pendiente que está en una de las vías de la Capital, transitan a diario unos 25,000 automóviles, que, durante el cierre, sus conductores no sabían qué hacer ni cuál otro camino tomar… “Aquí hubo un grave error”, reconoció el presidente Rodrigo Chaves, porque no hubo nunca un estudio de impacto vial actualizado y eso fue culpa del ex ministro Amador. Nadie más que él fue el del craso error.
Tampoco fue obediente cuando el mandatario le pidió que contratara a 60 nuevos oficiales de tránsito que hacen falta en Costa Rica; pero Amador respondió que la contratación de esas plazas tendría seis años de atraso, debido a que “hay un proceso para asignar esas plazas.” No movió un dedo para cumplir con esa orden presidencial y el mismo Chaves le dijo en respuesta: “de esos seis años, ya dos le corresponden a usted en su calidad de jerarca (del MOPT). ¿Por qué se atrasó dos años?” Le preguntó el presidente.
Retornando al tema de la pista de aterrizaje en el aeródromo de Liberia, el mandatario explicó a la prensa que ese sitio “se había dañado y si no se tomaban acciones, se iban a suspender los vuelos a Liberia, lo que habría provocado un fuerte golpe al turismo.” Es por esa razón que el 20 de junio del año 2023, se pidió incluir el arreglo de la pista en el decreto de emergencia que la tormenta Bunny exigió emitir. Se hizo un plan de inversión que se presentó el 17 de agosto, por 22,900 millones de colones (moneda costarricense), que fueron aprobados por la Comisión Nacional de Emergencias.
Pocos días después, el 12 de octubre, Aviación Civil, por medio de su director, Fernando Naranjo, y con el aval y la firma de Luis Amador, ministro de Transportes en este momento, enviaron los términos de referencia para la contratación de obras, con dos criterios: precio por el trabajo a realizar y experiencia de la empresa a contratar. El 23 de octubre se publicó el cartel de licitación y se recibieron tres ofertas de parte de las empresas HSolís, Meco (que están en medio de un proceso judicial por corrupción), y Pedregal. El 29 de enero del 2024 se dejó en firme la adjudicación de las obras en el aeropuerto citado, a Meco, por 21,000 millones de colones. Las labores comenzaron en la pista de aterrizaje, el 4 de marzo siguiente. El presidente de la República explicó que pidieron a las empresas Meco y Pedregal que mejoraran las ofertas, pero la adjudicación terminó costando US$2 millones más, “porque los términos de referencia tienen indicios de que fueron diseñados para que ganara la empresa que ganó. (Y) a esos términos de referencia se le añadió un porcentaje por experiencia que solo el oferente que ganó, cumplía. Con lo cual, hace parecer que se le hizo ‘a la medida’ (como si fuese un traje-sastre).” Aclaró Rodrigo Chaves.
Y aquí viene lo insólito, lo que el ciudadano racional, aquel que utiliza su razonamiento al elegir por quién votar, no acaba de comprender y mucho menos de asimilar: Luis Amador, después de este grave error con la adjudicación de la obra para la pista de aterrizaje del Daniel Oduber, dijo que iba a regresar a Costa Rica, después de viajar nuevamente a Canadá, para postularse a la presidencia de la República. Sin palabras…
Al Partido Unidad Socialcristiana
Al día siguiente de su expulsión del gobierno, el ya ex ministro de Obras Públicas, Luis Amador, decidió salir del país precipitadamente, raudo y veloz. El vuelo que iba a tomar con destino a Canadá, salía muy temprano en la madrugada y allí, en el Aeropuerto Juan Santamaría, en la ciudad de Alajuela, lo estaban esperando agentes del Organismo de Investigaciones Judiciales (OIJ), quienes procedieron a cerrarle el paso. Le examinaron el equipaje y extrajeron una computadora portátil o Laptop y le quitaron también su teléfono celular, para buscar evidencias que pudieran incriminarlo en algún delito relacionado con la adjudicación del contrato a la empresa Meco, tal y como hemos reseñado en los párrafos anteriores. Todavía no se tienen noticias de parte del OIJ de lo que hallaron en las memorias de ambos aparatos.
No hubo detención del individuo, quien, en todo caso, sólo despierta sospechas de que realizó con dolo o ilegalmente, el contrato con la empresa constructora. Por esa razón está en el centro de una investigación, junto al ex director de Aviación Civil, Fernando Naranjo. Seguidamente y desde su escondrijo en Canadá, Luis Amador, fiel a su inflado superego y su atrofiado ego, envió el mensaje a los costarricenses de que regresaría a la patria para postularse a la presidencia de la República. En esa afirmación llama poderosamente la atención la seguridad que tiene en sí mismo para hacer tal anuncio, más todavía cuando está siendo la parte central de una sospecha de corrupción y en la cual podría salir muy perjudicado si se le encontraran indicios de que recibió dinero de la empresa Meco, acostumbrada a la compra de consciencias de los dirigentes gubernamentales. Aunque todavía el OIJ no se ha manifestado al respecto.
Con el paso de las fechas, Luis Amador siguió utilizando su verborrea característica, para hacer otro anuncio: iba a presentar su candidatura a la presidencia desde la plataforma del Partido Unidad Socialcristiana (PUSC), aunque no hubiera sido nunca militante de esa formación política. De inmediato, el ex presidente de la República y socialcristiano de toda la vida, Dr. Miguel Angel Rodríguez Echeverría, le contestó que ese partido no es “un taxi para transportar hasta la Casa Presidencial a cualquiera que se le ocurra utilizarlo.” Es decir, no es tan fácil para cualquier ambicioso, con ínfulas de gran personaje, llegar a los partidos mayoritarios de Costa Rica y decir: “Buenos días, soy fulano de tal y quiero ser presidente de este país y ustedes me van a servir para lograrlo.” No es tan simple, reiteramos.
Pasaron más días, y llegaron unos audios con una conversación de Amador, en la que “se enterraba” políticamente. Su verborrea, como suele suceder con los demagogos y hablantines, le jugó una mala experiencia, porque en esas escuchas se comprometía de frente al Partido Unidad. Fue cuando el presidente de dicho partido, Juan Carlos Hidalgo, dijo a la prensa: “Queda claro que don Luis Amador nunca fue y nunca será socialcristiano y que la historia de los abuelitos era puro cuento. Lo que realmente quería era aprovecharse del partido y del trabajo de sus dirigentes, una grave equivocación de él y del pequeño grupo que le buscó.” Supuestamente algunos “le buscaron” para que presentara su nombre a la presidencia de la República, pero, conociéndolo y conociendo su ego, deducimos que fue él y sólo él, quien supuso que tenía el poder para ganar unas elecciones sólo con base en su verborrea que dispara a mil kilómetros por segundo. Y es que él no sabe que existe una diferencia entre hablar bien y hablar mucho; y él solamente “habla mucho” pero no bien. Esa es su triste verdad.
En los audios que se lo trajeron abajo, Amador habla con un miembro de su grupo de amigos y se descubre a sí mismo que él nunca perteneció al Partido Unidad. Concretamente, los audios indican que Amador le dijo a su interlocutor al otro lado de la línea telefónica que iba a dar su adhesión a la Unidad Socialcristiana, como parte de una jugada política (una estrategia), para desviar la atención del actual presidente del país, Rodrigo Chaves, y posteriormente lanzar su candidatura con otro movimiento aparte. Textualmente el audio dice en la voz de Amador: “(…) para confundirlos bien, o sea para que la jugada llegara directo hacia el PUSC y si tomábamos la decisión de movernos por ahí… movernos por ahí. Y si no usarlos como mampara nada más, para que ellos se confundieran. Entonces el foco de atención se desviara hacia eso y a nivel de lo que es el presidente (Chaves), y todos los demás que están en la antesala de anticipación, de que si generamos un partido (nuevo), pues entonces piensan que yo voy por ahí (en la Unidad), porque les va a llegar ese rumor.” La reacción del presidente del PUSC, Carlos Hidalgo, fue la siguiente y con ella le cerró la puerta de ese partido a Luis Amador en las narices, tal y como se lo merecía: “Que se vaya con sus matráfulas a otra parte, aquí no se le va a extrañar. Porque en el PUSC hemos estado y seguiremos estando concentrados en nuestro trabajo de plantear propuestas serias, innovadoras y con visión de primer mundo (…).”
Para finalizar, Luis Amador se refirió al portazo que le acaban de dar en la Unidad por culpa exclusivamente suya y de nadie más, precisamente por hablar de más, y dijo: “Sobre el tema de los audios ‘filtrados’ quiero dejar claro que no reconozco la legitimidad de los audios en donde supuestamente se escucha mi voz. No me prestaré para este tipo de politiquería sucia que nada aporta a la ciudadanía costarricense.” Ha negado que fuera su voz, pero el que habla lo hace de manera idéntica a él, a Luis Amador. ¿Será casualidad o estamos delirando?
Así, Amador se ha quedado sin “partido taxi” para llegar a la presidencia y tendrá que formar el suyo propio. También está citado por los diputados para que rinda explicaciones sobre temas muy sensibles en las que podría estar seriamente involucrado y si no comparece ante la Asamblea Legislativa, habría orden de captura internacional por parte de INTERPOL. Tiene que regresar a Costa Rica, porque le debe muchas explicaciones al pueblo que él quiere volver a engañar con una eventual candidatura. ¡Pobre tipo de mal aspecto físico! ¡Cómo le traiciona su propia verborrea barata.