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José Antonio Kast es el Nuevo Presidente de Chile
Le tildan de "ultraconservador", "derechista", "sucesor de Pinochet" y otros adjetivos más que intentan desacreditarle. Pero la única realidad de este abogado, descendiente de emigrantes alemanes, es la que dice que ha alcanzado finalmente la presidencia de Chile después de tres intentos, dos de ellos sellados con derrotas. Su perseverancia habla bien de él. Ahora, el camino por transitar desde el Palacio de La Moneda, será diferente...
En el balotaje o segunda ronda electoral, José Antonio Kast obtuvo una contundente victoria ante su adversaria del partido comunista, Jeannette Jara, quien, en las últimas horas cometió un error de bulto al criticar con acidez a la opositora de la dictadura venezolana, la recién galardonada con el Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado. Ese comentario en el que intentó enlodar la figura fulgurante de Machado, "desnudó" ideológicamente a Jara y la situó en un relieve que no era el apropiado para ella, en un país como Chile, agobiado por el radicalismo de izquierdas durante Salvador Allende; y de derechas, durante la dictadura de Augusto Pinochet. En todo caso, lejos de ese amargo y desafortunado comentario contra la líder venezolana, el triunfo de José Antonio Kast ya se perfilaba desde que quedaron solamente dos candidatos para la segunda ronda. Fue así como la derrota de Jara fue de veinte puntos porcentuales a favor de Kast, al cierre del conteo de los votos desde un extremo al otro en este país de singular geografía, "el balcón ante el Océano Pacífico", como se le conoce también a Chile. El Servicio Electoral de Chile (SERVEL), entregó los resultados de la elección presidencial y el resultado fue: Kast con 83,43 por ciento de los sufragios a favor, una ventaja imposible de remontar por parte de su adversaria, mientras los medios de prensa chilenos lo califican de "paliza electoral" a la contrincante marxista. De tal manera, Chile ya tiene presidente de extrema derecha, por el Partido Republicano. Sin embargo, Jara ha tenido la hidalguía de reconocer su derrota y ha llamado por teléfono a Kast para felicitarlo y en su cuenta de X, esta mujer simpatizante de las dictaduras oprobiosas de tendencias marxistas-leninistas, escribió: "La democracia habló fuerte y claro. Me acabo de comunicar con el presidente electo para desearle éxito por el bien de Chile." En lo que estriba a José Antonio Kast, sus orígenes no podían ser más polémicos, ya que nació en Santiago de Chile, el 18 de enero de 1966, en el seno de una familia compuesta por 10 hijos (él es el menor), y cuyo padre, alemán de nacimiento, fue militante activo del Partido Obrero Nacionalsocialista Alemán (NSDAP, por sus siglas en alemán), fundado por Adolf Hitler después de la Primera Guerra Mundial. Su progenitor se llamó Michael Kast Schindele y se adhirió al Partido Nazi en 1942. Su madre, también alemana, se llamó Olga Rist Hagspiel. Ambos inmigrantes alemanes que llegaron a tierras chilenas en los años 50; y la polémica se ensancha todavía más en su contra, porque su hermano mayor, Michael, fue ministro de Estado durante la férrea dictadura de Augusto Pinochet y también presidente del Banco Central de Chile. Los otros hermanos son Bárbara, quien murió en un accidente de carretera a los 18 años de edad, en 1968; Erika, Mónika, quien ejerce de escritora; Christian, Verónica, ambos empresarios en la actualidad; Gabriela, también escritora; Hans, sacerdote católico; y Rita. Así mismo, es tío de los también políticos Felipe, Pablo y Tomás Kast. Este árbol genealógico es totalmente conocido y reconocido por los chilenos, quienes han votado por José Antonio sin ningún resquemor ni crítica alguna por sus orígenes, que, en otros países, podrían resultar "oscuros." En abril de 1991 se casó con la abogada chilena, María Pía Adriasola Barroilhet, con quien ha procreado nueve hijos, entre ellos el diputado recién electo, José Antonio Kast Adriasola. La pareja se conoció en la Pontificia Universidad Católica de Chile cuando estudiaban Derecho. El nuevo presidente de Chile es católico practicante y pertenece, incluso, al Movimiento Apostólico de Schönstatt, por lo que es catalogado en su país natal de "ultracatólico", que a la postre es un handicap porque lo ubica distante de la ideología neo-nazi que se podría pensar ha permeado su vida, más aún si juzgamos su procedencia y educación familiar. Empero, con su triunfo arrollador, Kast se convirtió en el primer pinochetista que alcanza el poder desde el regreso del país a la democracia. Dentro de su programa de gobierno, manifestó que, apenas ponga un pie en La Moneda, sede del gobierno chileno, pondrá en práctica un programa neoliberal de mega-recortes (financieros y burocráticos posiblemente), y de mano dura contra la delincuencia y la migración irregular. Ha dicho también que creará un "gobierno de emergencia" para aplicar mano dura y solucionar la mayor crisis de seguridad que afecta a Chile en toda su historia como nación. Incluso, varios de sus intervenciones retóricas (discursos de campaña), los hizo detrás de un vidrio blindado, mientras prometía "un shock de esperanza, tras años de caos, desorden e inseguridad." Y así lo hizo escuchar en una de sus concentraciones proselitistas: "Este gobierno (del socialista Gabriel Boric), generó caos, desorden e inseguridad. Y nosotros vamos a ir a la inversa: vamos a generar orden, seguridad y confianza." Y eso es precisamente lo que reclaman los chilenos actualmente, a pesar de que Chile es una de las naciones más seguras de la región, pero el crimen y la violencia son la mayor preocupación de los ciudadanos, quienes, en un 63 por ciento, según encuesta realizada por al consultora Ipsos en octubre pasado, quieren que se le ponga punto final a los asesinatos, robos, secuestros y otros flagelos propios del lumpen que golpea al país. Y éste, junto a la inmigración irregular, han sido los temas dominantes en la recién finalizada campaña electoral. Y para cerrar la presente crónica, nos remitimos a su biógrafo, Felipe González Mac-Conell, quien escribió el libro, Kast, la ultraderecha a la chilena, y lo describió de esta manera: "Kast siempre dijo que las cosas deben solucionarse con mano dura, siempre estuvo en ese eje. Esa mano dura es hoy un reclamo de la sociedad chilena, mucho mayor que hace seis años atrás, cuando el estallido social hizo que el péndulo político se fuera a la izquierda. Kast habla de estallido delictual y lo sigue diciendo hoy." Puntualiza esta persona que lo conoce lo suficiente como para escribir el libro que escribió acerca de su vida. Es así como José Antonio Kast consiguió la presidencia de Chile en el tercer intento; asumirá en marzo próximo y será, según sus propias palabras, "un shock de esperanza."


