DEL EDITOR

Mis opiniones a lo largo de más de 35 años en la prensa escrita de Alemania y los Estados Unidos    

José Angel Lagos-Jiménez -Editor/Fundador-

Corte Internacional de Justicia (CIJ) Dicta Orden de Captura contra Genocida Israelí, Benjamín Netanyahu

LA HAYA, Países Bajos-(Especial para The City Newspaper) La espera terminó… Finalmente la Corte Internacional de Justicia (CIJ), por medio de su fiscalía, ha pedido la captura internacional del dictador y genocida israelí, Benjamín Netanyahu, allí adonde vaya, pero en específico en aquellos países signatarios de esta Corte; es decir, ahí donde este criminal que ha estado masacrando al pueblo palestino desde hace décadas, ponga un pie y sea un gobierno firmante de los estatutos de la CIJ, tendrá que ser detenido sin dilación ni titubeos de ninguna clase.

            No obstante, ante la claridad de las leyes internacionales que moderan al mundo actual, hay naciones donde se titubea acerca de la captura de este criminal y una de ellas es la misma Alemania, carcomida por el eterno sentimiento de culpa que los mismos judíos se empeñan en hundir cada día más en el alma de los alemanes, por lo que los hebreos llaman “holocausto”, sucedido durante la Segunda Guerra Mundial. Un hecho innegable empero, con evidencias póstumas también diáfanas, pero que sirve de objeto de manipulación para que los alemanes se plieguen (y se arrodillen) ante los judíos actuales; y lo hacen las generaciones alemanas que ninguna culpa tienen encima y las judías que tampoco sufrieron en los campos de concentración que dejaron de funcionar en 1945, cuando la guerra finalizó.

Gobierno alemán dubitativo

            El clima en esta nación emblemática de Europa, la más poderosa del continente europeo, está enrarecido en las calles y en las más altas esferas políticas. De hecho, no todos los alemanes son lo bastante incoherentes como para sentirse permanentemente culpables por los crímenes de la Segunda Guerra Mundial que llevaron a efecto otros y son estos alemanes inteligentes, los que se están manifestando fuertemente contra los crímenes actuales de los judíos en la Franja de Gaza. Es por esa causa que las manifestaciones pro-palestinas en Alemania han ido en crecimiento, mientras el temor crece en los estudiantes de raza judía en las Universidades germanas, pues sufren la paranoia (la mayoría de las ocasiones sobreactuada y sobredimensionada por los hebreos), que devine desde la década de los años 40.

            Para citar un caso concreto, hace pocas fechas, en el Día del Recuerdo de la Nakba, cientos de manifestantes alemanes se hicieron a las calles en Berlín, la histórica Capital alemana, y se congregaron en Berlín-Charlottenburg, ondeando banderas palestinas y en las pancartas que también llevaban en sus manos se podía leer repetidamente la palabra “genocidio”, refiriéndose a las matanzas diarias que los israelíes llevan a cabo en Palestina en estos momentos.

            El Día de la Nakba se celebra cada 15 de mayo y es cuando los palestinos conmemoran el año 1948, cuando unas 700,000 personas fueron desplazadas a los países vecinos y a otras regiones del mundo, durante la primera guerra de Oriente Próximo.

            Otras pancartas en manos de los alemanes indignados por el genocidio efectuado por los judíos que siguen las órdenes de su dictador Benjamín Netanyahu, dejaban leer: “Genocidio, armas de Alemania para Israel”, “Medios de comunicación mentirosos”, “Netanyahu criminal”, entre muchas otras. La numerosa manifestación atravesó Charlottenburg y se dirigió hacia la no menos famosa avenida berlinesa de la Kürfürstendamm. Esta marcha, como muchas otras que se han celebrado a lo largo y ancho en Alemania, fue pacífica; incluso evitaron mencionar al grupo armado palestino Hamás, porque en esta nación se le considera, lo mismo que en el resto de la Unión Europea, una facción terrorista. Sin embargo, otra manifestación que se dio en Berlín-Neukölln, la policía tuvo que intervenir porque hubo inicios de incendios y estallido de pirotecnia.

            En las Universidades alemanas, el clima “se puede tocar en el aire”, la tensión se puede palpar, en principio porque casi todos los días se producen manifestaciones violentas contra Israel y los judíos que aquí estudian. En la Universidad Libre (FU), en el suroeste de Berlín, la policía desalojó un campamento de protesta y, en respuesta, 300 profesores publicaron una carta abierta en la que afirmaban que “la preocupación de los estudiantes es comprensible, dada la crisis humanitaria en Gaza.”

            En contraposición, Sigmount Königsberg, comisario de antisemitismo de la comunidad judía de Berlín, a la sazón un judío más con fuerte influencia en Alemania, dijo a los periodistas, exageradamente enojado: “¿Han considerado también estos profesores que los estudiantes judíos están siendo atacados y acosados? ¿Qué los estudiantes judíos ocultan su judaísmo o evitan asistir a la Universidad? ¿Dónde está aquí el deber de cuidar a los estudiantes?” Se observa nuevamente la “victimización” que los judíos han explotado desde que los Reyes católicos españoles los expulsaron de la península Ibérica en la Edad Media; es decir, su horrenda costumbre de hacerse los perseguidos, los vapuleados, los gaseados, cremados y los odiados por sectores antisemitas alrededor del mundo. Y Königsberg (nótese el apellido alemán, cuando en realidad no se trata de un ciudadano alemán, sino judío, y la apropiación de valores que no les pertenecen a los judíos), continuó refiriéndose a los “pobres hebreos siempre perseguidos”: “Muchos estudiantes judíos están decididos a no verse obligados a abandonar la vida estudiantil. Otros, sin embargo, ya se estaban planteando si podrían continuar sus estudios en Berlín o en cualquier otro lugar de Alemania. No veo las protestas como pro-palestinas, sino, ante todo, como anti-israelíes (nótese otra vez la ‘victimización’) (…). Pero lo que oigo son fantasías (¡!) de aniquilación (es decir, según este judío, las matanzas en Gaza son producto de la fantasía global de la población mundial y no son reales). Y ninguna voluntad en absoluto de tratar con el actual Estado de Israel (el Estado criminal de Israel, es mejor afirmar).” Concluyó este judío que lleva una vida de lujo en Alemania y defiende a su raza que está cometiendo genocidio en la Franja de Gaza e insulta, implícitamente, a la inteligencia del resto de la humanidad, porque asegura con todo el cinismo del que es capaz, que “nos imaginamos” en todo el planeta, crímenes en Palestina que solo son producto de nuestras mentes atrofiadas.

            Lo que sí es del todo cierto es el clima de violencia que se vive en la actualidad en Alemania contra los judíos y que tiene como fundamento, la masacre que el ejército israelí está perpetrando en Gaza. De hecho, se han producido en Alemania más de 3,000 manifestaciones desde que Israel irrumpió en la Franja de Gaza y ha estado asesinando a mujeres, niños y ancianos palestinos indefensos. Pero la gran pregunta que sobrevuela a esta nación es: ¿Sería arrestado Benjamín Netanyahu si viajara a Alemania? En teoría debería ser así, tendría que ser llevado por la policía alemana, en principio porque el gobierno alemán es signatario de la carta de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que ordena a cada Estado firmante, cumplir con las capturas cuando el indiciado pone sus pies en su territorio. No hay otra interpretación posible. Pero el actual Gabinete del canciller Olaf Scholz, lo tuerce y lo ve de otra manera. Esto quiere decir, que Alemania está dividida entre “razones de Estado y el derecho internacional” y debería primar el segundo sobre el primero. Y al gobierno teutón le molestan los titulares de los diarios, de la prensa independiente alemana, que han publicado: “El portavoz de Scholz insinúa que Alemania detendría a Netanyahu”, según el diario sensacionalista Bild, el de mayor tirada en el país; o en Die Welt, en el que se dejó leer: “Alemania extraditaría a Netanyahu, insinúa el portavoz del gobierno.”

            En todo caso, la figura del genocida israelí está sobredimensionada en Alemania, como si se tratara de “un Faraón” o un ser venido de otra galaxia, cuando en realidad solo es un criminal que está cometiendo crímenes de lesa humanidad en Palestina. Sino leamos lo que el líder del partido de oposición, el CDU, Friedrich Mers, dijo a Bild: “La simple idea (de la detención), es inaceptable. El silencio del gobierno alemán, hasta la insinuación del portavoz del gobierno de que Netanyahu podría ser detenido en suelo alemán, supone realmente un escándalo.” Sin devaneos, Netanyahu tiene que ser capturado allí adonde vaya, más aun si se trata de una nación firmante de los estatutos de la Corte Penal Internacional y Alemania lo es.

            ¿Pero cuál es la postura del gobierno de Scholz con respecto a este genocida judío? En rueda de prensa, Steffen Hebestreit, portavoz del canciller Scholz, dejó clarísimo que esta situación tiene tenso al Gabinete de gobierno y es sumamente difícil “al gobierno alemán adoptar una postura clara en este caso.” Se le veía tenso a este comunicador y refutó que Scholz haya quedado “paralizado” ante la orden de captura contra el genocida israelí. “No puedo informar de ninguna consternación o enfado. Hemos dejado muy claro que vemos la equiparación de forma muy crítica.” Pero que Alemania tiene que capturar a Netanyahu y entregarlo a la CPI… tiene que hacerlo. No hay escape para los alemanes siempre tan afectados por la culpa del “holocausto.” Y la situación se torna todavía más engorrosa para el gobierno alemán cuando recordamos que Alemania es uno de los principales defensores de la Corte Penal Internacional, que investiga delitos como el genocidio o los crímenes de guerra; y para darnos una idea más precisa, solo en el 2023, el gobierno alemán transfirió US$20 millones a la CPI. Entonces… ¿Por qué titubea ahora que debe acatar las reglas de la Corte en relación con un criminal “de altísimos vuelos” en el caso de Netanyahu?

            Los judíos residentes en Alemania, poderosos como ellos solos, lo mismo en todas las naciones donde se infiltran y viven, han criticado la postura “liviana o light” del gobierno de Alemania, que, a su entender, debería ser más contundente y afirmar que “no detendría a Netanyahu si visitara a este país”, tal y como lo hizo el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, acostumbrado a “nadar contra corriente” en todos los casos en los que le ha correspondido intervenir.

Israel lo niega todo…

            La ecuación que transmiten los judíos o israelíes al mundo, es muy simple: “a nosotros los hebreos nos persiguen, nos cocinan en aceite nazi, pero nosotros, cuando perpetramos crímenes de lesa humanidad, solo nos defendemos cuando nos atacan.” Es decir, con ese simplismo –para que todos lo entendamos sin complicaciones-, el ejército israelí “es incapaz de asesinar”… pero asesina. Y esos crímenes que todos vemos a diario, “son producto de nuestra fantasiosa imaginación”. Eso es lo que ellos dicen con verdadero y aplastante cinismo.

            Recientemente, el enviado judío a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, Gilad Noam, dio otras declaraciones que enferman literalmente a quienes las escuchamos o leímos, pues representan un insulto a la inteligencia. Dijo: “El caso de genocidio promovido contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia, en el que Suráfrica (y otras naciones), pide al alto tribunal de la ONU ordenar un alto al fuego en Gaza, está totalmente desconectado de los hechos. Por cuarta vez, Suráfrica presenta al tribunal una imagen que está totalmente desconectada de los hechos y las circunstancias. El caso supone una burla de la atroz acusación de genocidio. Es una guerra trágica, no un genocidio.” Insistió el judío ante los jueces. No obstante, no es una guerra porque no existe un ejército “de igual a igual” en el campo de batalla y que se esté enfrentando con el israelí. Simplemente es el ataque criminal de un ejército, cual es el judío, armado hasta los dientes con el apoyo de Estados Unidos y Alemania, que ha irrumpido en la Franja de Gaza y está masacrando día a día a la población palestina desarmada e indefensa, destruye hospitales, clínicas, mata a los pacientes allí internados y evita que la ayuda humanitaria llegada en barcos por el Mediterráneo, llegue a manos de los hambrientos palestinos que todavía no han muerto bajo la detonación de las bombas y misiles lanzados por los israelíes. Esa es la verdad. Es el proceso abierto, sangriento y descarado de los judíos, en el que están aniquilando a todo un pueblo, en este caso… el palestino.

            En la contraparte, se mantienen Suráfrica, cuyo gobierno fue el que llevó a los judíos genocidas ante la CPI, junto a Colombia y Turquía, que han cerrado filas en torno a los surafricanos en esta cruzada justa en contra de los asesinatos masivos y diarios del ejército israelí en Gaza. De tal manera, los israelíes tienen que poner fin a la masacre que efectúan en Palestina, cosa que no han acatado pues se ubican “por encima de todas las leyes terrenales”, de acuerdo a su arrogancia y orgullo fatuo; y su dictador, Benjamín Netanyahu, debe ser detenido, lo mismo que su ministro de Defensa, Joav Galant.

            ¿Pero ante tal posibilidad de arresto, cuál ha sido la reacción en Tel Aviv, sede del gobierno judío? Observa la orden de la CPI, de su fiscal, Karim Khan –a quien prontamente acusarán de anti-sionista, como es costumbre en los hebreos-, con preocupación. Y esa inquietud se fundamenta en que la CPI sospecha que Netanyahu y su ministro Galant son responsables de crímenes contra la humanidad y de una agresión sistemática y planificada contra la población de Palestina, hacinada en la Franja de Gaza. De hecho, la CPI ha estado investigando presuntos crímenes de guerra contra los posibles responsables en Israel, desde el 2021. La situación criminal perpetrada por Israel, evidentemente no es nueva, porque deviene desde más lejos, posiblemente desde 1948. Cada año, los judíos matan a más palestinos que el año anterior. También, la CPI investiga a combatientes de la facción Hamás por la misma acusación y a los colonos israelíes en Cisjordania, donde efectúan actos de violencia contra los palestinos que allí residen.

            En todo caso, la investigación de la CPI, no debe confundirse con la acusación de genocidio que han presentado algunos gobiernos contra Israel, como Suráfrica, que es el más significativo. Son dos casos aparte, pero que tienen en común el hecho de que apuntan en contra del Estado judío, porque es el perpetrador de todo este río de sangre que ha hecho verter en Palestina y de la manera más visual, más clara y abierta ante la mirada general del resto de la humanidad. Ha sido un genocidio que no pueden ocultar desde ningún ángulo ni con ninguna palabrería o sofisma, tan acostumbrada por los hebreos asesinos.

            Esta postura de la CPI es avalada por los gobiernos de Francia y Bélgica, muy al contrario de Alemania y su sentimiento de culpa que hemos explicado al inicio de este reportaje. Los franceses, siempre amantes de la libertad, la legalidad y la igualdad, contenidos en su Constitución y por las que derramaron sangre en la Revolución contra el absolutismo de la casa de los Borbones, expresaron su respaldo, en cualquier situación, a la CPI y su independencia, así como a su “lucha contra la impunidad.” París insistió en que, desde hace tiempo atrás, brega por el respeto al derecho internacional humanitario en la Franja de Gaza. Y el ministerio de Relaciones Exteriores de Bélgica, publicó en la red social X, que “la CPI ha dado un paso importante en las investigaciones y le damos todo nuestro respaldo.”

            Para finalizar, organizaciones defensoras de los derechos humanos han aplaudido la decisión del fiscal Karim Khan de solicitar órdenes de arresto contra los criminales en Gaza y así lo ha expresado Balkees Jarah, subdirectora de Justicia Internacional de Human Rights Watch: “Las víctimas de graves ataques en Israel y Palestina, se ven confrontadas desde hace décadas con un muro de impunidad. El paso dado por el fiscal de la CPI abre la puerta para que los responsables de las atrocidades de los últimos meses, tengan que rendir cuentas en proceso justo.”

            En lo que respecta a Christian Mihr, subsecretario general de Amnistía Internacional Alemania, ha argumentado: “Veo una oportunidad de romper el círculo vicioso de impunidad de décadas en Israel y los territorios palestinos ocupados. El paso dado por el fiscal, envía un mensaje importante y exhorto a todos los Estados a reconocer la legitimidad de la CPI, y me dirijo de manera explícita al gobierno alemán, para que se abstenga de intentar intimidaciones o presiones a la Corte.”

            Por el momento, Netanyahu tiene que andar con “pies de plomo” allí adonde vaya, porque, además de la petición expresa de la CPI, hay muchos alrededor del mundo que se tomarían la justicia en sus manos y no serán precisamente los palestinos esos justicieros, porque la mayor parte de la humanidad actual, está muy molesta con Israel, verdaderamente molesta. Que lo tenga claro y en cuenta este genocida israelí.       

La Sombra de Jeffrey Epstein Persigue a Donald Trump y se Proyecta Más Allá de su Tumba

WASHINGTON D.C., USA-(Especial para The City Newspaper) El doble rasero, ni siquiera “doble moral”, pues incluir la palabra “moral” sería, además de impreciso… una degradación del término. Y decimos doble rasero porque observamos las políticas de los Estados Unidos con respecto al resto del mundo y notamos la forma como señalan a los delincuentes, en especial a los narcotraficantes, piden las extradiciones con vehemencia y filman a los aviones cuando los reciben para ser llevados a las cárceles estadounidenses en un alarde de “justicia” implacable (supuestamente), que existe para que las sociedades sean limpiadas y reivindicadas; pero tienen en el poder actualmente –y aquí radica la “paradoja de paradojas”-, al peor delincuente posible y que los jueces y fiscales simple y descaradamente no quisieron meter en prisión y el pueblo se unió a esa lamentable decisión y llevaron a ese gamberro nuevamente a la presidencia del país. Por supuesto, nos referimos a Donald Trump, quien hizo, a lo largo de su vida, los méritos necesarios para ganarse una larga estadía, quizás cadena perpetua, en una penitenciaría de esta nación.

            Lo anterior quiere decir que a la “justicia” (nótense las comillas), de los Estados Unidos le gusta mirar hacia los gobiernos y pueblos exógenos, pero al propio le permite toda clase de excesos delincuenciales y le permite a su mandatario, Donald Trump, una serie de delitos de “gran calado”, de la manera más infame, inmoral y grotesca que se puede ver en un sistema judicial que se jacta de su supuesto e inquebrantable accionar en la aplicación de la justicia.

           Además, a Trump se le permite decir y hacer cualquier acto deshonesto y hasta criminal que a él se le ocurre durante el paso de los días y los estadounidenses sencillos, esos que le dieron sus votos para sentarlo nuevamente en la Casa Blanca, todo ese desbarajuste les tiene sin cuidado, portándose de la manera más indiferente posible. Ciertamente en esto se cumple aquello de que “cada pueblo tiene realmente a los gobernantes que se merecen” y que se apegan fielmente al libreto que esos mismos ciudadanos piden y necesitan en su psiquis general.

           Donald Trump, además de todas sus falencias, es un delincuente. Un violador de mujeres comprobado, un evasor de impuestos a la Hacienda de los Estados Unidos, un ladrón de documentos de Estado (la enorme cantidad de cajas que se llevó a su mansión de Mar-a-Lago, cuando finalizó su primer mandato); y en el caso que nos ocupa, ha sido un pederasta consumado, amigo de un suicida, quien se quitó la vida a sabiendas de que lo iban a meter a prisión por el resto de su sucia vida, como fue el judío Jeffrey Epstein, quien invitaba a sus amigos, entre quienes estaba en primera fila Donald Trump y el Príncipe Andrew de Inglaterra, para desflorar muchachas muy jóvenes en casos clarísimos de pedofilia, mientras él y sus “socios” disfrutaban de esa inmoralidad flagrante, de la cual hay películas incluso (véase el video de la NBC, en YouTube, en esta dirección: https://www.youtube.com/watch?v=KLcfpU2cubo), donde aparece clarísimamente Trump, pavoneándose con las niñas y conversando con el pederasta hebreo, en una de las mansiones de éste. Hoy, a pesar del suicidio de Epstein, la sombra, el fantasma de este individuo, sigue a Trump; las gentes se lo recuerdan a cada instante y le recuerdan que él está implicado en los folios, en los papeles acusatorios que maneja el FBI. Una vergüenza con todas sus letras, más aun cuando él es el presidente de los Estados Unidos, pero él sabe que la mal llamada “justicia” de su país a él nunca lo tocará, nunca lo encarcelará y hasta le tienen un puesto elevadísimo en la historia de esta nación, porque, entre otras sinrazones, él representa a la idiosincrasia del estadounidense común y corriente, al que le gusta revolcarse también en la inmoralidad.

En medio de la pelea con Elon Musk

            Si hay alguien que le recuerda constantemente a Trump sus deslices delincuenciales, ese es su ex amigo, el multimillonario surafricano Elon Musk, quien, en medio de sus fuertes discusiones con el obtuso presidente de USA, le recuerda su paso “sostenido” y casi permanente al lado del judío Epstein, especialista en crear redes para la explotación sexual de jovencitas.

            Musk aseveró que iba a soltar una “bomba” informativa acerca de su ahora enemigo Trump, al vincularlo con el fallecido financiero (millonario también), Jeffrey Epstein, acusado y encarcelado en Nueva York por tráfico sexual de menores, a quienes prostituía con sus amigos poderosos y acaudalados. “Donald Trump está en los archivos de Epstein (y también en videos de la NBC, como hemos consignado en las líneas anteriores de este mismo reportaje). Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos”, por parte del sistema judicial estadounidense, muy ágil y eficiente en otros delitos, pero en el caso de su presidente, omite referirse a los hechos incluso. Musk fue más allá al publicar en su cuenta en la red social X -que le pertenece dicho sea de paso-, el famoso video en el que Trump aparece en una fiesta con el pedófilo, en 1992. Aun así, con estas evidencias innegables, el mandatario niega a pies juntillas que tuviera alguna relación con el pederasta y así lo escribió recientemente: “Nunca estuve en el avión de Epstein, ni en su estúpida isla (el judío había comprado un islote donde construyó una mansión y donde llevaba a las niñas para desflorarlas sexualmente).”

            Aquí, en este trazo preciso, es oportuno recordar que Jeffrey Edward Epstein nació en Brooklyn, el 20 de enero de 1953 y se quitó la vida en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan, en Nueva York, el 10 de agosto del 2019, donde esperaba para ser juzgado por cargos federales de tráfico sexual de menores. De su fortuna, diremos que amasó su capital mediante inversiones, después de haber trabajado en el Banco de inversión Bear Steams, del que fue despedido y decidió fundar su propia firma de gestión financiera, con la que atrajo a clientes multimillonarios de ese país. Sus cuentas bancarias fueron creciendo considerablemente y construyó una red de relaciones con enorme influencia política y social, donde conoció a figuras prominentes de la política, la economía, la Realeza británica y del espectáculo estadounidense, entre quienes, innegablemente, estaba Donald Trump.

            En el 2005 se le comenzó a investigar por parte del FBI por sus delitos sexuales comprobados contra menores de edad; y en el 2008, logró un controvertido acuerdo judicial que le permitió evitar los cargos federales, a cambio de una condena leve por prostitución. Por supuesto su dinero, el pago que posiblemente hizo en grandes cantidades y sus influencias dentro de las Cortes de USA, le ayudaron para no ingresar a prisión en esa oportunidad. Pero en el 2019 fue arrestado nuevamente por tráfico sexual de menores, cuando varias jovencitas que él había engañado e introducido en el sórdido mundo de la pornografía, declararon sus nefastas experiencias en las mansiones del pederasta de raza judía. Gracias al movimiento Mee To, esas mujeres tomaron valor y comenzaron a narrar sus funestas incidencias personales. Señalaron con toda claridad a la pareja de Epstein, llamada Ghislain Maxwell, una inglesa proveniente de una familia acaudalada, quien le buscaba las jovencitas (casi niñas) a Epstein, las convencía al decirles que les iban a dar trabajo bien remunerado y el ingreso a buenas Universidades y se aparecía en las mansiones del inversionista con ellas, para ser abusadas sexualmente. “Muchas veces Ghislain participaba, en tríos, junto a Jeffrey y la niña,” ventiló una de ellas en la Corte. Hoy, Maxwell se encuentra en una prisión de los Estados Unidos.

            Acerca de los orígenes de Jeffrey Epstein, es oportuno decir que es hijo de padres judíos. Su madre, Pauline Stolofsky (1918-2004); y su padre Seymour G. Epstein (1916-1991), se casaron en 1952. Ella trabajó de ayudante escolar y fue ama de casa el resto de su vida; y su padre laboró para el New York City Department of Parks and Recreation, como jardinero. A juzgar por las actividades de sus ancestros, observamos que “la cuna” de Jeffrey Epstein fue humilde, pero él decidió y pudo amasar la inmensa fortuna que se le conoció, muy probablemente para no pasar privaciones económicas. Él es el mayor de dos hijos. Su hermano se llama Mark y crecieron en el vecindario de clase media de Sea Gate, en Coney Island, Brooklyn.

            Su paso por colegios y Universidades no fue el mejor y no llegó a graduarse absolutamente en ninguna carrera profesional; aun así, en 1974, trabajó como profesor de física y matemáticas para adolescentes, en la exclusiva escuela privada Dalton School, del Upper East Side de Manhattan, a pesar de su falta de credenciales académicas. Ya en aquella época demostró un comportamiento inapropiado hacia los estudiantes menores de edad y por ese motivo fue despedido. Alan Greenberg, director ejecutivo de Bear Stearns, cuyos hijos fueron alumnos de Epstein, le dio trabajo en su compañía. Por aquellos años, conoció también a la pareja Clinton e, incluso, Epstein llegó a ser cofundador de la Fundación Clinton. Bill, el ex presidente de USA, aparece también en los papeles de Epstein y es señalado como uno más de los participantes en las orgías del judío.

            En 1981 fundó la firma consultora Intercontinental Assets Group, con la que atrajo a varios clientes millonarios; y más tarde fundó una empresa de gestión financiera, que incluía al CEO de la empresa de lencería Victoria’s Secret, a manera de cliente. Durante la década del 2000, Epstein continuó invirtiendo millones de dólares en distintos fondos. El resto de su actividad financiera y el derrotero de su vida, es historia hartamente conocida.

            El suicidio en su celda en Manhattan se dio un día después de que se revelaron documentos judiciales que implicaban, a manera de cómplices suyos, a numerosas personas influyentes, donde aparecen el Príncipe Andrew, el inversionista multimillonario Glenn Dubin, el exgobernador de Nuevo México, Bill Richardson, Bill Clinton y por supuesto, nuestro obtuso personaje de esta ocasión, Donald Trump, entre muchos otros más. Todos ellos disfrutaron de la “hospitalidad” de este sujeto que entendió, equivocadamente, que el disfrute de la vida se tenía que basar en el engaño y el abuso a jóvenes muchachas, muy jóvenes por supuesto.

            El Departamento de Justicia de los Estados Unidos, un día antes de su suicidio, decíamos, hizo público un conjunto de materiales relacionados con el caso, que incluye una serie de pruebas importantes, como imágenes de mujeres muy jóvenes desnudas, camillas de masaje y juguetes sexuales. Y es aquí, en este preciso punto, donde aparece la fiscal general de la nación, Pamela Bondi, quien se abstiene actualmente de publicar el resto de los archivos de Epstein. Es cuando Elon Musk asevera que no lo hace por una presunta y posible amenaza de Donald Trump, para que no lo haga, pues él aparece justamente en esos folios acusatorios. Varios congresistas presionan a esta mujer para que proceda como lo demanda la ley y, también, le exigen que confiese si Trump ha intervenido directa o indirectamente, para que no se proceda a la susodicha desclasificación.

            Musk, en medio de su enojo contra Trump, repite una y otra vez que el presidente está en los archivos de Epstein, lo cual indica que participó en las orgías que el magnate judío realizaba continuamente en sus mansiones e isla privada. Así mismo, el surafricano afirmó en los últimos días que Steve Bannon, ex asesor de Donald Trump en su primer gobierno, está también vinculado con Jeffrey Epstein. “Bannon (archienemigo de Musk y a quien amenazó con sacar a patadas al dueño de Tesla de la Casa Blanca), aparece en los archivos de Epstein.” Denunció en su cuenta de X. Bannon sólo ha optado por el silencio como única arma de defensa. Y es que Bannon “se lo buscó”, porque en fechas recién idas, atacó a Musk y le acusó de injerencia en la política interna de los Estados Unidos por su condición de extranjero y exigió su inmediata deportación. El ex asesor se enfadó profundamente porque el surafricano anunció la creación de un nuevo movimiento político, al que ha llamado Partido América, para competir contra el bipartidismo que existe en los Estados Unidos.

Una extraña actitud de parte de la fiscal general

            Ha llamado la atención “de los focos” de la prensa estadounidense, esta mujer que ostenta el cargo de fiscal general de la nación. Se llama Pamela “Pam” Bondi. Y ha dado una respuesta nada clara acerca del caso Epstein, concretamente sobre el material incriminatorio que ella tiene que desclasificar por órdenes de la ley vigente. Dijo que la supuesta lista de clientes y amigos de Jeffrey Epstein, de la que ella misma había hablado en febrero de este mismo año (2025), que estaba en su escritorio esperando para ser revisada, “no existe”. Dijo hace pocas fechas, dejando boquiabierto al público en general que ha seguido el caso, periodistas, jueces, víctimas del judío y abogados defensores de esas víctimas. “No existe” la lista. Repitió junto al presidente Trump, en una rueda de prensa hace pocos días, en Washington. Añadió ante la pregunta insistente de un periodista que “en aquel momento me referí al expediente del caso Epstein en general, junto a otros más y no a una lista específica de clientes.” Es evidente entonces, que esta mujer quiere “sacarle las castañas del fuego” a Donald Trump, no implicarlo en modo alguno, mentir al aseverar que el mandatario nunca conoció al judío pederasta, pero los videos y fotografías que circulan por las redes sociales y por la cadena NBC, señalan otras situaciones muy distintas, donde se ve al presidente muy contento, disfrutando de la compañía de las mujeres jóvenes que Epstein compartía con sus amigos poderosos.

            “En febrero di una entrevista en Fox. Recibió mucha atención, porque me preguntaron sobre la lista de clientes. Y mi respuesta fue: ‘la tengo en mi escritorio, esperando revisarla.’ Me refería al documento, junto con los documentos sobre John F, Kennedy y Martin Luther King, también. A eso me refería.” Afirmó la fiscal y añadió seguidamente: “los archivos sobre el caso terminaron por ser miles de videos de pornografía infantil, que jamás verán la luz del día (?).” En otras palabras más claras y directas, ella no quiere que la opinión pública conozca que “alguien” en particular aparece en esos films…

            En otro aparte de la comparecencia suya ante la prensa, al lado de Trump, se le preguntó por qué faltaba un minuto entero en la grabación de casi 11 horas que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos difundió para sustentar que Epstein se había suicidado. Y la fiscal Bondi, haciendo gala de un impresionante autocontrol, una indiferencia glacial inusitada y un despiste desconsiderado hacia la prensa y el pueblo estadounidense al que se debe como funcionaria, contestó que “se debió a un defecto de la grabadora, porque es muy vieja. Como de 1999.” Y con esa explicación pueril y banal, dio por terminada la conferencia de prensa, con un Donald Trump satisfecho y respirando tranquilo después de escucharla.

            Un día después, John Kiriakou, ex oficial de la CIA, manifestó en otra entrevista para la cadena de televisión Fox News, que la inteligencia de los Estados Unidos podría haber destruido todos los documentos sobre el caso Epstein y afirmó que “la CIA y el FBI ya anteriormente han destruido información sobre casos importantes.”

            Todo lo anterior son sólo “cabos sueltos”, eslabones de una cadena que alguien se opone, se niega vehemente y apuradamente porque no se unan unos detrás de otros, pues la historia que podría darse a conocer le podrían afectar profundamente. Pero todos sabemos quién es Donald Trump, lo que ha hecho en contra de las mujeres, principalmente, y ha sido tan deshonesto y sucio en su proceder, que su aparición en las listas de Epstein no ha sorprendido a nadie; pero es necesario que quede constancia nítida, apabullante y no contradictoria sobre su participación en las fiestas plenas de sadismo y vulgaridad en las que él, Bill Clinton y el Príncipe Andrew, a quien su madre, la fallecida Reina Isabel II, pagó millones de dólares a una de las víctimas para que no lo llevara a los tribunales (específicamente a Virginia Giuffre, de quien escribiremos más adelante), y otros personajes más, aparecen gozando de la vida a costa del abuso contra jovencitas menores de edad. Uno de los delitos más graves que contempla la ley estadounidense.

            Retornando a Jeffrey Epstein, el pedófilo que se suicidó en su celda antes de ser llevado ante el juez que vería su caso, hemos de decir que en marzo del 2005, una niña de 14 años se convirtió en la primera víctima menor de edad que acusó formalmente a este sujeto, por abusarla sexualmente. Indicó que el incidente se dio en su mansión de Palm Beach y, de acuerdo a las investigaciones que se efectuaron, fue llevada por otra adolescente “para darle un masaje al financiero a cambio de dinero”; pero nunca se le explicó que dicho masaje incluía la entrega sexual por parte de ella. Fue así como el engaño se produjo de parte del judío cuando procedió a desflorarla o arrebatarle su virginidad.

            En el 2019, la Fiscalía de USA, del Distrito Sur de Nueva York, divulgó el siguiente comunicado: “Desde al menos 2002 hasta al menos 2005, Jeffrey Epstein atrajo, reclutó e hizo que decenas de menores de edad fueran atraídas a su mansión en Nueva York y a su finca en Palm Beach, Florida, para que participaran en actos sexuales con él, tras lo cual les entregaba cientos de dólares en efectivo. Para mantener y aumentar su número de víctimas, Epstein también pagaba a ciertas víctimas para que reclutaran a otras menores de edad de las que pudiera abusar de forma similar. De esta manera, Epstein creó una vasta red de víctimas menores de edad para explotarlas sexualmente, a menudo a diario, en lugares como Nueva York y Palm Beach.”

El caso directo y consecuente de Virginia Giuffre

            Fue una de las víctimas más conocidas de los abusos sexuales del financiero Jeffrey Epstein; una mujer quien decidió acabar también con su vida, cometiendo suicidio en abril pasado, a sus 41 años de edad, en una localidad rural de Australia Occidental, de acuerdo a un reportaje aparecido en el periódico británico, The Times.

            “Su muerte fue un final terrible para esta historia, pero hay una gran parte que nunca pudo contar. Pudo haber librado batallas con algunos de los hombres más poderosos del mundo como Epstein y el Príncipe Andrew, pero lo que la gente no entendía era que en sus últimos días, la batalla más dura de su vida la libró en casa.” Explicó Amanda Roberts, la esposa del hermano menor de Virginia. Seguidamente, la familia de esta mujer que optó por quitarse la vida, compartió un diario que la víctima escribió a principios de este año, en el que comparte recuerdos ingratos de su matrimonio con Robert Giuffre. Ella se desmoronaba por dentro a medida que su compañero se violentaba cada vez más, debido a que ella se convirtió en el rostro visible de la campaña por llevar a Epstein y sus amigos ante la justicia. Junto al diario, Virginia dejó fotos, mensajes de texto y documentos legales en los que expone que su marido era “abusivo y controlador emocional y físicamente. Cuando más fuerte me volvía yo, más aterrador se convertía él. Incluso trató de impedir que yo defendiera a las víctimas de la trata y en los últimos meses, impedía que yo viera a nuestros tres hijos.” Le acusó también de bebedor de licor y extremadamente celoso con ella.

            Virginia Giuffre recibió millones de dólares a lo largo de los años, provenientes de fondos de acuerdos y demandas civiles contra Ghislaine Maxwell, del patrimonio de Epstein, el Príncipe Andrew (pagados por la Reina de Inglaterra, como esbozamos arriba) y el Banco JP Morgan, por su gestión de las finanzas de Epstein, dinero que Robert, esposo de la víctima, derrochaba a manos llenas, indicó.

            Debido a la extremada violencia de su esposo, Virginia fue contemplando la idea de quitarse la vida y así lo explicó Dini von Mueffling, representante pública de Virginia, quien citó que “semanas antes de su muerte, ella me había contado sus planes de suicidio, incluyendo el método. Yo le aconsejé que no lo hiciera (…). Tenía muy claro que el dolor era demasiado profundo, que simplemente no podía soportarlo más. No fue una conversación dramática. Fue algo muy realista.” Concluyó.

            El suicidio de esta víctima de Jeffrey Epstein sin duda alguna fue provocado por sus amargas y traumáticas experiencias siendo apenas una jovencita, a quien el financista judío le quitó, además de su inocencia, sus ilusiones, su deseo por vivir, sus planes y le hizo vivir una desgracia profunda que le generó el resentimiento y el temor por todo lo que le rodeaba. Virginia Giuffre se casó con el ideal de alcanzar finalmente y de otra manera, la felicidad; pero ya vimos cómo era el comportamiento de su esposo… un agresor “con todas sus letras.” De tal modo, su suicidio fue por razones directas; es decir, por la violencia de su marido; y por la consecuencia del horrendo dolor que le causó Epstein en su adolescencia. Su muerte conmovió a muchas personas tanto en Estados Unidos, Inglaterra, como en Australia, donde pasó sus últimos años.

El nexo impúdico entre Donald Trump y Jeffrey Epstein

            Donald Trump, obstinadamente, sigue negando que él tuviera alguna relación amistosa o económica con el pederasta judío. Y se ha aferrado tanto a esa mentira que, si se le mostrase el video que le pone en evidencia o las fotos que hay por doquier, él lo seguiría negando, de igual manera como lo ha hecho con la mujer que él violentó y abusó sexualmente en una tienda de Nueva York, una columnista de un importante periódico estadounidense; o con la actriz porno a la que él envió a su ex abogado para pagarle por su silencio y no se refiriera nunca a los encuentros íntimos que ambos sostuvieron. Él todo lo niega. Pero lo que no sabe es que su esposa Melania no le cree absolutamente nada y aun así, se lo pasa por alto, con el fin de sostener un matrimonio, que, según los entendidos y quienes le conocen, “está irremediablemente roto y pegado apenas con alfileres.”

              La verdad es que el presidente de los Estados Unidos fue fotografiado en numerosas ocasiones con el financiero hebreo y le repiten que su momento dijo de Epstein que era “un tipo fantástico” y alardeó de sus 15 años de amistad con aquel. Fue una amistad muy cercana, estrecha, en la que el judío compartió con el actual mandatario aquellas jovencitas que a ambos les gustaba tanto. Incluso Trump añadió a su descripción de Epstein: “Es muy divertido. Se dice que le gustan las mujeres guapas tanto como a mí y muchas de ellas son jovencitas. No hay duda de que Jeffrey disfrutaba su vida social.” Estas palabras las expresó quien iba a ser presidente de los Estados Unidos, en el 2002.

            El pederasta visitó a Donald Trump en repetidas oportunidades en su residencia de Mar-a-Lago, donde fue filmado el video que el magnate surafricano, Elon Musk, subió a su red social X. Esa filmación fue hecha en 1992, cuando Trump celebró el concurso llamado “Chica Calendario”; y un dato relevante es el que describió George Houraney, empresario que ayudó a la organización del evento, cuando dijo que las únicas personas que estaban presentes allí, junto a las 28 chicas, eran Donald Trump y Epstein. ¡Nadie más!

            El pederasta también le visitó en Mar-a-Lago en el año 2000. Iba acompañado con Ghislaine Maxwell, su entonces pareja y socia que ahora cumple una pena de 20 años de prisión por organizarle a Epstein los encuentros con jovencitas en clara prostitución infantil y tráfico humano.

            El biógrafo del presidente, Michael Wolff, confirmó la amistad entre Trump y el judío, quien aseguró en un episodio del podcast The Daily Beast, que ambos fueron mejores amigos durante 15 años: “Compartían novias, aviones y estrategia comercial.” Reafirmó. Y añadió que había visto evidencia condenatoria de esos años, que el presidente republicano no querría que se hiciera pública y que incluyen supuestas imágenes lascivas de Trump y el financista, en claro abuso de las muchachas. “He visto esas fotos. Sé que existen y puedo describirlas. Hay como una docena. Las que recuerdo específicamente son los dos con chicas en ‘topless’ (sin brassiere), de edad indeterminada, sentadas en el regazo de Trump. Y luego Trump parado allí con una mancha en la parte delantera de sus pantalones y tres o cuatro chicas medio encorvadas de la risa, también en ‘topless’, señalando los pantalones de Trump.” Narró Wolff.

            Empero, el diario inglés The Telegraph ha señalado que la relación entre los dos individuos dio un giro en el 2004, cuando se convirtieron en rivales por la compra de propiedades en Palm Beach, aunque se desconoce con profundidad la razón del rompimiento de lo que parecía una amistad indestructible en la que se compartían todo; y cuando Epstein fue arrestado, Trump manifestó a la prensa en julio del 2019: “Tuve una pelea con él hace mucho tiempo”; y cuando arrestaron a Maxwell, la “celestina” o alcahueta que surtía a Epstein de mujeres menores de edad, Trump dijo de ella: “Realmente no lo he seguido mucho. Francamente, sólo le deseo lo mejor.” Evidentemente el mandatario deseaba desmarcarse de aquellas amistades que le pudieron ocasionar serios contratiempos políticos y hasta judiciales.

            Pero el colmo del cinismo y de querer engañar a todo el mundo, lo ha hecho patente el mismo Donald Trump cuando dijo, en referencia al video y fotografías que impostó Elon Musk en su red social, que “deberían desarrollarse leyes fuertes contra la Inteligencia Artificial (IA). ¡Será un problema grande y muy peligroso en el futuro!” Dando a entender que todo lo que circula en las redes sociales acerca de su relación con el pedófilo Epstein, es falso y ha sido hecho con IA, porque él nunca compartió ni un minuto siquiera con aquel y su mujer. Evidentemente, este argumento del mandatario es un insulto a la inteligencia de las personas, pues nadie, o casi nadie, puede creerle tal falacia.

            Sin embargo, en los últimos meses, esa amistad ha cobrado importancia y relevancia y adonde quiera que va Trump, se le toca el tema. Aspecto que a él le molesta e incomoda visiblemente. Lo cual sólo quiere decir una sola cosa: que la sombra de Epstein lo persigue a él desde el más allá, desde los confines mismos del infierno, donde indubitablemente se encuentra ahora mismo.

            Este es el negro pasaje que comparte Donald Trump con Jeffrey Epstein, catalogado por la policía de Nueva York como delincuente sexual de nivel 3, proclive a reincidir en su momento contra jovencitas, con “un alto riesgo de reincidencia y una amenaza para la seguridad pública”, reza el expediente que se le abrió a este sujeto.

           Atrás han quedado circunstancias como el momento cuando la denunciante –ya fallecida-, Virginia Giuffre, presentó los documentos en los que acusaba al pedófilo de obligarle a tener relaciones sexuales con miembros de su círculo social, cuando apenas tenía 16 años. Aquello aconteció en enero del 2015. También, el 6 de julio del 2018, cuando Epstein fue arrestado en el aeropuerto Teterboro de Nueva Jersey, por el Grupo de Trabajo de Delitos contra Niños del FBI y el Departamento de Policía de Nueva York, acusado de abuso sexual y tráfico sexual. Fue cuando el fiscal federal, Geoffrey Berman, declaró que, durante el registro de la casa de Epstein, valorada en US$77 millones, se encontraron fotos de niñas menores de edad desnudas.

            Ciertamente todo aquello ha quedado en el pasado, pero la negra sombra del pederasta sigue proyectándose sobre Trump, quien, mientras se tocaba el tema ante los periodistas de las inundaciones en el Estado de Texas, interrumpió a quienes hablaban para decir: “¿Siguen hablando sobre Epstein? Se ha hablado de ese tipo durante años. ¿La gente sigue hablando de ese asqueroso? (Que no era asqueroso cuando era su amigo y compartían las mismas asquerosidades). No puedo creer –le dijo al reportero-, que estés haciendo una pregunta sobre Epstein.” Estaba visiblemente molesto, incómodo, preocupado y moviendo, entre bastidores, todo lo que está a su alcance para evitar que aparezca su nombre en la lista del judío. “Un secreto a voces,” que todos conocen en los Estados Unidos y en el mundo entero y que, por más que quiera el mandatario, no puede, ni podrá, hacerlo olvidar y mucho menos esconder. Él compartió jovencitas, menores de edad, en actos impúdicos, con su impúdico amigo. El mismo que se ahorcó en su celda de Nueva York.

Gobierno de Irán le Pone un Muro Infranqueable al Instituto Internacional de Energía Atómica (OIEA), Plegado por Completo a los Israelíes y Estadounidenses

TEHERÁN, Irán-(Especial Para The City Newspaper) No hace falta profundizar mucho cuando meditemos acerca de las naciones cuyos gobiernos quieren adentrarse en el mundo de la energía atómica y nos fundamentamos en el absurdo de que, si a Israel y los Estados Unidos, no les simpatiza determinado régimen, entonces ese país no podrá nunca desarrollar la energía atómica, aunque sea para fines pacíficos. No hace falta profundizar mucho, decíamos, porque esos dos gobiernos, el estadounidense y el israelí, se han arrogado la potestad, sin que nadie se la haya conferido, de decidir quiénes pueden tener energía nuclear y quiénes no. La meditación entonces se basaría precisamente en ello: ¿Quién o quiénes o cuál fuerza metafísica o terrenal, les ha dado a esos dos gobiernos el aval, el poder, para determinar tal realidad, más todavía cuando están comandados hoy por un esquizoide e ignorante visceral, en el caso de Donald Trump, en los Estados Unidos; y por un criminal de grandes proporciones, en el ejemplo de Benjamín Netanyahu, en Israel? Quienes no dudan en atacar a aquellos pueblos que a ellos se les ocurre, violentando todos los derechos y leyes habidas y por haber en el orbe.

            Es decir, tanto el uno como el otro, estarían fascinados de que los rusos, pakistaníes, chinos e hindúes se desarmen, envíen todo su arsenal atómico a un planeta distante y queden sólo las naciones Occidentales (Francia, Inglaterra, USA y el detestable Estado de Judea), con el poder nuclear. Una determinación, una seudo-política que debe rechazarse de parte de todos esos gobiernos que quieren introducirse y explorar la energía atómica y no permitir que esos dos gobiernos sátrapas, comandados por un convicto en libertad, en el caso de Trump, quien ha violentado, él solo, decenas de leyes en su país de origen; y por un supra-asesino, Netanyahu, que debería estar colgando de una soga, ahorcado, en este preciso instante, debido a su inconmensurable criminalidad en los países vecinos y que son islámicos.

            En otras palabras más claras, directas y sencillas: si Irán quiere construir ochenta reactores atómicos (para citar un número X), lo puede hacer y nadie tiene el derecho de impedírselo, porque se trata del gobierno de un país soberano, libre e independiente y en nada guerrerista, como sí lo es Israel, y que, sabemos anticipadamente, no usará esa energía nuclear para atacar a nadie en el futuro. Pero Trump y anteriormente el senil Joe Biden y Netanyahu, bombardean el territorio iraní, sin ningún derecho… un “derecho” que no se los puede otorgar nada ni nadie en el mundo, porque nadie puede arrogarse esa potestad. En principio, porque todas las naciones en este planeta son iguales, con las mismas potestades y capaces de elegir lo que consideren es lo mejor para su presente y su destino. Nadie ni nada, subrayamos, puede interferir en sus determinaciones internas. ¡Nadie! Y mucho menos dos delincuentes y criminales, como lo son Trump y el archi-criminal judío, Netanyahu.

La decisión iraní resultante

            El cabecilla de este grupo, su líder, el argentino (que no sabemos quiénes lo pusieron allí y cómo llegó a ese puesto este individuo, sin la experiencia ni el conocimiento adecuado para dirigir al OIEA), Rafel Grossi, ya había cavado suficientemente “su sepultura” con respecto a Irán, al mostrarse demasiado interesado –y así lo hacía saber descarada y diariamente-, por reingresar a territorio iraní, como si algún “amo” o un jefe “en las sombras”, le estuviese empujando con fuerza a realizar dicho viaje. Lo cual dejaba traslucir que a “ese jefe”, extraño en el amplio sentido de la palabra, le interesaba conocer la realidad de los reactores nucleares que fueron bombardeados recientemente por aviones enviados por Donald Tump y el Pentágono. Y ese “amo” no es otro que Benjamín Netanyahu, quien, al ser descabezada su red de espías, infiltrados en la Capital de Irán, no sabe a ciencia cierta cómo quedaron los famosos reactores. Por ello, giró la orden precisa al argentino Grossi para que hiciera las averiguaciones pertinentes y a partir de su informe –otro de los muchos que ha enviado a Tel Aviv y a la Casa Blanca, en exclusivo “top secret”-, decidirían atacar nuevamente o no a Irán y destruir lo que quedó en pie.

            A partir de esa premisa, Teherán decidió no permitir más la entrada de Grossi y su grupo de “soplones” a suelo iraní, “a menos que ofrecieran ciertas garantías de seguridad”, señaló el gobierno teocrático de Irán, como que Israel y los Estados Unidos no volvieran a atacar sus instalaciones; pero esa petición no iba a encontrar asidero o una respuesta positiva de parte del argentino, cabeza del OIEA, porque de él no depende una decisión de ese calado, algo que sólo compete a la dictadura de Tel Aviv y al Pentágono, porque él simplemente es un “soplón” más (ni siquiera espía), al servicio de ambos amos. Textualmente, Teherán así lo hizo saber: “Los inspectores de la OIEA no podrán entrar en Irán a menos que se garantice la seguridad de las instalaciones nucleares del país y de las actividades nucleares con fines pacíficos.” De hecho, la agencia de seguridad nuclear de Irán ya había dejado de compartir información con Grossi y su grupo de “soplones”, que entraban en las naciones consideradas enemigas y blancos seguros de Israel, con cámaras fotográficas y de filmaciones, para que los datos fueran más fidedignos y convincentes. Y lo más doloroso, por su altísimo grado de deshonestidad inherente, se fundamenta en que todos esos supuestos “inspectores” de ese Organismo, devengan jugosos salarios que son pagados por los países miembros de la ONU y son signatarios de la Carta de las Naciones Unidas; e Israel y los Estados Unidos no les pagan nada por sus tareas de espionaje y se dedican tan sólo a obligarlos a brindarles la información para atacar a Irán o no hacerlo.

            La emisora radial Bloomberg, utilizada por muchos gobiernos Occidentales para informarse apropiadamente, ha estado al tanto de este “rifirrafe” entre Teherán y el OIEA; incluso llegó a informar que, inicialmente, Irán se planteó abandonar el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), un pacto internacional de cooperación para frenar la propagación de tecnología nuclear, que los iraníes ratificaron en el ya lejano 1970. Una determinación que llevó a efecto hace pocas horas, cuando avisó que se retiraba ante la insistencia (sospechosa, vehemente y persistente) del argentino Rafael Grossi, por conocer el estado de los reactores nucleares atacados por los Estados Unidos. Esa insistencia era todo un argumento que develaba las intenciones subyacentes en la mente de Grossi y que decían que estaba urgido por conocer el estado de las plantas nucleares, para reportarlo a Tel Aviv, a la dictadura de Netanyahu, en Israel.

            En todo caso, Irán ha seguido insistiendo en que su programa nuclear es de uso pacífico; y lo que ha sido mayormente sorprendente fue la afirmación de su portavoz de Exteriores, Esmaeil Baqaei, quien dijo que su gobierno podría retomar la cercanía con el OIEA, “porque la suspensión es temporal.” Lo cual significa que el gobierno de Irán no ha cerrado la puerta del todo, tanto a esta agencia de la ONU como al gobierno de los Estados Unidos, en lo relativo a negociar un nuevo pacto nuclear, una decisión que había tomado durante el fragor que se extendió por 12 días de guerra con Israel; pero ahora ha dado Teherán señales de un posible acercamiento con Washington: “No se ha anunciado ninguna fecha para las conversaciones con EE.UU; probablemente no sea muy pronto, pero aún no se ha tomado una decisión al respecto”, declaró en rueda de prensa otro vocero del gobierno de Irán, llamado Fatemeh Mohajerani. Añadió que “la evaluación preliminar de las instalaciones atacadas por Israel y Estados Unidos, muestra que fueron gravemente dañadas”, pero no dio más detalles al respecto, mucho menos sobre la capacidad de su país para retomar con rapidez el programa nuclear, que es el punto medular del interés del argentino Grossi y así poder informar a sus jefes judíos y estadounidenses, como hemos explicado anteriormente y repetido de manera incansable con la finalidad de que quede bien clara la posición de dicho argentino.

            Imágenes satelitales espías muestran que los iraníes han rellenado con tierra los impactos de los bombardeos en las instalaciones nucleares, lo cual hizo decir a Grossi que muy probablemente han comenzado a reparar las plantas, azuzando mayormente el problema, una especulación de su parte que podría encender nuevamente la guerra en Oriente Próximo, con el consiguiente asesinato de más personas inocentes y fuera del diferendo.

            Es evidente que la determinación “a medias” de los iraníes por separarse, temporalmente, del OIEA, no es la más acertada, porque al estar bajo su jurisdicción, permitirá mayor espionaje a favor de Israel y USA, más bombardeos según sea el caso, de parte de sus dos enemigos declarados, con los cuales Teherán no debería reanudar tampoco conversaciones en las que se verá nuevamente delimitado para seguir con su proyecto atómico, mientras los judíos llenan cada vez más su arsenal con bombas nucleares, al margen del derecho internacional, y sin que nadie inspeccione ni prohíba sus políticas que sólo buscan la destrucción masiva de las naciones musulmanas que rodean a la nación hebrea. En otras palabras, mientras esté supeditado el país persa al OIEA, será bombardeado cuando a Donald Trump, Netanyahu y sus secuaces se les ocurra, perdiendo valiosas vidas humanas de su pueblo. Pertenecer a ese organismo sólo faculta a sus enemigos a atacarlos y destruir miles de años de historia e interferir en los asuntos internos de una nación soberana como se supone es Irán.

            Resultante de lo anterior, los iraníes deberían seguir los ejemplos de la India y Pakistán, dos potencias nucleares que no entran en una guerra de gigantescas proporciones, a pesar del diferendo que sostienen por la región de Cachemira, justamente porque ambos arsenales tienen bombas atómicas; es decir, el día que Irán tenga su primera bomba nuclear, será respetado por Israel y los Estados Unidos y eso garantizará su paz, la prolongará y su desarrollo en todos los aspectos. Si el régimen del Ayatolá Jamenei no ha razonado lo anterior, denota que algo anda mal en su percepción y análisis de la política internacional.

La creíble versión iraní

            Hasta aquí, hemos visto que la duda circula alrededor de las instalaciones bombardeadas por los aviones estadounidenses en territorio persa y esa es precisamente “la manzana de la discordia.” Aunque la versión enteramente respetable por ser justamente la verdadera, es la que sostiene y aclara a cada instante Teherán, que dice que “en Fordow los daños fueron severos.” Pero israelíes y estadounidenses, repetimos, quieren mayor certeza y el único que se las puede dar es el argentino Rafael Grossi a la cabeza del OIEA.

            Cansados de lo anterior, los parlamentarios iraníes aprobaron la ley que suspende la cooperación con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), y ratificado por el presidente de esta nación, Masud Pezeshkian. Básicamente, Irán acusa a esta agencia de alinearse con los países occidentales y justificar los ataques aéreos de Israel y de los Estados Unidos sobre la República Islámica, mismos que se produjeron un día después de que la junta del OIEA declarase que Irán estaba violando las obligaciones derivadas del Tratado de No Proliferación Nuclear, mismo que no toca para nada la actividad atómica que lleva a efecto Israel cada vez que se le ocurre a su dictadura.

            En todo caso y en detrimento de Grossi y sus colaboradores, que no son otra cosa que informantes de los países Occidentales, la ley estipula que cualquier inspección futura de las instalaciones nucleares de Irán, por parte del OIEA, debe ser aprobada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional del gobierno de Teherán; fue cuando el OIEA declaró mediante un comunicado: “Estamos al tanto de estos informes. El OIEA está a la espera de más información oficial de Irán”, para luego darla a conocer a Israel y USA, agregamos nosotros en este periódico, incansablemente.

            La reacción instantánea y automática de Tel Aviv, al conocer la decisión de Teherán, fue comunicarse con los gobiernos de Francia, Reino Unido y Alemania, testaferros de Israel, para que reactiven sus sanciones contra Irán, según la agencia de noticias Europa Press. El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, cargó “contra el escandaloso anuncio de Irán, (que ha sido) una renuncia total a todas sus obligaciones (como si Israel cumpliera con las suyas propias), y compromisos internacionales a nivel nuclear. La comunidad internacional –siguió diciendo-, debe actuar ahora de forma decisiva y usar todos los medios a su disposición para detener las ambiciones nucleares iraníes.” Y en este punto preguntamos, ¿Quién detiene las ambiciones nucleares israelíes o acaso el Estado judío es intocable en ese y en otros sentidos?

            Y es que Israel no es firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y no está, por lo tanto, sometido a inspecciones del OIEA; pero aun así se arroga el derecho de exigir cuando le place, a los países occidentales que endurezcan sus posiciones con respecto a Irán, nación a la que acusa que busca desarrollar armamento nuclear y que, en el fondo y en la superficie, es su derecho pleno, lo mismo que las demás naciones de la región si así lo quisieran. Pero eso no lo quieren entender los israelíes, de que cada país es independiente, soberano y autorizado, por derecho propio, de hacer dentro de su territorio y su pueblo, todo aquello que considere conveniente y ningún otro Estado y mucho menos su ejército, deben intervenir en su vida nacional o de lo contrario, sería una violación a su soberanía, tal y como los Estados Unidos e Israel arremeten contra los gobiernos árabes o islámicos. Tampoco los judíos tienen la moral para señalar a ningún otro Estado, cuando ellos mismos son perpetradores de crímenes horrendos de lesa humanidad en el Líbano, la Franja de Gaza, Cisjordania, Irán y Siria; y tienen un arsenal atestado de misiles y bombas atómicas, mismas que no dudarían en dejar caer sobre sus enemigos cuando así les apetezca. Es algo parecido, en su fondo inmoral, al padre alcohólico que regaña a uno de sus hijos por haberse tomado unas copas una noche cualquiera. Es decir, en ambos casos la falta de autoridad moral no es de recibo, ni escuchable siquiera, de parte de los judíos o israelíes.

            Concretamente, la respuesta iraní a todos estos cuestionamientos y acusaciones es la que ha manifestado su ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araqchi, y que es la oficial de su gobierno, expresándola a la cadena de noticias de los Estados Unidos, CBS News: “el bombardeo estadounidense del pasado 21 de junio, sobre la instalación nuclear de Fordow ha causado graves daños a la instalación. Nadie sabe con exactitud qué ha ocurrido en Fordow. Dicho esto, lo que sabemos hasta ahora es que las instalaciones han sufrido daños graves. La Organización para la Energía Atómica de Irán, está llevando a cabo una evaluación y un análisis de la situación y ese informe será entregado al gobierno. Me gustaría reiterar que no tengo información precisa sobre los daños. Hay que esperar hasta que lleguen los informes para ver; (los trabajos en esa instalación) podrán ser relanzados, en caso de que sean relanzados. (…) En Teherán contamos con el conocimiento tecnológico para retomar las labores de enriquecimiento de uranio. Irán cuenta con una industria de enriquecimiento local. No la hemos importado del extranjero. Esta tecnología no puede ser destruida mediante bombardeos (!). Si existe esta voluntad (…) para volver a progresar en esta industria, se podrán reparar rápidamente los daños y recuperar el tiempo perdido.” Aseguró, para que tomen nota los enemigos de Irán, Trump y Netanyahu, quienes, para detener el programa nuclear iraní, tendrían que asesinar a todos los científicos persas, como lo intentó en un principio Israel con sus bombardeos, pero el conocimiento siempre estará ahí, donde las bombas estadounidenses e israelíes “pierden todo su poder o no pueden llegar.” Debe quedar claro que esto no es una película de James Bond, donde un todopoderoso y fantasioso espía inglés asesina a los “malos” y el mundo mejora ostensiblemente y por muchas décadas más. La realidad del conocimiento de los iraníes en materia nuclear, es otra cosa. Es real, segura, verdadera, perdurable y lo más importante… indestructible por parte de sus enemigos.

El doble rasero del OIEA

            Las críticas del régimen de Teherán al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), además de realistas y ciertas, deben poner en alerta a las Naciones Unidas, que es el auspiciador o benefactor de la OIEA y hasta el momento ha creído ciegamente en sus inspecciones, documentos e informaciones diversas sobre el acontecer atómico alrededor del mundo.

Para citar un caso recién ocurrido, el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, expresó su inconformidad al considerar que el OIEA tiene un trato parcial hacia Irán. Fue en una conversación con su colega francés, Emmanuel Macron, cuando el iraní instó para que el organismo nuclear de la ONU actúe sin discriminación y respete los derechos de todos sus miembros por igual. Las críticas del mandatario de Irán se hicieron más fuertes cuando más se acercaban a la figura de su director, el argentino Rafael Grossi, a quien acusó de emitir informes incorrectos sobre las actividades nucleares de Irán y de guardar silencio frente a los ataques recientes de los Estados Unidos e Israel contra sus instalaciones nucleares. Por ello, la suspensión de la cooperación con la agencia, es una respuesta natural ante lo que calificó de “conductas destructivas e injustificables.”

            Macron le dijo estar preocupado por la decisión tomada por el gobierno de Irán, de interrumpir la colaboración con el OIEA; pero Pezeshkian insistió al decirle que “el organismo no ha actuado con la imparcialidad que exige su mandato y (no nos gusta) el trato preferencial que, a mi juicio, recibe Israel,” país que no recibe sanciones de ningún tipo, a pesar de ser un Estado criminal, guerrerista, que pone en tensión a toda la región, que comete a diario genocidio en Gaza y que está “hasta los dientes y garras” de bombas atómicas y misiles con ojivas nucleares en su arsenal, dotado por los Estados Unidos y las naciones europeas de Occidente.

            Añadió el presidente persa que “Israel no es miembro del Tratado de no Proliferación Nuclear (TNP), y ¿cómo resultó que Israel que, además ha violado las normas internacionales en reiteradas ocasiones, se ha convertido en referencia para los informes del OIEA? –Preguntó-. Este doble rasero ha creado numerosos problemas para la seguridad regional y mundial. Se espera que el OIEA respete los derechos de los países, evite los doble raseros y defienda los derechos de los Estados miembros.” Remarcó.

            Advirtió, dentro de la misma conversación telefónica con Emmanuel Macron, que incluso si Irán reanudara su cooperación con el OIEA, nadie le da garantías de que sus instalaciones nucleares no vuelvan a ser blanco de ataques militares, por lo que la falta de protección efectiva pone en entredicho el sentido de dicha colaboración, puntualizó.

            Con la decisión sabia de Irán de retirarse (aunque sea momentáneamente) del OIEA, la voz insistente y persistente de Rafael Gossi, implorando incluso para que le dejasen entrar a Teherán para ver el estado de las instalaciones bombardeadas, en clara ansiedad por reportar a sus jefes judíos y en la Casa Blanca, se ha acallado casi del todo, ya que no podrá elaborar ese informe que los israelíes necesitan con urgencia, pues temen que los iraníes alcancen finalmente la bomba atómica, algo que equilibraría las fuerzas en Oriente Próximo, como tiene que ser.

            En todo caso, el presidente iraní, al finalizar su conversación telefónica con su homólogo francés, se mostró anuente y comprometido, en nombre de todo el país que él gobierna y representa, de resolver las disputas y evitar guerras e inseguridad; y expresó al mandatario galo su esperanza de que los organismos internacionales cumplan con sus responsabilidades y ayuden a encaminar al mundo hacia la paz y la estabilidad, compromiso que no existe en la mentalidad de Rafael Grossi, quien, además, debe ser apartado de la dirección del OIEA sin dilación y nombrar en su lugar a alguien realmente capacitado para tales tareas, que sea realmente imparcial y así como investigue a Irán, lo haga con los israelíes, que son el verdadero foco de tensión y peligro en la región. Una petición que todavía Teherán no formula a la ONU y que debería ser una de sus prioridades o inmediatez, por el bien de la paz, el respeto que los judíos deben a las naciones vecinas y sus pueblos; y por el alcance de la concordia.



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