
Surge un Nuevo y Horrendo Problema en la Franja de Gaza: Hamás se Asemeja al Estado Islámico Ahora Mismo en el Enclave
PALESTINA-(Especial para The City Newspaper) Da la impresión de que en esta región de Oriente Próximo, los inconvenientes, los serios inconvenientes, nunca dejarán de surgir a la superficie de sus pueblos. Si no es de parte de Israel… aparecen del lado enemigo; es decir de los árabes o islamistas; y son peliagudos y extremadamente peligrosos de verdad.
En concreto, después de la esperanza deparada por el plan de paz presentado por la Casa Blanca, cuando se creía que todo iba a transcurrir positiva y constructivamente, observamos el surgimiento de un peligrosísimo problema que ya la región lo había sufrido con el Estado Islámico (EI, Daesh o Isis), conformado por los pedazos del ejército iraquí que estuvo bajo el mando de Saddam Hussein. Es por eso que afirmamos que en Gaza, tras la retirada parcial del ejército israelí, ha tomado las calles bordeadas por las ruinas de los edificios, la facción armada de Hamás y ha llegado a extremos semejantes a los del Estado Islámico, perpetrando crímenes entre los mismos gazatíes, a plena luz del día, en plazas y arterias de esta urbe destruida o despedazada por los bombardeos judíos.
Con la misma crueldad y ensañamiento de los yihadistas del EI y ante la vista de niños y pueblo en general, han dado muerte a los palestinos que ellos han creído son enemigos de este grupúsculo que causó la reacción de Israel, cuando secuestró a más de mil hebreos hace dos años atrás, cuando disfrutaban de un festival musical.
Netanyahu siempre presto a destruir y masacrar
El criminal de guerra, el dictador de Israel, Benjamín Netanyahu, afirma una y varias veces más, que está presto a atacar nuevamente a la Franja de Gaza, donde ciertamente los yihadistas que mueren son los menos, comparados con los ciudadanos gazatíes inocentes que son acribillados, quienes se cuentan por miles cada vez que las bombas israelíes caen sobre ellos y las ruinas que yacen allí en el terreno. De tal manera, no sería extraño ver el regreso del estado anterior, con las fronteras cerradas por completo a la ayuda humanitaria y el vuelo de misiles y aviones de combate sobre el cielo de Gaza, mientras la sangría prosigue abajo. Netanyahu y su grupo de criminales están deseosos de sepultar el plan de paz que auspicia su supuesto amigo Donald Trump, con nuevos ataques dentro del genocidio que ha llevado a cabo aquí.
Repetimos: Hamás está ajusticiando, sin legalidad alguna, a decenas de palestinos, asegurando que son traidores a la causa anti-israelí o han sido colaboracionistas con el enemigo hebreo, después de haber desplegado más de 2,000 milicianos en las calles de Gaza. Lo cual significa nada menos que “sangre vertida sobre la sangre que allí yacía” a raíz de los ataques efectuados por Israel.
En respuesta desde Washington, el Pentágono, sede del ejército estadounidense, ha instado a Hamás para que cese los ataques sangrientos a civiles; ha sido por medio del jefe del Comando Central de los Estados Unidos (Centcom), Brad Cooper, quien exigió a esta facción armada que opera en la Franja de Gaza, que “cese la violencia contra civiles (…) y aproveche la oportunidad histórica para alcanzar la paz, desarmándose sin demora. Instamos firmemente –reiteró- a Hamás a suspender de inmediato la violencia y los disparos contra civiles palestinos inocentes en Gaza, tanto en las zonas controladas por Hamás como en aquellas bajo protección de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel), detrás de la Línea Amarilla.” Así según mensaje suyo publicado en X.
Añadió que transmitió sus preocupaciones a los mediadores (turco, egipcio y catarí) que negocian en Egipto la implementación de la propuesta de paz impulsada por Trump para el enclave palestino y de lo cual hemos sido testigos en los últimos días; y volvió a subrayar: “Esta es una oportunidad histórica para la paz. Hamás debería aprovecharla cesando completamente sus acciones (esta vez contra el propio pueblo gazatí), cumpliendo estrictamente con el plan de paz de 20 puntos del presidente Trump y desarmándose sin demora.” En este aspecto último, los mercenarios de Hamás (considerados terroristas por el mundo Occidental), han dicho que “el desarme es innegociable” para ellos; y la respuesta de Trump y su verdugo Netanyahu, ha sido: “se desarmarán por las buenas o por las malas”, pero tendrán que hacerlo tarde o temprano. Si lo observamos bien o detenidamente, el desarme de estos asesinos acantonados en Hamás, podría ser un aporte importantísimo a la solución de la guerra en esta región de Oriente Próximo.
Lo que se ha podido ver en las últimas horas dentro de Gaza y que los mismos mercenarios yihadistas de Hamás han mostrado en videos en las redes sociales, son las ejecuciones de varias personas civiles, maniatadas, quienes han sido acusadas, sin demostrar la veracidad de tales acusaciones, de ser colaboracionistas con Israel y sus fuerzas de ocupación (y aniquilamiento). Ya sabemos que en esto de decapitar, fusilar o cercenar miembros de las víctimas, tanto el Estado Islámico (Daesh), como ahora los milicianos de Hamás, no se andan con delicadezas ni contemplaciones de ninguna especie.
El argumento de Donald Trump ha sido: “Si no entregan las armas, serán obligados a entregarlas de forma rápida y a la fuerza, (porque) Hamás se comprometió a cumplir con el compromiso de desarme.” Recordó. Y otra de las amenazas que se ciernen sobre los militantes de este grupo armado palestino, proviene de Tel Aviv, cuando familiares de los secuestrados muertos han exigido que no se ponga en funcionamiento en plan de paz, en el tanto Hamás no entregue a los demás restos mortales de los judíos que fueron secuestrados o que soldados estadounidenses o israelíes los encuentren. De no suceder esto, la paz no podrá ser negociada ni implementada, tal y como desea el mandatario de los Estados Unidos.
Benjamín Netanyahu, el peor criminal de nuestro tiempo, ha añadido un poco más de violencia a las palabras anteriores al decir que, “no ha terminado el combate en Gaza. Israel logrará todos los objetivos en la guerra (!) de Gaza. Estoy decidido a recuperar todos los cadáveres de rehenes que aún están en Gaza.” Mencionó. Mientras USA apuesta por el apoyo logístico para tal búsqueda.
En este punto particular hay que tomar en consideración, esencial e intrínsecamente, que la continuidad de las hostilidades en la Franja; es decir, los asesinatos masivos de la población palestina por medio del ejército israelí, suponen para Netanyahu una garantía para no ser juzgado en el interior de su país y que lo podrían convertir en un convicto del aparato judicial hebreo, debido a sus evidentísimos actos de corrupción en el seno del gobierno judío, en complicidad con su esposa Sara. En apelación a un nacionalismo “de mentira” y a una invocación al dolor de los familiares que perdieron parientes durante y después de los secuestros realizados por Hamás, Netanyahu mantiene abierta esa herida y esa posibilidad de ser un actor beligerante, alejado de los tribunales de justicia que tienen que juzgarlo “sí o sí”, sin otra alternativa en el futuro. Además, la imagen que este genocida tiene en el interior de Israel es paupérrima y deprimente, ya que las multitudes que dieron la bienvenida en “la plaza de los rehenes”, en el corazón de Tel Aviv, primero a Ivanka Trump, hija del presidente norteamericano, y al enviado especial para la región de parte de la Casa Blanca, fue apoteósica, lo mismo que al propio presidente estadounidense cuando estuvo frente a esos ciudadanos; pero, pocos segundos después, los abucheos y gritos de dimisión contra el criminal dictador Netanyahu, fueron una muestra inequívoca de que su popularidad está en mínimos preocupantes. Y de cara al exterior… la situación es peor, porque este genocida es requerido por la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en los Países Bajos, y que es el brazo jurídico de la ONU.
En palabras directas y claras, esto fue lo que Netanyahu dijo durante una ceremonia de Estado en memoria de los soldados caídos durante el conflicto de hace dos años (estadísticas, números que la dictadura de Israel no ventila o no da a conocer a la opinión pública nacional ni mundial; aquí el hermetismo es deleznable y choca con el concepto de democracia que en el Israel actual no existe como sistema de gobierno y de vida de su pueblo): “El combate no ha terminado. Estoy decidido a lograr el regreso de todos los rehenes muertos que siguen en Gaza. El combate no ha terminado aún, pero hay una cosa muy clara: quien levante la mano sobre nosotros (los judíos), sabe que pagará un alto precio.” Lo cual significa no otra cosa que “una densa cortina de humo” militar, para tapar o encubrir sus actos de corrupción por los cuales debe ser juzgado en Israel, sin escapatoria de su parte ni evasiva de otra índole. La guerra, para él, es la solución aparente a sus problemas personales con la justicia, según se puede colegir.
Estas afirmaciones beligerantes que Netanyahu dejó escuchar, fue durante la conmemoración oficial del segundo aniversario del ataque del 7 de octubre del 2023, de Hamás contra Israel, donde secuestró a más de 1,000 personas que gozaban de un festival de música y dio muerte a gran cantidad de otras más, mientras destruía “kibutz” y todo lo que se les cruzara a los vándalos en su camino. El acto de recordación se dio en el cementerio del Monte Herzl, en Jerusalén, y el dictador sangriento de Israel recordó que el movimiento islamista sólo devolvió los restos mortales de 9 hebreos de los 28 previstos. Un buen motivo para Netanyahu para ordenar el disparo de una andanada de misiles contra las ruinas de las ruinas en Gaza y sepultar a más gazatíes inocentes. Es evidente que estamos refiriéndonos a dos criminales en el amplio sentido del término: Hamás por un lado, causante de todo este inconveniente; y Netanyahu, por el otro, siempre deseoso de derramar la sangre de los no judíos que se cruzan frente a sus narices.
Es importante resaltar que la dictadura israelí ha estado devolviendo a los palestinos, a decenas de muertos que murieron en Gaza y en las cárceles de Israel, a manos de sus atacantes del ejército judío y de sus captores también hebreos. Aquí y en esto, el sentido y la realidad dantesca, están a la orden del día, según podemos observar.
Más concreto todavía, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, amenazó hace pocos días con reanudar los combates en la Franja de Gaza, “si Hamás no respeta el pacto de alto al fuego y al considerar que no ha devuelto los restos de todos los cautivos fallecidos.” Es decir, cualquier motivo, aunque sea aparente, para reanudar “la sangría” es valedero para estos asesinos incrustados en la dictadura de Judea.
La postura anterior, recalcitrante por demás, fue reforzada por el Foro de Familias de los Rehenes y de Desaparecidos (del 7 de octubre del 2023), mediante un comunicado recientemente difundido: “Tras el regreso de tan solo dos rehenes fallecidos anoche, con 19 retenidos aún en Gaza, las familias de los rehenes lanzamos un claro llamado: Hamás debe cumplir con sus obligaciones en virtud del acuerdo. No hay justificación para ninguna concesión unilateral por parte de Israel. El acuerdo no puede seguir implementándose sin que Hamás devuelva a todos los rehenes.” Seguidamente, pidieron a la dictadura encabezada por el genocida Netanyahu, suspender el acuerdo de alto al fuego, en el tanto Hamás se quede para sí los cuerpos sin vida de los rehenes mencionados que yacen en el interior de Gaza.
Frente a la tozudez y criminalidad de Hamás
Siempre en relación con la actitud intransigente de Hamás, funcionarios del gobierno de los Estados Unidos aseguraron que “no consideramos que Hamás haya incumplido el acuerdo de alto al fuego del presidente Donald Trump, debido a la demora en la entrega de los restos de rehenes retenidos en Gaza”; y aclararon que en lugar de sancionar a los miembros del grupo armado palestino, la administración Trump trabaja activamente con mediadores internacionales para proporcionar apoyo logístico e inteligencia que permita localizar los cuerpos que permanecen desaparecidos, muchos de ellos posiblemente enterrados bajo los escombros de los edificios que las bombas lanzadas por el ejército de Israel, destruyeron y que han causado el panorama dantesco que se puede ver por doquier. En la Casa Blanca tienen claro que la mayoría de esos rehenes judíos podrían no estar en manos, siquiera, de Hamás, y este grupo no sabe a ciencia cierta adónde yacen en estos momentos. Incluso, ex prisioneros muertos perdieron precisamente sus vidas debido a esos mismos bombardeos que Netanyahu prefirió en lugar de negociar con Hamás. Es decir, Israel, su patria, los asesinó por medio del desencadenamiento de las hostilidades bélicas que llevaron a Gaza. En esto, las autoridades y familiares israelíes deberán tener mayor paciencia, porque bombardear nuevamente al enclave palestino para que esos misiles lanzados devuelvan a los restos mortales de sus parientes, no tiene ningún sentido racional ni práctico, en esta realidad que nos presenta el conflicto. Pero si desean volver a masacrar, en aras de exterminar al pueblo gazatí… ese objetivo obtiene un asidero válido para los exterminadores racistas de Tel Aviv y una razón criminal de espaldas al respeto al derecho internacional, los acuerdos de paz y a la vida de la población de Gaza.
Otro de los grandes inconvenientes que presenta la facción armada de Hamás fundamentalmente, es el desarme total que le obliga la firma del tratado de paz. Unos lo ven viable; pero la gran mayoría de los observadores y analistas, lo ven como “un sendero agreste y espinoso por el que se debe transitar”, para hacer funcional el pacto entre palestinos e israelíes. “Es probable que resulte muy difícil”, escribió un periodista en un portal alemán de noticias. Y añade: “Y tampoco no está claro quién debería garantizar la seguridad en la Franja de Gaza en el futuro.” Un vacío que, rápidamente, el mismo Hamás ha intentado llenar desplegando a los más de 2,000 combatientes suyos que mencionamos al inicio de este reportaje y que están causando verdaderos actos criminales en contra de aquellos a quienes consideran colaboracionistas con el ejército judío de ocupación, sin juicios previos y tampoco encarcelamiento. Simplemente se les lleva a una plaza o en una ancha avenida y allí se les dispara o ahorca sin hacer preguntas, investigaciones ni algo que se le parezca, ante las miradas de niños muy pequeños, quienes están aprendiendo acerca de la variedad que tiene la violencia para manifestarse, además de los bombardeos israelíes que se han prolongado a lo largo de estos dos últimos años.
La misma crónica del portal noticioso de Alemania, describe: “Hamás actúa con extrema brutalidad: presuntos criminales y ‘traidores’ de clanes o grupos rivales son fusilados o ahorcados. Algunas de las ejecuciones, a veces públicas, incluso son filmadas por el propio grupo y compartidas en redes sociales. Según diversos informes, Hamás acusa a algunos de haber cometido asesinatos y a otros, de espiar para Israel. Apenas unos días después del fin de la guerra (!) en la Franja de Gaza, el grupo militante islamista Hamás (…), continúa así revindicando su poder en la Franja.” O en palabras más realistas: trata de gobernar sobre las ruinas de las ruinas, en un enclave donde antes hubo una pujante ciudad y que, básicamente por culpa del mismo Hamás, por su ataque a Israel del 7 de octubre del 2023 y el secuestro de los judíos allí presentes, ahora es un cúmulo de escombros, imposible de aceptar, explicar y mucho menos justificar.
Un informe aparecido en el periódico israelí Haaretz, indica que esta milicia cuenta en sus filas con unos 40,000 mercenarios, quienes aparecen con mayor frecuencia en las calles y plazas de la Franja de Gaza, dando la apariencia de que se están valiendo del plan de paz y específicamente del alto al fuego del ejército judío, para “enseñorearse” ellos con sus pasamontañas en sus rostros, sus fusiles kalashnikov y un matonismo contra los civiles, sin justificación alguna, más allá de engatusar, amedrentar y apropiarse nuevamente de esta Franja. “Allí, no sólo atacan a individuos a los que acusan de delitos capitales o políticos, (porque) decenas de personas han sido arrestadas”, de acuerdo a la descripción hecha por el periodista Khaled Abu Toameh, quien cubre las incidencias en los territorios palestinos y que ha sido citado por el otro periódico israelí, Jerusalem Post. “Se supone que muchos de ellos serán ejecutados.” Asevera el mismo comunicador de la prensa.
Y es que otras organizaciones dentro de Gaza, se oponen abiertamente a la existencia de Hamás y mucho más a un nuevo dominio de estos mercenarios (terroristas para Occidente) y por ello los combaten de distintas maneras. La respuesta de Hamás, según vemos, es mediante la violencia extrema. Entre los grupos más conocidos, se halla el clan Doghmush, que es una familia originaria de Turquía, que llegó a Gaza y se asentó allí durante el siglo pasado. Controló, incluso, varios distritos. Se dice de este clan que es cercano a la organización político-militar Al Fatah y a la Autoridad Palestina, liderada por Mahmud Abás, quien se opone decididamente a Hamás en todo aspecto y mucho más en sus intenciones de volver a gobernar en la Franja de Gaza. Los enfrentamientos de este clan y Hamás, son proverbiales y recurrentes a través del tiempo.
Otro clan que lucha por el poder aquí, es el Abu Shabab, que proviene de un grupo beduino del sur de la Franja y es acusado por Hamás de colaborar con Israel, pero el clan lo niega categórica y rotundamente; aunque según el periódico Times of Israel, el gobierno actual de Benjamín Netanyahu, su dictadura interminable, lo ha apoyado con armas. Incluso este genocida lo aceptó y lo confirmó al mismo periódico.
En todo caso y todavía más determinante aun, de acuerdo a lo visto anteriormente, a la violencia y rencillas armadas causadas por Hamás contra sus enemigos también de sangre palestina, Donald Trump insiste en que estos milicianos deberán ser desarmados; aunque todavía no está claro si se va a poder cumplir con este punto del tratado de paz, debido a la tozudez de la cúpula de Hamás. Si ocurriese dicho desarme, muchos de sus líderes serían requeridos por la justicia de Israel y de la misma Autoridad Palestina, precisamente por la criminalidad que le es innata a estos combatientes. Ante tal eventualidad, Trump, mostrando su escasa o nula intelectualidad y capacidad para razonar, se ha confundido y contradicho en la terminología y argumentación de lo que quiere: “Prácticamente toda la región ha aprobado el plan para desmilitarizar inmediatamente Gaza, desarmar a Hamás y dejar de representar cualquier amenaza a la seguridad de Israel.” Esto lo dijo ante la Knesset, el Parlamento israelí. Pero, durante el vuelo en el avión presidencial de los Estados Unidos, el Air Force One, y con rumbo al mismo Estado judío, Trump entró en contradicción acerca de lo que hay ahora mismo y lo que desea: “Mi gobierno ha permitido que Hamás se rearme temporalmente. (Además) Hamás está tratando de restablecer el orden tras meses de guerra.” Entonces, ¿Cuál es el anhelo, el proyecto o el destino que desea Trump para este grupo mercenario? El problema, evidentemente, radica en que ni él mismo lo sabe. Pero nosotros y el resto de la humanidad consciente de las virtudes de la paz, si sabemos con certeza que queremos el desarme total y la disolución de Hamás, como un requisito viable hacia la tranquilidad y la posterior reconstrucción de la Franja de Gaza.
En la opinión de los analistas
Simon Wolfgang Fuchs, judío-alemán, erudito islámico de la Universidad Hebrea de Jerusalem, interpreta de esta manera la actividad de Hamás, luego de la firma del documento por la paz, firmado en Egipto: “El hecho de que Hamás demuestre su presencia poco después de la retirada israelí y envíe sus fuerzas a la ciudad de Gaza, es un mensaje claro. Hamás está enviando claramente una señal de que no ha desaparecido en absoluto de la Franja de Gaza. Por el contrario, sigue reclamando un papel ahí.”
Para el Centro de Estudios Atlantic Council, de los Estados Unidos, “el desarme de Hamás será un largo camino. Mientras siga existiendo, ya sea como grupo armado, un movimiento político e incluso, sólo simbólicamente, existe un riesgo considerable de que recupere su influencia en la Franja de Gaza para promover sus propios intereses. Este parece ser el caso actualmente.”
Para Simon Engelkes, jefe de la oficina alemana de la Fundación Konrad Adenauer, y su filial con sede en Ramala: “Hamás ve en las armas una garantía de existencia, militar, política y simbólica. Sin una contrapartida política concreta, es improbable que acepte tal medida. Las ‘garantías de seguridad’ del presidente estadounidense Trump de que la guerra en Gaza no continuará como resultado del acuerdo de alto el fuego, no son suficientes en este momento. Incluso, aunque las estructuras militares de Hamás se hayan visto gravemente debilitadas con el curso de la guerra, sus redes y su presencia visible en Gaza, permanecen intactas. Esto también asegura su viabilidad política a corto y mediano plazo.” Puntualiza el experto.
Parte de la situación actual en la Franja de Gaza, en la que Hamás está actuando draconianamente, persiguiendo, capturando y asesinando a sus opositores ante la vista de la población, la cual es obligada a observar los ajusticiamientos, so pena de ser asesinada también si no obedece a los milicianos, se debe al hecho de que este grupo fue responsable de la policía y la seguridad interna del enclave, así como del Poder Judicial, antes de los ataques israelíes, después del 7 de octubre del 2023. Sin embargo, ha trascendido que los gobiernos de Egipto y Jordania están preparando a cerca de 5,000 efectivos de seguridad para desplegarlos en la Franja de Gaza, lo cual, de llevarse a cabo con éxito, haría replegar a los 2,000 mercenarios de Hamás que llevan a efecto tal tarea y evitaría, siendo decididamente optimistas, otros bombardeos de Israel en el futuro muy cercano. Y en relación con esta misma noticia, la Autoridad Palestina ha sido llamada a unirse a este trabajo de ser vigilante de la seguridad y las vidas en Gaza. En todo caso, la dictadura de Netanyahu en Israel ya ha reaccionado al posible hecho de que la Autoridad Palestina se involucre en este asunto y lo ha hecho de manera negativa, como confirma el mismo erudito islámico Fuchs, quien ha explicado: “Es muy posible que Israel vete a estas fuerzas locales. (Porque) el gobierno de Jerusalén no quiere otorgar a la Autoridad Palestina ningún papel en Gaza. Más bien, se preocupa por no permitir ninguna fuerza que tenga alguna conexión con el gobierno de Ramala. En este sentido, está completamente en el aire cómo se quiere llegar a un acuerdo sobre este tema, y luego también en manos de quién deben estar los servicios de seguridad correspondientes.”
Por lo pronto, lo único que está claro es el peligro que entraña Hamás, el causante de esta enorme crisis militar y humanitaria que se ha extendido a lo largo de dos penosos y sangrientos años, en los que han sido asesinados más de 60,000 palestinos inocentes, entre quienes contabilizamos mujeres, niños, ancianos, periodistas, hombres trabajadores, médicos, etcétera, etcétera, quienes no tenían ningún nexo con las ansias belicistas de los milicianos de Hamás ni con ningún otro ejército regional. Un peligro evidentísimo como lo fue en su momento el Daesh o Estado Islámico, el decapitador por antonomasia, que acababa con las vidas de aquellos musulmanes cuyos pecados o errores consistían solamente en “parpeadear”; es decir, cualquier motivo, por insignificante o ridículo que fuera, era suficiente para cercenar las vidas a esas personas. Emmanuel Macron, presidente de Francia, se ha mostrado particularmente preocupado con el accionar de los fanáticos que componen las filas de Hamás y que están causando más muertes, hoy en día, en Gaza. Es por ello que ha expresado: “No se puede destruir a un grupo terrorista con miles de combatientes, túneles y ese armamento, de la noche a la mañana.” Así según su parecer acerca de esta milicia e hizo hincapié en la amenaza constante que representa; también se manifestó contrario para que Hamás sea el que vigile el derrotero de la Franja de Gaza, pues es más su peligrosidad que las ventajas que podría conferir a la población gazatí y sus vecinos. Ya lo demostró con su ataque a Israel el 7 de octubre de hace dos años atrás, cuando Hamás era el gobernante movimiento político y militar en Gaza. Estas afirmaciones las dejó escuchar el presidente galo después de que fueran estampadas las firmas en el documento base del plan de paz, en Sharm el Sheij, Egipto.
Por su parte, el premier británico, Keir Starmer, aseguró que “mi país está listo para ayudar a desarmar a Hamás”. Y el Canciller alemán, Friedrich Merz, manifestó de manera rotunda que “mi gobierno también está en contra de que Hamás continúe teniendo presencia política.”
Otra preocupación que conversaron los líderes europeos presentes en Egipto, fue la peligrosidad de Hamás de cara a Europa; por lo tanto, es altamente arriesgado ignorar los intereses de Hamás, de acuerdo a la opinión vertida hace poco por Martin Jäger, presidente del Servicio Federal de Inteligencia de Alemania, durante una audiencia que tuvo en el Bundestag o Parlamento alemán. Y así lo dejó escuchar a los diputados alemanes: “Si Hamás no participa en una administración de transición en Gaza, es expulsado de la Franja o rechazado en la clandestinidad, existe un riesgo muy real de que se active fuera de Gaza. Eso afectaría al mundo árabe, por supuesto, pero ciertamente también a Europa.”
Y otro semblante de esta peliaguda situación, nos recuerda que si no se permite que los palestinos, hoy reducidos prácticamente a la miseria o a la nada material, debido a los bombardeos israelíes sobre sus ciudades, clínicas, escuelas, Universidades, colegios, mezquitas y casas, vivan dignamente como seres humanos que son (no “infrahumanos” como repiten constantemente que son, los seguidores de Netanyahu en Tel Aviv), entonces la violencia podrá resurgir nuevamente en algún momento. Y para Simon Engelkes, ya citado en este mismo reportaje, “el verdadero debate está por llegar. Se trata no sólo de la cuestión de las armas, sino también del control político y la legitimidad: ¿Quién hablará por Gaza en el futuro y con qué autoridad?” Cuestiona. Por el momento sólo emerge la figura de Hamás, incontestable e inaceptable desde todo ángulo en el que se le mire. Fuera de esta facción armada, causante de todo este terror que acabamos de ver, no hay ningún otro grupo calificado para servir como interlocutor de los gazatíes, frente al tinglado internacional. También hay que resaltar la presencia sanguinaria de Benjamín Netanyahu, quien sigue repitiendo que la guerra no ha terminado no sólo en Gaza, sino en toda la región que rodea a Judea. Y es muy posible que, dentro de pocos días, el mismo vampírico Netanyahu vuelva a atacar a Gaza con cualquier pretexto de fondo y de superficie, pulverizando el plan de paz de Donald Trump y entonces, la espiral de la tensión, la muerte y las negociaciones, volverá a aparecer estéril, ineficaz y también esperanzadora, positivista y base para más treguas; aunque los problemas de la paz en esta micro-geografía que es la frontera palestino/israelí, tienen nombre y se llaman Hamás y Benjamín Netanyahu. Mientras sigan en posturas protagonistas, la paz será tan susceptible como un papel de celofán, capaz de romperse con el mínimo roce de una brizna. Esos dos son los ejes de la problemática judeo/palestina y los bien intencionados mediadores tendrán que buscar soluciones para apartarlos del camino definitivamente. Mientras no se haga, todo lo narrado y vivido, será solamente una utopía, una quimera diaria y una matanza sin parangón.