Friedrich Merz Asciende a la Cancillería de Alemania
BERLÍN-(Especial para The City Newspaper) Particularmente, no es del gusto del grosor de los alemanes; pero, finalmente, después de una dura lucha durante la mitad de su vida, este hombre de escaso pelo en su cabeza, ha podido llegar a la Cancillería de su país, el más alto puesto político que existe en Alemania.
Es el líder de la Unión Cristiano-Demócrata alemana, la CDU, por sus siglas en su idioma natal. Fue elegido Canciller Federal después de haber superado el último obstáculo por motivo de una segunda votación en el Bundestag (parlamento), que le ratificó en su cargo. Obtuvo 325 votos a favor, la mayoría necesaria para ocupar el cargo y después de haber ganado las elecciones recién acontecidas en toda Alemania, al frente de la coalición de partidos conformada por la CDU y la CSU.
En un primer intento ante los parlamentarios reunidos en el famosísimo edificio del Bundestag, el antiguo Reichstag que fue incendiado durante la década de los años 30 y tomado por los soviéticos al final de la II Guerra Mundial, Merz fracasó en esa ronda de votaciones; pero los grupos parlamentarios de la CDU/CSU, el SPD, los Verdes (ecologistas) y el Partido de la Izquierda, acordaron adoptar conjuntamente una excepción al reglamento interno de esta Institución, para realizar una segunda votación ese mismo día de la primera consulta y ahí, precisamente, fue elegido Canciller de la República Federal de Alemania, el país insignia de Europa, que, a pesar de ello, pasa por una de las peores crisis económicas de su historia y será tarea prioritaria del nuevo titular: reflotar las finanzas del tesoro alemán.
Sumamente preocupado, el co-presidente del SPD, Lars Klingbiel, tuvo que hacer un llamado a la consciencia de los parlamentarios, junto con Jens Spahn, nuevo jefe en el Bundestag de la unión de los dos movimientos mayoritarios, al que uno de los cuales pertenece Merz, para que apoyaran al virtual Canciller. Este fue su llamado: “Toda Europa, quizás el mundo entero, está pendiente de esta votación. Hago un llamado para que sean conscientes de esta responsabilidad especial.”
La realidad mundial no podía esperar
Esta es una gran verdad. Es decir, la realidad, los acontecimientos que se están dando en estos momentos a nivel global, y muy especialmente en el ámbito europeo, no podían esperar por razones de irresponsabilidad demagógica, hasta que los adversarios de Merz dejaran de poner escollos al nombramiento del nuevo Canciller. En específico, el conflicto en Ucrania, pues los rusos, ante el vacío de poder en Alemania, hubiesen aprovechado el impasse para robustecer los ataques armados en el país que ellos invadieron y lanzar una ofensiva mundial en el plano diplomático contra Europa Occidental.
Ante ese problema causado por Rusia, por su dictador Vladímir Putin, y la crisis económica que golpea a los alemanes, Friedrich Merz había prometido, en una de sus intervenciones habladas, y durante una visita a Valencia, España, que, “estamos listos para cumplir y formar un gobierno en Alemania, que será uno de los más fuertes apoyos que hayan visto jamás.”
Con respecto a la problemática que plantea la Europa de hoy, Merz se refirió a su política de cara al continente al señalar que va a reforzar la unidad europea y las capacidades de defensa; apoyar nuevos acuerdos de libre comercio, reajustar la protección del clima y la competitividad y reducir el número de inmigrantes que llegan al continente, un tema que fue “piedra de choque” con su acérrima enemiga, la ex canciller Angela Merkel.
Añadió que el liderazgo alemán en el seno de la Unión Europea (UE), será más fuerte durante su mandato: “invertiré más energía en hacer avanzar a la UE”, dijo recientemente, indicando que la política alemana de cara a Europa será más evidente, más constante y más fuerte. Con respecto al tema de defensa, Merz indicó que “Europa debe hablar con una sola voz, sobre todo organizando nuestra defensa de una forma mucho más eficaz, que eleve nuestras capacidades a un nuevo nivel. Para lograr esto, hay que ser pragmático en lo que se refiere a la adquisición militar conjunta y al desarrollo de proyecto de armamento conjunto. En principio, esto debería tener lugar en el marco de la OTAN; pero los europeos deben poder defenderse mejor que en el pasado: esto no es una opción, sino un requisito para preservar la libertad y la paz en el continente europeo.” Enfatizó
Todavía más concreto en relación con la agresión rusa a Ucrania y las claras señales que da Washington en la actualidad, y en específico a la presión que ejerce Trump en el sentido de que “Europa debe hacer más por su defensa”, Friedrich Merz, el nuevo Canciller de Alemania, dijo enfático que la nueva estrategia de defensa, presentada por la Comisión Europea (CE), y los planes sobre el financiamiento del armamento, “debe implementarse ya.” Y durante el proceso electoral en el interior de Alemania, Merz había manifestado que fortalecer a Europa (con más y nuevas armas), “es una prioridad absoluta para que se independice de los Estados Unidos, paso a paso.”
Frente al problema que representa actualmente Vladímir Putin, quien desea apoderarse de aquellas naciones que fueron sometidas por la antigua Unión Soviética (Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Ucrania, Rep. Checa y Eslovaquia, entre otras), Merz se reunió recientemente con sus homólogos de Inglaterra y Francia, el primer ministro Keir Starmer; y el presidente Emmanuel Macron, respectivamente, con la finalidad de presionar al tirano ruso para que suspenda sus ataques contra el suelo ucraniano. Ese fue su primer viaje fuera de las fronteras alemanas y su determinación ha llamado profundamente la atención de los analistas de la realidad del continente.
Pocas horas antes de ese encuentro del triunvirato de las tres naciones más poderosas de Europa (Alemania, Inglaterra y Francia), Macron había dicho que estaba de acuerdo con todo lo esbozado por Merz antes y durante su investidura como nuevo Canciller alemán; y la relación entre ambos líderes, el francés y el germano, son sumamente importantes para la Unión Europea (UE). “Es una importancia en materia de economía y defensa”, aseguró Paul Maurice, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI). Porque Macron espera encontrar en Merz a un socio para realizar su proyecto de autonomía estratégica, ya que el presidente francés aspira a que Europa sea más soberana e independiente de otros Estados, no sólo en materia de defensa, sino también en términos de materias primas, tecnología y energía.
Por su lado, en el epicentro de la política europea, en Bruselas, Bélgica, Capital de la UE, los líderes europeos esperan con positivismo las nuevas acciones del gobierno alemán, más todavía cuando Donald Trump está presente en la Casa Blanca y frustra todo intento constructivo de los europeos con su anti-política de desestabilización económica, militar y diplomática. Bruselas espera de Alemania una posición más fuerte ante el aumento de los aranceles decretado por el mandatario estadounidense y de cara al comercio con China.
La razón de su desafecto en los alemanes
¿Pero por qué Friedrich Merz es rechazado por la mayoría de los ciudadanos de Alemania, por qué es tan impopular? De hecho, parece ir siempre en declive, en una constante pendiente “cuesta abajo.” Según la famosísima e influyente revista alemana Stern, que contrató los servicios del Instituto Forsa para realizar una encuesta sobre este tema, sólo el 21 por ciento de los alemanes consultados lo considera fiable; un 3 por ciento menos que en enero pasado, y un 9 por ciento menos que en agosto del año pasado. La misma encuesta reveló que sólo un 40 por ciento estima que Merz es un líder fuerte y únicamente el 27 por ciento piensa que “sabe lo le preocupa a la gente.” Un 60 por ciento de los entrevistados cree que “habla en forma comprensible”; es decir, lo que dice lo pueden asimilar todos aquellos que le escuchan en un momento dado.
Para Ursula Münch, directora de la Academia Tutzin de Educación Política, de Baviera, sur de Alemania: “las circunstancias son muy diferentes a las que había antes: a Merz no le ha tocado un momento político muy afortunado.” En especial cuando la coalición que él representa ya no es lo poderosa que era antes y ahora el escenario político está muy fragmentado, han surgido nuevos actores y los dos grandes partidos del centro, que incluye al de Merz, aglutinan, a lo sumo, a un 45 por ciento de los votantes apenas.
En todo caso, esa impopularidad proviene de varios años atrás, es de vieja data, porque en una encuesta de marzo del 2024, se indicó que Merz era el candidato favorito apenas de sólo un 9 por ciento de las mujeres comprendidas entre los 18 y 29 años de edad. ¿La razón? Simple… se le ha acusado al nuevo Canciller de odio con respecto a las féminas, quienes no olvidan que en 1997 Merz, cuando era miembro del Bundestag en calidad de parlamentario, votó en contra de tipificar como delito la violación dentro del matrimonio.
Y en el Este de Alemania, en lo que fue la antigua Alemania Oriental, sometida al poder de los rusos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, tampoco le quieren, es sumamente impopular, donde las encuestas previas a las elecciones recién pasadas, lo situaron detrás de Alice Weidel, del derechista AfD (Alternativa para Alemania) y del entonces Canciller Olaf Scholz, del SPD (Partido Socialdemócrata), en parte por la posición de Merz en relación con la guerra que Rusia ha llevado a Ucrania. Su antipatía por Moscú ha generado antipatía “de rebote”, en aquellos alemanes viejos que tuvieron sobre ellos el sistema comunista que imperaba en la DDR (Alemania Oriental) y que todavía causa nostalgia en muchos de ellos.
Y para quienes creen que Israel está llevando a cabo en la Franja de Gaza ataques militares, con el objetivo de causar allí el exterminio colectivo del pueblo palestino, la postura de Friedrich Merz en relación con el genocida israelí (requerido por la Corte Penal Internacional, CPI), Benjamín Netanyahu, al invitarlo para que visite Alemania, a sabiendas de que tendría que capturarlo para ser llevado de inmediato a los Países Bajos, sede de la CPI, pero que el nuevo Canciller eludió al decir que (durante la visita), “ya veremos cuáles mecanismos activamos para no deportar al primer ministro israelí…” esas declaraciones no han sentado nada bien en la opinión pública alemana.
Eso lo enunció siendo conocedor fiel de que Alemania y su gobierno es uno de los más firmes defensores de la CPI y siempre levanta su voz cuando se debe atrapar a un genocida -incluso con “menos cartel” que Netanyahu-, quien día tras día ordena el asesinato de más de 100 palestinos en Gaza, sin importarle el qué dirán de las gentes de otros países ni la posición de la prensa mundial, que, dicho sea de paso, ha visto morir a varios reporteros, caídos por las balas asesinas disparadas por el ejército israelí. Estos aspectos deploran a quienes son defensores de los derechos humanos dentro de Alemania, porque el mensaje que Merz está enviándoles es: “Yo soy amigo de este supra-criminal que ustedes quieren encarcelar y procesar en La Haya y yo no lo detendré en ningún momento, si viniese en visita oficial a Alemania.” Incluso, la primera llamada telefónica que Friedrich Merz realizó cuando asumió el cargo como Canciller Federal, fue precisamente a Benjamín Netanyahu, el peor genocida de estos tiempos, que supera al ruso Putin, a quien Merz ha declarado su enemigo radical y a quien critica, deplora, difama y hace ver como el criminal que realmente es, sin que le tiemble la voz. Pero al judío Netanyahu le pasa por alto, le perdona toda la matanza que efectúa a diario en Palestina. Y esa actitud paradójica se la cobran quienes conocen, en Alemania, ese doble rasero que el nuevo Canciller maneja.
En todo caso, quién verdaderamente es Friedrich Merz se verá y se sabrá a medida que transcurra el tiempo: “andando le iremos conociendo”, dice el viejo refrán. Sólo es cuestión de esperar y observar...