Los Ortega/Murillo, una Familia de Sátrapas Enquistada
en el Poder

MANAGUA, Nicaragua-(Especial para The City Newspaper) A la sombra de sus padres, los dictadores de este país, los hijos de Daniel Ortega y Rosario Murillo, han ido extendiendo sus tentáculos por encima de varias Instituciones del Estado, acumulando un poder único en un claro nepotismo reñido con lo que han pregonado siempre los comunistas desde la noche de los tiempos. Por supuesto que, por sí mismo, dicho nepotismo es corrupto y lleva a cabo sórdidos actos de corrupción que han enriquecido a sus miembros con fortunas que nadie conoce sus montos de dinero, ni dónde están depositados esos caudales, aunque se presume que están en paraísos fiscales.

            Los herederos del dictador Ortega no solo han monopolizado al Poder Ejecutivo, centro de la dictadura, sino que se reparten presupuestos millonarios, negocios petroleros, estaciones de televisión, de radio, granjas de bots, oficinas públicas y empresas privadas. Todo ello confluye en la residencia familiar llamada El Carmen, convertida en palacio dictatorial, al margen de la decencia, el pudor, el raciocinio, la cordura, la honradez, la honestidad y del Frente Sandinista, un movimiento que ha sido dejado de lado por la pareja de tiranos, porque el objetivo ya fue alcanzado, cual era conquistar el poder absoluto.

            Quien da las órdenes, las directrices y ejerce dominio total sobre sus hijos, es Rosario Murillo, la co-dictadora, quien, según los que la conocen, “maneja a sus ‘vástagos’ como si fueran marionetas (…).”

Cada uno de ellos “forrados” con millones de dólares

            El propósito de los Ortega/Murillo es el de hacerse cada día más millonarios de lo que son, sin importarles que, abajo, el pueblo carezca de trabajo y alimentos para vivir dignamente. Es el contraste de los sátrapas enquistados en el poder… quienes viven muy bien; y los ciudadanos que componen el grosor del pueblo, pasando humillantes necesidades, dentro de las cuales, si logran comer más o menos bien un día, tienen que preocuparse profundamente por la comida de mañana, porque muy posiblemente pasarán hambre.

            Conozcámoslos uno a uno:

            Zoilamérica Narváez, es la hija única de Rosario Murillo de una relación anterior a Daniel Ortega. Vive exiliada en San José de Costa Rica, país donde hace las más agrias y duras críticas a la dictadura en la que co-gobierna su madre. Fue echada de la familia cuando denunció que su padrastro, Daniel, abusaba de ella sexualmente desde que era una niña; su mamá fingió no escucharla y le devolvió la acusación al decirle que mentía miserablemente y que su esposo es todo un caballero, incapaz de tocar las partes íntimas de una jovencita. Fue expulsada de la familia y calificada de “traidora de la revolución”. En aquellos años, el dúo Ortega/Murillo utilizaba mucho la retórica comunista en todas sus actitudes y acciones. En definitiva, esta, ahora mujer, es menos que una paria, a quien hay que tener de lejos y fuera de Nicaragua. Lógicamente, no puede optar por ninguna ganancia económica ni política de parte de la dictadura y tampoco ella lo desea.

            Luego aparece Rafael, también hijo de la Murillo de otra relación anterior a Daniel Ortega (aquí nos preguntamos cómo una mujer tan espantosa física, mental y espiritualmente, ya que cree en la hechicería y la lleva a la práctica, pudo conseguir los favores de tres hombres distintos); este individuo tiene actualmente 53 años, pero no se le toma en cuenta en su papel de hermano mayor. Tiene negocios petroleros y administra la Distribuidora Nicaragüense de Petróleos (DNP), en la cual se ha enriquecido ostensiblemente, un secreto a voces que todos comentan en Nicaragua. Incluso, forzó la nacionalización de la actividad petrolera, que le fue ordenada por sus padres, los dictadores. También dirige un entramado de empresas que le permiten manejar parte de los fondos de la familia, así según el periódico estadounidense The Washington Post. El dinero que llega al Estado, por el concepto de la venta de combustibles (gasolina, bunker y diesel), van directamente a los bolsillos de Rafael, cuyas cantidades se desconocen, como era de esperar.

            A pesar de su manifiesto poder personal y empresarial, Rafael no está dentro de los posibles sucesores de sus padres, cuando estos, por el peso de la edad, se retiren a la vida privada, lejos del gobierno. Recordemos que Daniel Ortega tiene hoy en día, 76 años; y su impresentable mujer, 70. Quienes podrán optar por seguir gobernando (o des-gobernando, para ser más precisos), son sus hermanos Laureano y Juan Carlos. El primero se las da de cantante de ópera, se considera un tenor, aunque desafina bastante cuando cree que canta; usa ropa de marca, de Armani y Gucci, mientras los nicaragüenses buscan comida en los basureros apostados en las aceras de las ciudades. Hace poco publicó en una de sus redes sociales: “(Estoy) vacunado con Sputnik Light. Gracias a nuestro gobierno sandinista que nos garantiza este derecho y gracias a nuestros hermanos rusos por la cooperación de nuestro pueblo.” Mostró sus brazos llenos de costosos tatuajes, mientras los nicaragüenses llanos, que conforman al pueblo sencillo, cruzan las selvas y carreteras a pie para internarse en Honduras y suplicar a las autoridades sanitarias hondureñas que les vacunen, porque, en Nicaragua, solo los familiares de los dictadores y quienes ostentan distintos grados de poder en el gobierno, pueden optar por la vacuna (o agua teñida nadie in Rusia).

            Laureano, de 39 años, es asesor para inversiones, comercio y cooperación internacional del presidente (mejor dicho, el tirano/dictador); está vinculado a ProNicaragua, una agencia que busca capitales en el exterior y cuyo mayor fracaso fue llevar al país al inversionista chino, Wang Jing, para que construyera el canal interoceánico; pero, lamentablemente para la familia de sátrapas, el negociante chino cayó en la ruina económica. Ya lo dijimos: se las da de tenor y ha manifestado públicamente: “Mi mundo es la música.” Ha llevado a Nicaragua compañías líricas desde Italia, ya que está al frente de la Fundación Incanto; incluso, para el presente mes de noviembre subirá una vez más a un escenario en Managua, para representar “La Verbena de la Paloma.” Hay quienes dicen que “la paloma”, realmente… es él, Laurianito. Tanto él mismo, como su horrenda madre y su hermano Rafael, están sancionados por el gobierno de los Estados Unidos, por sus actividades corruptas y el lavado de dinero “en beneficio personal y del régimen que ostentan sus padres.”

El favorito de la “chayo”

            La bruja madre, Rosario “chayo” Murillo, igual a toda mamá, tiene a su hijito preferido y “ese honor” cayó en Juan Carlos, de 40 años de edad, y es el principal candidato para suceder a los dictadores cuando se retiren o mueran. Se trata de un individuo prepotente, canallesco, beligerante, opresor y “la chayo”, su madre, ejerciendo sus dones de bruja, dice que ha visto en él a “la reencarnación de Sandino”, el revolucionario que se enfrentó a la dictadura de los Somoza y a la presencia estadounidense en Nicaragua. Actualmente, la Unión Europea y la Casa Blanca le sancionaron por su constante violación de los derechos humanos de los nicaragüenses y su respuesta fue: “No hay, ni habrá fuerza imperial o colonialista, capaz de doblegar a este pueblo que avanza en unidad en la construcción de sus propios sueños.”

            En sus páginas en Instagram, Facebook y Twitter, Juan Carlos hace alarde de la buena vida que se da, con sus carros deportivos, ropa de marca y conquistas femeninas; algo realmente deplorable en alguien que se dice ser un anti-capitalista y que permanece al lado del nicaragüense sencillo y humilde. Además, controla al Canal 22 de televisión y a Difuso Comunicaciones, que es la empresa encargada de las campañas publicitarias del gobierno; está casado con una antigua Miss Nicaragua, es un apasionado por el rock y es guitarrista del Grupo Ciclo. ¡Vaya contradicción que ame a esta música tan imperialista, tan “yanqui” y tan británica! Es decir, despotrican contra el capitalismo rampante de las superpotencias, pero viven inmersos en el estilo de vida de los magnates estadounidenses y europeos. Ese es el marxismo que practican y en el que “se enlodan” a diario.

            También le fascina el cine. Incluso el diario The New York Times denunció que la dictadura de Nicaragua derrochó US$400 mil, para que Juan Carlos participara en una producción de Hollywood y a esta altura de los hechos, no sabemos qué se hizo dicha producción o en qué bodega estará confinada, en Los Ángeles, California, porque el pseudo-actor nica nunca se vio en la pantalla grande.

            Para finalizar en esta descripción de la satrapía de los Ortega/Murillo, aparece Camila, de 34 años, quien es la mano derecha de la bruja “chayo”, su madre, de quien no se separa “ni para ir a orinar,” pues la acompaña a todas partes y a toda hora del día, es algo así como su sombra… la sombra de la bruja y su escoba. Camila, en una época, se las dio de modelo de pasarela, también de diseñadora de alta costura y tiene una empresa fundada por ella en el 2012, con dinero del gobierno por supuesto, a la que llamó Nicaragua Diseña, mediante la cual promociona la moda local. Naturalmente, el empobrecido pueblo no puede comprar sus horrendas prendas, porque no tiene para comer y mucho menos para vestirse. “Camilita”, como le llama Rosario, la co-dictadora, tiene su propio canal de televisión al que llamó Viva Nicaragua y que lo administra con su hermana menor Luciana, de 32 años. También Camila está sancionada por los Estados Unidos por sus prácticas vandálicas.

Luego aparecen en la nómina de sátrapas, estafadores del Estado y de los bolsillos de los ciudadanos, otros tres hermanos llamados Maurice, de 36 años; Carlos Enrique, de 44; y Daniel Edmundo, de 41, quienes dirigen varios canales de TV; y Maurice es el más cercano al régimen de Venezuela, país adonde realiza viajes de manera constante.

            Esta es la satrapía que des-gobierna a Nicaragua, el segundo país más pobre del hemisferio, después de Haití, con índices de miseria per cápita impresionantes y deplorables. Casi todos ellos han ido a colegios y universidades privadas de Costa Rica, sitios donde solo la high class asiste normalmente. Esos son los representantes del “proletariado” que tanto caracarearon Marx, Engel, Lenin, Stalin, ché Guevara y Fidel Castro.

¡Pobre Nicaragua con tanto delincuente usurpando el poder! Saqueadores de “rompe y rasga.”


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